DOCE

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22 DÍAS ANTES DE LA LLEGADA DE CINCO.

Caí fuertemente contra el suelo, cuando me levanté un poco pude ver el portal por el que había salido disparada, miré a todos lados esperando algún comentario por parte de mis hermanos, pero no pasó, no estaban.

—¡Cinco! ¡Klaus! — empecé a ponerme nerviosa sin parar de gritar sus nombres.

Todo estaba en silencio, solo se oía de fondo algunls coches que pasaban y pisadas silenciosas de la poca gente que transitaba por las calles. Oí un sonido familiar y acto seguido un pequeño flash se hizo presente por un segundo, alguien había fotografiado algo.

Me incliné y vi como aparentemente un hombre se escondía tras una cortina, así que me dirigí a una puerta cercana que daba al edificio, intenté abrirla pero no hubo éxito, miré por un instante a los lados e hice que saliera una pequeña chispa de fuego, la que formó un agujero que me permitió abrir la cerradura.

Subí hasta una puerta que indicaba una consulta dental, toqué la puerta dos veces sin obtener respuesta. Acto seguido se abrió la puerta de al lado mostrando un hombre intrigado.

—¿Qué quieres? — preguntó con algo de miedo.

—¿No ha oído hablar de los derechos de imagen? — le hablé con tranquilidad.

—¿A qué te refieres?

—¿Puedo? – le pregunté señalando el interior, él se apartó dejándome pasar — Lo único que digo es que no debería estár haciendo fotos a todo el que aparece.

—Creo que más extraño es que hayas aparecido de un portal — habló con media sonrisa aunque con algo de temor.

—También te recomiendo que no dejes entrar a cualquiera en tu casa, ya sabes podría matarte o algo — él abrió los ojos asustado —No quiero decir que yo lo vaya a hacer, bueno, sólo si no intentas hacerme daño, claro.

Pasé a su salón, observé las paredes, en estas se encontraban recortables de periódicos sobre ovnis y en una pared más próxima fotos de personas en esa misma calle en la que caí, me giré hacia él cuando empezó a hablar.

—Durante tres años han aparecido personas, en esta misma calle, del mismo estallido de energía y alguien aparecía.

Seguí escuchando atenta, sabiendo que esos podían ser mis hermanos.

—¿Cuantos han aparecido hasta ahora? — pregunté.

—Contigo, Seis — Ahí me dí cuenta de que faltaba uno de nuestros hermanos, ¿Quién sería?

—Quizás sean mis hermanos — toqué mi pelo frustrada —Seguro que estarán desperdigados por la ciudad o dios sabe donde.

—Déjame decirte algo... — esperó a algo, oh sí.

— ____, ____ Hargreeves.

—Bien, soy Elliot — le estreché la mano, me caía bien, parecía muy simpático.

—Bien, ¿Qué debía decirme?

—Primero, que me trates de tú, no soy tan viejo — reí —Y segundo, que tus hermanos dejaron de aparecer para buscarse entre ellos, estoy seguro de que ya habrán rehecho sus vidas, ¿Porqué no lo intentas tú?

Quedé pensando durante unos segundos sin decir nada, quizás tenía razón, debería rehacer mi vida, aunque no me rendiré.

ᴇɪɢʜᴛ || ᴛʜᴇ ᴜᴍʙʀᴇʟʟᴀ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora