Pov Calle
Poché estaba decidida a que nos iríamos de viaje...
Ya estábamos listas y ella hacia llamadas...
— ¡Oye! —Dije llamando su atención—
Ella solo me miro para indicarme que hablara—
— ¿Estás segura de esto? —dije y ella se acercó a mí —
—Lo estoy mi amor —dijo sonriendo—
—Yo no. —Dije suspirando—, todo pasa muy rápido, estamos juntas luego ya no, te vas y cuando vuelves se complica más, yo no quiero estar así —dije susurrando—
Ella parecía que analizaba todo, se notó su tristeza en su rostro.
—Escúchame —dijo mirándome a los ojos—, está bien —dijo soltando un suspiro—, no iremos —yo la mire sorprendida, genial. Ella también dudaba que funcionara—, tomate tu tiempo —dijo sonriendo—, yo seguiré a tu lado, dame la oportunidad de demostrarte que te amo mucho —dijo dejando un beso en mis labios— yo solo asentí...
—Hagamos como si empezáramos a conocernos, Hola bonita —dijo viéndome y yo reí—, no será lo mismo porque no puedo volver a ser ciega —dijo riendo—
—Tonta —dije riendo, besando su mejilla—
—Acéptame una cita —dijo ella tomando mi mano—, nada de besos, nada de nada. Solo déjame estar a tu lado y saber que puedo recuperar lo que teníamos —ella tenía la certeza que esto funcionaria, yo quería creer en ella—
Salimos a cenar y la pasamos muy bien, Poché había presenciado una entrevista y dijo que no éramos novias aun, pero que en eso estaba, me pareció muy lindo, ella empezaba a tomar sus propias decisiones...
El mesero llego a nuestra mesa y llevaba un vino en sus manos, en la parte de abajo del vino había un papel que decía: ¡Yo puedo llevarte! —miré a Poché y ella solo sonrió—
¿Que era esto? ¿Qué significaba?
Cenamos y cuando recogieron los platos, el mesero dejo un postre que también tenía un papel abajo, este decía: ¿Puedo tocar tu cara? —ya sabía que estaba pasando, ella me estaba haciendo recordar palabras que hemos dicho que han generado cambios en Nuestras vidas...—
Salimos del restaurante y en el auto, en el lado del copiloto en la ventana había otra Nota: ¡wow! No quieras que me disculpe, porque no me arrepiento de nada —ella solo me observaba y sonreía—
Deje que ella me llevara donde quisiera, estaba por dormirme en el auto, cuando llegamos a un parque, en una banca había otra nota:
P: ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
C: Estaba buscándote Bonita.
Platicábamos de todo menos de lo que pasaba con las notitas que me iba encontrando, ella no sé cómo le hacía, pero ni siquiera la miraba llamando a alguien para que las pusiera en donde le indicara...
Íbamos saliendo del parque y un niño se acercó y me dijo: Amaría ver cuando despiertas.
Ella me sonrío divinamente...
— ¿Quieres ir al cine? —Me pregunto caminando agarradas de la mano—
—Vamos —dije muy feliz—
Llegamos y decidí que nos sentáramos en la última fila...
Allí había otra nota, ¿cómo sabía que me sentaría allí?
La nota decía: ¡Dios! ¡Eres hermosa!
Yo estaba encantada con lo que ella estaba haciendo, decidí yo elegir el siguiente lugar...
—Vamos a la playa —dije mirándola a los ojos—, a donde jugabas cuando eras niña —dije tocando su nariz—
Llegamos a la playa y no lo podía creer, ¿cómo lo hacía? ¿Teníamos un micrófono o qué?
Allí estaba otra nota:
Me gustas...
¿Qué me hiciste?...
Yo recordaba cada una de las frases, quería abrazarla y decirle cuanto el amo, pero no podía, no todavía... íbamos de regreso, cuando en una parada había un cartel que decía:
Cuando te traje a tu casa mentí que el camino era largo, para estar más tiempo contigo...
Yo estaba muy emocionada, ella recordaba pequeños detalles de nuestro pasado...
Llegamos a su casa, y ella me tomó de la mano, en su mano decía:
Se mi novia, Quédate conmigo mi amor...
Ella estaba al frente mío para cuando reaccioné...
— ¿Cómo hiciste todo esto? —pregunte acercándome a ella—
—Mientras te bañabas, sabía que no te irías de viaje conmigo, sabía que estabas dudando de esto —ella sonreía mientras hablaba—, por favor —dijo en un susurro—, se mía otra vez Daniela —ella dijo muy cerca de mis labios—
Yo la amaba, no podía negarlo, pero el miedo a lo que pasara no me dejaba decírselo...
—Qué pasará con tu carrera —dije viendo sus labios—, no quiero que la arruines...
—Escúchame...—dijo viéndome a los ojos—, De nada me sirve ser famosa por mi música si nadie puede saber que mis canciones van inspiradas en ti —dijo ella tomando mis mejillas—
—Ya faltaba poco Poché, ya casi dejarías la farsa, porque no esperar —ella negó con la cabeza—
—Ariana También la estaba pasando mal, ella y yo decidimos acabar con esto, ahora mejor dime —dijo soltando mis mejillas y alejándose un poco—, ¿tú quieres esto?, porque he renunciado a todo por ti, y a ti parece no gustarte...No quiero obligarte a nada Calle —dijo en un susurro—...
Yo ni sabía si quería esto, estoy segura que ella era feliz cumpliendo sus sueños y yo no quería que terminaran por mi culpa...
—Por favor, dime algo... —dijo tapando su cara con sus manitas—
—Yo quiero que seas feliz Poché, que cumplas tus sueños, que hagas lo que te gusta, sin que yo sea tropiezo para ello —dije y ella se sentó en el suelo abrazando sus piernas—
— ¿Tú crees que lo he sido? —Pregunto llorando—, ¿crees que era mi sueño perder al amor de mi vida por el simple hecho de cantar frente a miles de personas?, ¿crees que soy feliz sin ti? —Dijo mirándome a los ojos—, no lo soy Calle —dijo bajando su rostro—, no lo soy desde que ya no te tengo —ella hablaba con dolor.
Yo no decía nada...