Los pensamientos de león cada vez estaban más enredados, Altagracia le había dicho que ella nunca había viajado a Veracruz. Su mente se comenzó a enredar de un modo que le creo un dolor de cabeza. Su cuerpo caminaba alrededor de esa sala de conferencias mientras que Tania solo lo podía mirar con curiosidad. León respira hondo mirando a las afueras de la ciudad de Veracruz, sí que era hermosa pero desconocida. Exactamente como lo era Altagracia para él, una hermosa desconocida que se había ganado su corazón e el de su hijo. Una desconocida a la cual no sabía si confiar o desconfiar. Segundos minutos e horas pasaban león solo podía mirar a esa cuidad e con voz rota dice –cuénteme todo lo que sepa de Altagracia Sandoval-Tania respira hondo dejando que su mente viaje en el tiempo donde ella conoció a una niña con cabellos oscuros e una mirada triste. –hace muchos años el dueño de la empresa trajo a su sobrina mayor a acompañarlo en sus horas de trabajo era una niña de ojos verdes e cabello negro como la noche. El la miraba con devoción y la cuidaba como tal, nadie más que yo estábamos permitidos a dirigirle la palabra a la niña. Ella pasaba la mayor parte del tiempo estudiando cómo eran las cosas de la empresa al igual que no descuidaba su escuela. Al pasar el tiempo nos pudimos dar cuenta que esa niña estaba en cinta. Cada vez que ella tocaba su barriga ya hinchada sus ojos se transportaban un viaje doloroso. Al poco tiempo Saúl comenzó a visitarla siempre acompañados de su tío o yo. Un día Saúl hablo con su tío por horas y cuando salieron él se llevó a Altagracia con él. Él era mayor que Altagracia si no me equivoco más de 5 años pero se notaba que la amaba. Ella continuaba regresando a la empresa cada día con más conocimiento de cómo dirigirla. Después de la bebe haber nacido ella se convirtió en la mano derecha de su tío, sabia cada cifra, cada detalle de las construcciones e a veces corregía a su tío en las juntas. Esta niña no más de 15 años sabia más de cifras, graficas e construcciones que una persona que estudio 4 años en la universidad. El tiempo pasaba e Altagracia cambiaba cada día mas ella se convirtió en una mujer de la noche a la mañana sus cabellos usualmente oscuros tomaron un tono dorado e su mirada verdosa ya no habitaba el dolor si no la felicidad. Cuando ella cumplió la mayoría de edad su hija tenía 4 años. Su tío cito a la familia e traspaso todos sus bienes a nombre de Altagracia, ella junto con Saúl e Mónica llevaron una empresa que solo estaba en Veracruz a expandirse por todo México, Europa e Brasil. –Tania sonríe al recordar los tiempos en el cual todo era feliz y próspero.- Ella siempre alardeaba de mi trabajo e mi entrega a la empresa. Saúl todos los días la buscaba en la empresa, el la adoraba se notaba en la forma que la miraba e dejaba que ella tomara la delantera. Él era Un abogado reconocido por defender a mujeres abusadas e la doña siempre lo apoyaba. Después del atentado que sufrieron la doña volvió días después como una fiera. Despidió a todo personal menos a mí. Ella me dijo que hiciera los contratos de venta de la venta de todas las acciones. Estas quedaron a nombre de Daniel llamas. Eso es todo lo que se- dice Tania dejando que su mirada se conecte con los ojos azules llenos de preguntas.
-¿nada más? ¿Qué pasa con su pasado? ¿No sabe que paso? ¿Nunca le dijo nada que puedo hacerla pensar que algo malo pasaría? - león continuaba con sus preguntas cuando una mano lo detuvo.
-agente ella y yo éramos unidas pero no tanto para que ella tuviera la confianza de dejarme entrar en ese pasado en el cual usted esta tan interesado.- Tania suspira e deja que en sus labios se forme una sonrisa. -¿creo que esas preguntas se las debe hacer usted en persona no cree?-
-no me las dirá, ella es tan reservada apenas comienza su mente se escapa a un mundo oscuro e deja de hablar. - león deja que su cabeza se esconde entre sus brazos. Dejándole saber a Tania la frustración que este hombre sentía, el conocía a su doña.
-téngale paciencia, ella nunca miente sin razón, ella nunca esconde sin razón.- Tania toma en sus manos una mano masculina que se aferra a la mano suave e materna.
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Una segunda Oportunidad
RomanceDespués de una vida llena de tragedia Altagracia Sandoval conoce a un angel que la guía a una segunda oportunidad.