Pov Poché
Habíamos ido al centro comercial para que el chico que encontró el celular de Calle nos lo entregara.
Llegamos y una voz me saludo de lejos, volteé y vi quien era, no podía ser posible, el chico me hablaba y yo no reaccionaba, allí estaba el, Johan, en el pasado yo gustaba de él, pero nunca me atreví a acercarme, con el paso del tiempo el me coqueteaba, empecé a entablar una gran amistad con él, y me di cuenta de muchas cosas, el dejo de gustarme, se la pasaba metido en drogas y malas amistades, pasaba de problemas en problemas. Hasta que un día pensé que había cambiado, me invito a una fiesta y esta estaba bastante prendida, mucho alcohol mucha droga, y yo quería irme, le dije que me llevara a casa y a regañadientes así lo hizo, íbamos con varias personas, solo iban a dejarme y se regresarían a la fiesta, al llegar a casa Johan quiso pasarse conmigo, el me empezó a querer tocar las piernas y se abalanzó a querer besarme, yo de furiosa lo golpee y salí corriendo del carro sin mirar nada, al salir de este no me percaté que venía otro carro con personas también tomadas, y para no chocar contra el auto de Johan se subió a la cera de la orilla y justo yo iba saliendo del carro, por lo que me arrolló contra una pared, y así fue como quede ciega, Mario era el único que sabía lo que había pasado con Johan, desde ese día no había vuelto a saber de este, Mario dijo que habían rumores de que se había ido del país.
Pero ahora aquí estaba frente a mí, no sabía que decir y el tomo mi mano, no reaccionaba ni siquiera a esto y quería irme, no quería que me hablara, no quería que me tocara, el miedo invadió mi mente y no me dejaba reaccionar.
—Suéltala Imbécil —la voz de Mario me saco de esa nube miedo—
Mario se acercó quitando la mano de Johan del agarre que estaba haciendo en la mía.
—Qué te pasa a ti —dijo Johan empujando a Mario—
Mario le soltó un golpe en su boca y este se abalanzó sobre él.
—Tu dolor es que ella nunca se enamoró de ti —dijo Johan a Mario—
—Qué te pasa idiota —dijo Mario molesto—, la quiero como mi hermana y la defenderé de cualquier idiota como tú —dijo el muy fuerte—
Yo miraba la escena y aun no reaccionaba, mire a Calle y ella parecía muy confundida.
—Además ella no se enamoró de ti idiota, solo le gustó el físico de un patán que por dentro es un miserable, ¿crees que no sé qué quisiste propasarte con ella? —pregunto Mario enojado—
Calle me miro como esperando entender algo y yo solo negué con la cabeza.
—Yo no tuve la culpa —dijo Johan con su voz entrecortada—, yo no quise que eso pasara —dijo cayendo al suelo llorando—
Todos nos mirábamos confundidos... El chico lloraba desconsolado tapando su cara con sus manos.
—Perdón —dijo en un susurro— yo estaba muy tomado, te juro que yo siempre te había cuidado como mi hermana, me parecías tan linda, tan tierna, pero el alcohol y las drogas esa noche no me dejaron pensar, ustedes eran mis mejores amigos —dijo llorando y Mario se acercó a mi abrazándome—, cuando paso el accidente y supe que Poché no podía ver, hui, no quería saber lo que yo mismo había provocado, no dormía nada, pasaron los años y yo seguía en mi habitación llorando por el daño que cause, desde ese día no volví a tomar ni una gota de alcohol, ni volví a ingerir drogas, no quería hacerle daño a nadie más —dijo el en un gran llanto, el no paraba de llorar—, Un día escuché una canción muy linda, quería saber de quién era esa linda voz, vi que era Poché, y allí supe que había recuperado la vista, quise volver y verla, pero me era imposible, tenía muy poco dinero para un concierto de ella, y tantas personas queriendo verla que era imposible que me notara entre tantos, pero ahora aquí está, vine a verme con una chica a devolverle algo y vi que estabas aquí —dijo viéndome—