Capítulo 1: Secuestrada.

399 20 1
                                    


Era una noche helada en aquel dulce mundo, que a pesar de verse inofensivo en aquel momento, podía ser muy peligroso.

A cada extremo de la isla yacían torres altísimas que eran resguardadas por unos feroses osos haciendo guardia para que sus prisioneras no escaparan.

Narra Nieves

  No sabía dónde estaba, me dolía la cabeza, me sentía muy débil y el frío comenzaba a calar a través de la tela de mi ropa. Debía levantarme, no recordaba nada y tampoco me sentía segura al estar en este lugar.
  Comencé a abrir mis ojos con pesades, viendo el piso gris con distintos objetos tirados por la diminuta sala, flores, círculos de metal con la letra "k" en medio, un cofre y ¿Una llave?

— ¿Que abrirá?— Me pregunté en susurro para levantarme algo débil y recoger la llave.

  Pero al mirar a mi alrededor no había ninguna puerta, solo unos ventanales de vidrio en las cuatro paredes que me rodeaban. Miré a través de ellos y, me di cuenta de lo alto que estaba y en el pie de la torre pude ver personas, o eso creí.
  Grité a todo pulmón y golpee el vidrio, al parecer estaba muy alto cómo para que me escucharán.

— Debe haber otra manera.— Me dije

Retrocedí con la mirada en la ventana, y me terminé tropezando con el cofre que seguía tirado, caí al piso, pero al abrir los ojos no estaba en la misma habitación que antes.

  Frente a mi ojos estaban dos osos más chicos que los comunes caminando en dos patas, y con espadas en sus manos peludas,  cuando se percataron de mí, se  voltearon a verme.

— ¡Eh! ¡¿Que haces tú aquí?! — dijo uno exaltado y acercándose a mi en un modo muy amenazador.

— ¿Dónde estoy? ¿Que hago aquí?— pregunté con la voz temblorosa.

— Eso no te incumbe, ahora regresa arriba. — me dijo el otro.

— No hasta que me digan que hago aquí.— respondí parándose frente a ellos.

  Sentí al primero avanzar hasta mi y agarrarme del cuello para después levantarse. Intenté escapar de su agarre pero mis lágrimas y la creciente falta de aire me lo hacían imposible, hasta que habló.

— No estás en posición de hablar humana. — dicho esto me tiró contra un bloque, apareciendo en  el "cuarto" de arriba.

  Yo solamente me toque el cuello tratando de apaciguar el dolor. Alcé mi vista al cielo y llore ante las estrellas suplicando en mi mente salir de ese lugar.

  Y así siguieron los demás días.

.............................................................

Bueno está es mi primera historia espero que les guste.

Fecha: 11/04/2020

Adiós Amores.

 Karmaland NPC: NievesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora