DIECISIETE

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—¡Oh, no, de eso ni hablar! — grité al ver cómo Diego ataba a Elliot con ayuda de Cinco.

—No hagas nada o acabas como él — me amenazó Diego.

—Atrévete — me encaré a él.

—La atas y te pego un tiro — lo amenazó Cinco, lo que yo sonreí. Aunque que estemos así no me agrada.

—¿Con qué?, ¿Con el mismo rifle con el que te apuntaba Elliot? — se burló el castaño.

—¡Ya basta! — ésta vez gritó Elliot — Dejad de pelear.

—¡Pero si te estoy defendiendo Elliot! — me miró para que parase —Está bien, pero luego lo desataré.

Después de aquella discusión transcurrieron los minutos en los que no hablaba con nadie, ahora no tenía ganas de hablar con nadie a no ser que tuviera que ver sobre la cinta, me disgustaba que Diego y Cinco hubiesen atado a Elliot. Y bueno, Lila... No hablábamos mucho, igual creo que era mejor así, de momento no debería saber tanto de nuestra peculiar familia.

Cuando me dí cuenta ya habían preparado todo para poder ver el contenido de la cinta, mientras yo tomaba un café con leche que me había preparado anteriormente, sí, Cinco había conseguido que me encantara el café.

—¿No sobra un poco para mí? — el anterior nombrado se sentó a mi lado mirando deliciosamente mi café.

—En la cocina, hay para hacer café — contesté sin mirarlo.

Ahora observaba como encendían un proyector que apuntaba a una pared completamente vacía que habían despejado ellos.

—¿Vas a estar así mucho rato? — me preguntó sin una mirada.

—¿Esperas que te aplauda después de atar a Elliot?

—¿Me quería pegar un tiro y dices que es injusto que lo atemos? — se cruzó de brazos.

—Sí, como tú dices. Es inofensivo — recibí una mala mirada por su parte — Cinco, he estado sólo un mes junto a él. Me ha dado un techo, comida, confianza.

—¿Acaso yo no te he dado confianza? — iba a levantarse enfadado pero hablé indiferente.

—Hablo de Reginald. Mamá y Pogo si nos querían, él nunca se preocupó por nuestro bienestar, sólo quería salvar el mundo o no sé qué idiotez. Nos dió un techo y comida. Mi infancia no ha sido una mierda, eso tengo que admitirlo. Pero solo gracias a los momentos bonitos que he pasado con Mamá, Pogo, nuestros hermanos — lo miré - Y contigo.

Eso hizo que articulara una pequeña sonrisa por su parte, volvió a sentarse y después de unos segundos habló.

—Así que más o menos, Elliot es como — acabé la frase por él.

—Cómo el padre que nunca hemos tenido — puso su mano en mi pierna, agarrando mi mano, retiré ésta y dejé su mano en mi muslo.

—Sigo enfadada — le miré seria, aunque me daba gracia.

—Eh, dejaos de habladurías, empieza esto — habló Diego detrás nuestro.

Empezó la película, Cinco mantenía su mano en mi muslo, pero no me incomodaba, notaba como el se ponía tenso y me hacía gracia. Ahora sí, me centré totalmente en la pantalla.

La pantalla nos dejó ver a una pareja de ancianos que al parecer discutían posiblemente sin haberse dado cuenta de que la cámara grababa, se veía tierno.

—Son tan adorables — comentó Lila pintando las uñas de Elliot, miré la escena durante unos segundos con ternura —Me encantan las parejas de ancianos.

ᴇɪɢʜᴛ || ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora