Pov Calle
Desperté sintiendo mi cuerpo adolorido, literal pasamos toda la noche haciendo el amor, cada vez era diferente y eso era lo que me encantaba, no era una rutina cada vez disfrutábamos más de nosotras.
Sentí sus manos apretar mi cintura y las quite con cuidado para levantarme, fui al baño e hice mi rutina matutina, me di un rápido baño y cuando me vi al espejo vi muchas marcas en mi cuello y mis hombros, sonreí por puro instinto terminé de ponerme ropa cómoda y volví a la cama y ella seguía dormida, vi la hora en un reloj que estaba en la puerta del cuarto y reí al ver la hora que era...
Ella desnuda con solo una diminuta parte de la cobija tapando un poco de su cuerpo, esa serenidad al dormir, sus labios hinchados, su carita, esto era estar viendo el paraíso.
Me volví a acostar abrazada a ella, vi su cuello y también tenía muchas marcas, reí negando y besando su hombro.
Ella se removió y bese su cara muchas veces hasta que abrió sus ojitos.
—Buenos días hermosa —dije dándole un beso en los labios—
—Quiero amanecer así toda mi vida —dijo sonriendo y subiéndome a ella—
—Para mí ese no es problema —dije quitando restos de su pelo de su carita—
— ¿Qué horas son? —Pregunto interesada—
—Las 2 de la tarde amor —dije riendo—
— ¡Dios! —Dijo riendo—, para la próxima empecemos más temprano —dijo con una risa picara—
—Si —dije jugando con una mecha de su pelo—, deberíamos probar hasta quedar en un mejor horario —dije dándole un beso rápido—
—Qué tal si empezamos ahorita —dijo riendo—, así vemos a qué horas logramos despertar mañana —me guiño el ojo—
—Dios —dije riendo—, no tienes idea de lo adolorida que me siento —dije y ella se echó a reír conmigo—
—Te dije que, si querías dormir, pero estabas muy entretenida —dijo en un tono de burla—
Nos quedamos observando por un tiempo y no era necesario decir nada, con la mirada nos decíamos todo....
Hasta que salí de esa burbuja.
— ¡GORDA! —Dije levantándome de ella y buscando mí celular—
Ella me miro extraña mientras miraba como buscaba mi celular y pareció reaccionar.
— ¡MARIO! —dijo ella saltando de la cama y buscando su celular también—
Ella encontró el suyo primero y noto los cientos de mensajes y llamadas perdidas de Mario, empezó a marcarle y yo seguía buscando mi celular.
Mario no le contestaba y se percató que también tenía llamadas de Vale y su papá y los llamó.
Nadie le contestaba y ella reía de nervios por que seguro y estaban molestos.
—Nadie me contesta —dijo riendo y sentándose en la cama tapando su cuerpo con la cobija—
—y yo ni siquiera halló mi celular —dije riendo con ella—, márcame para ver si suena —dije buscando abajo de la cama—
Ella así lo hizo y el celular no se escuchaba por ninguna parte.
— ¿Lo habrás perdido? —dijo ella dudosa—
—No tengo ni idea, no recuerdo nada de anoche —dije riendo—
— ¿Nada nada? —Pregunto con dobles intensiones—
—Poché perdí mi celular —dije riendo y ella hizo lo mismo—
—Espera me doy un baño y lo seguimos buscando, también cámbiate para que vayamos a casa de mi papá para saber que querían —dijo ella metiéndose al baño—
Seguí buscando por la sala, la otra recamara, salí del apartamento a ver si estaba en el carro, pero nada, ni señas de él.
Llegué al departamento de nuevo y vi que el celular de Poché estaba sonando, era su papá, pero no logre a contestar a tiempo, quise volver a marcar a mi celular y este sonó y alguien contestó.
— ¿Bueno? —dije esperando saber quién lo tenía—
Se quedaron en silencio y estaba por colgar...
—Oye Mmmm creo que tengo el celular de tu novio, ayer me lo encontré tirado en un estacionamiento —dijo la una voz masculina detrás del celular—
Yo reí a lo que dijo y negué con la cabeza.
—Yo soy la dueña —dije riendo—
—Oh me llamas del celular de tu... ¿hermanita? —preguntó y me daba mucha risa, yo el contacto de Poché le tenía como Mía😍❤️ por eso era que el chico pensaba que el celular era de un chico.
—Disculpa, quiero recuperar el celular —dije riendo—
—O si perdón —dijo apenado—, puede entregártelo o mandártelo a tu dirección —dijo el muy amable—
Pensé en que sería mejor que me lo entregara personalmente así podría agradecerle por regresarlo.
—Donde puedes entregármelo, dime y ahora mismo salgo para allá —dije observando cómo Poché salía del baño—
El chico me dijo que en el centro comercial y le dije que estaba bien colgando la llamada.
—No sé a qué horas boté mi celular en un estacionamiento —dije riendo y Poché me miro extraña—
Le explique la llamada del chico y ella reía porque tampoco recuerda mucho de la noche.
Comimos una fruta para mientras comprábamos algo decente.
Salimos al centro comercial y llegamos a sentarnos a unas bancas, llamamos al chico, pero no contesto, esperamos a que tal vez fuera en camino.
—Poché —dijo una voz detrás dé nosotras—
Ella se volteó y su rostro cambió, ella estaba en shock y yo no sabía por qué.
—Hey pequeña —dijo el chico de nuevo—
Ella trago en seco y me miro yo le sonreí porque no sabía que más hacer y ella hizo lo mismo.
—Poché cuanto tiempo —dijo el chico de nuevo—
—Johan —dijo ella casi en un susurro—
El chico será que esperaba otra reacción de ella, pero su rostro cambio a un tono triste.
El chico tomo su mano como esperando que ella reaccionara mejor.
—Suéltala imbécil —la voz de Mario me asusto—
Mario furioso soltó el agarre de sus manos y yo cada vez estaba más confundida.