Pov Calle
Habíamos pasado una noche increíble, Poché me hacía sentir demasiado bien cada vez que me hacia el amor, estaba conociendo más a Poché en ese aspecto, ella estaba sacando su lado más pervertido cada vez, y eso me encantaba, tenerla de esa manera me mataba...
Hoy era el último día en esta cabaña, Poché aun dormía en mis brazos, ella me rodeaba la cintura con tus manos, es tan tierna hasta durmiendo...
—Despierta bonita —dije en su oído y ella se removió haciendo un ruido demasiado tierno y pegándose más a mí—
—Amor —volví a intentarlo—, Pollo —dije riendo—
Ella negó y suspiro en mi cuello...
— ¿Déjame dormir sí? —Dijo aun abrazada a mí—, estoy muy cansada —yo reí recordando porque—
—Amor ahora nos vamos de aquí ya es tarde, nos quedará poco tiempo para disfrutar el lugar.
Ella subió todo su cuerpo en mí...
—Recuerda por que vinimos aquí —dijo recostando su cabeza en mi pecho—, no fue precisamente para disfrutar el lugar —río—
Yo negué riendo, hice un camino con mis dedos sobre su espalda desnuda, ella tembló al sentir mis dedos dibujar en ella.
—No puedo imaginarnos ahora que viviremos juntas —dije riendo—
—Puedo mostrártelo si quieres —dijo abriendo sus ojos y tocando mis mejillas—
— ¿No te cansas? —pregunte y ella río—, no hemos parado desde que llegamos aquí, ¿y aun quieres seguir? —dije fingiendo estar indignada—
— ¡Dios! Hablas como si solo yo fuese la que disfruta esto y te obligo a ti a hacerlo —dijo levantándose de encima de mí
Yo reí ella se sentó a un lado mío y tapo con la cobija hasta sus pechos.
—Obvio me obligas —dije bromeando—
—Pero cuando te estás viniendo no pareces obligada —dijo riendo y yo le lancé una almohada—
—Cállate —dije y ella río—
Ella se levantó y fue al baño, no dude en verla desnuda mientras iba hacia este. Ella sin duda es espectacular, aun no creo que sea mi mujer.
Ella salió del baño con una bata, se había dado un baño ya, decidí hacer lo mismo, fui hacia ella antes de entrar y le iba dar un beso en los labios, pero ella volteo la cara para que se lo diera en la mejilla. La miré extraña, pero seguí mi camino a la ducha, cuando salí ella hablaba muy alegre por celular y en cuanto me vio corto la llamada muy seria...
¿Estaba enojada?, pensé mientras la miraba arreglarse en el espejo.
— ¿Que buscas? —pregunto ella viendo que había quedado mucho tiempo observándola—
Negué con la cabeza y me hice un moño en el cabello y salí del cuarto para ir a la cocina.
Ella salió viendo su celular y sonreía. Parecía muy divertida, preparé un plato de frutas para mí y encendí la Tv de la sala y me dispuse a ver.
Por momentos la observaba y ella seguía con su celular, al rato se levantó y fue a preparar lo mismo que hice yo, lo hizo y se sentó en el otro mueble que había en la sala. ¿Qué pasaba?, ¿será así de bipolar siempre? Pensaba en mi mente, Poché es rara, pensé negando con la cabeza, me levanté a dejar el plato a la cocina.