TRES

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Entramos todos, Luther y Diego se fueron y Vanya al parecer también, por lo que escuché de Allison.

—Que despropósito — habló Cinco.

—Sí — Allison pensó que el hablaba sobre Vanya.

—Un edificio de una manzana entera, 42 habitaciones, 19 baños y ni una sola gota de café.

—Papá odiaba la cafeína.

—También odiaba a los niños y tenía un batallón — reí por el comentario de Klaus.

—Me llevo el coche, ___ ven conmigo.

—¿Sabes conducir?

—Se hacer de todo.

—Creo que debería detenerlo pero me puede más la curiosidad de que pasará — Klaus y Allison rieron ante mi comentario y me dirigí al coche sola ya que Cinco se había ido con sus poderes.

Subí. 

Llegamos a la cafetería, tan sólo había un señor.

—Perdonad, el baño estaba embozado, ¿Qué van a querer? — era la dependienta

—Una bomba de chocolate — el señor habló refiriéndose al donut llamado así.

—¿Y para los niños un vaso de leche...? — la señora debió pensar que éramos sus hijos.

—los niños quieren un café — respondió Cinco, ella quedó un tanto sorprendida y ambos le sonreímos.

—Y un donut con azúcar porfavor — sonreí haciendo que mis ojos se cerraran un poco.

—Que monos — le dedicó una sonrisa al señor.

—¿Recuerdas cuando veníamos aquí de pequeños?

—Cómo olvidarlo, comíamos hasta vomitar y el primero siempre era Klaus — reímos, Cinco miró el uniforme del hombre.

—Debe conocerse bien la ciudad.

—Si, al menos eso espero, llevo 20 años trabajando de esto.

—Bien, necesito una dirección — Cinco le pidió la dirección pero no presté demasiada atención, miré como el hombre se iba, acto seguido entraron varios hombres, los cuales nos apuntaban con armas.

—Bien, vamos a hace esto más fácil, vosotros me acompañais y no pasará nada.

—No vamos a ir a ningún lado — miré a Cinco, preguntándole con la mirada que pasaba, el hombre fue hacia mi y me apuntó a la cabeza.

—¿No querrás que le pegue un tiro a tu novia? ¿Crees que me gustaría irme a casa con eso en mi conciencia?

—Tranquilo por eso, no vas a dispararle a mi novia.

—¿Y porqué no?

—Porque no vas a irte a casa.

Cinco cogió un cuchillo y apareció detrás del hombre que me apuntaba y se lo clavó, luchó contra los otros hombres, mientras yo hice que un hombre que iba a dispararle a cinco se asfixiara, ¿como? Fácil, controlo también el aire, luchamos hasta que no quedó ninguno.

—¡¿Qué coño haces?! — exclamé al ver cómo Cinco se hacía un corte en el brazo, no dijo nada y empezó a meter sus dedos sacando un chip, quedé confundida. Salimos y fuimos hacia el coche.

—Así que tu novia.

—Lo ha dicho él.

—Pero tú no lo has negado — noté un leve sonrojo por su parte.

ᴇɪɢʜᴛ || ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora