Pov Poché
Unos días muy raros los que estábamos pasando, hacía todo lo posible por llevar la fiesta en paz, pero no, con Calle no se podía, amaba verla emocionada planeando, pero también era mi boda y en algo me tenía que complacer. Nos peleamos por todo, esta última vez fue porque ella quiere la boda en un campo, y yo en la playa, Calle se enojó conmigo, siempre que esto pasaba yo me aprovechaba de ello para ir a preparar algo para la boda, en esa salida decidí que la boda seria donde Calle decía, pero el pastel lo elegiría yo. Ya teníamos la cita para elegirlo y decidí cancelarla para ser yo quien lo eligiera.
Cuando llegué al apartamento Calle no estaba, llegó y se la había pasado ignorándome, después cuando fui al cuarto ella se estaba bañando, tardo exagerado, cuando salió y me acerqué a ella, pero ella me reclamo no haber estado y hasta me preguntó si quería cancelar la boda. No le dije nada, volví a la cama y llore mucho hasta caer dormida, me levante primero que ella y le dije a Mario que volvería tarde y que este era el último día en que me ausentaba. Cuando regresé ella estaba dormida, Mario me dijo que era mejor que le dijera ya que ella estaba pensando de más.
Fui al cuarto me alisté y me acosté abrazándola, supe que estaba despierta y decidí preguntar.
—Te haré la misma pregunta que tú me hiciste ayer, ¿aun te quieres casar conmigo? —Pregunte con miedo—
Ella suspiro y su cuerpo se tensó.
—No quiero vivir así sabes —dijo susurrando—, te enojas, te vas, vuelves como si nada, pero te ausentas de una manera que no vuelves ni siquiera a dormir —dijo con su voz triste—
—He estado con el preparativo amor —dije suavemente—
— ¿Qué? —dijo confundida—
—No sé qué te has imaginado, pero he estado buscando el lugar de nuestra boda —dije sonriendo en su cuello—, no es fácil encontrar un campo verde que sea perfecto para ti —dije y ella suspiro negando—
—Pensé que ya no querías casarte —dijo susurrando—
— ¿Recuerdas el día que te pedí matrimonio? —Dije haciéndola que quedara frente a mí—
Ella asintió sonriendo nerviosamente.
—Ese día te dije que no quería soltarte —dije pegando mi frente a la de ella—
—Pero también dijiste que no permitirías que te soltara —dijo riendo—, ¿entonces por qué preguntaste si aún quería casarme?
—Quería asegurarme que no tenía que obligarte —dije riendo—
Ella se acercó y me dio un beso, ese beso que necesitaba en ese momento.
—Dos días, estaba muriendo —dije al terminar el beso con una mordida—
—De que hablas —dijo riendo—
—De tus besos —dije acercándome a besarle de nuevo—, no quiero estar sin ellos —dije al separarme de ella—, Te Amo Daniela —dije en un suspiro—
Estuvimos hablando de la boda un buen rato, Me encantaba ver a Calle así de emocionada, nos pusimos a Dormir.
Al día siguiente....
Sentí besos en mi rostro, desperté y sonreí por el momento, intente seguir durmiendo, pero los besos bajaban a mi cuello, Calle mordía y chupaba esté intentando dejar marcas. Su lengua hizo un camino por mi clavícula. Terminé de despertarme con eso y la tumbé quedando yo encima de ella, ella sonrió y yo la besaba como si no hubiese un mañana.