Karmaland NPC: Nieves

Capítulo 3: Rescate

Narra Nieves

  Desperté con una sonrisa en el rostro, otra vez había soñado con el chico de máscara de oso, pero por más que recordaba los sueños que tuve, jamás se menciono su nombre.
  Miré como siempre las ventanas, estaban más osos que de costumbre, en las semanas que estuve aquí jamás había visto tantos de ellos en un solo lugar, esto me preocupaba, pero a la vez me ponía ansiosa.

— Eso si que es raro.— me dije y desvía mi mirada.

  Ordené las pocas cosas que había en el lugar, poniéndolo todo en el cofre, a excepción de las galletas y la leche que me dejaron como desayuno.

  Al cabo de unas horas se comenzaron a escuchar gritos desde la parte de abajo.

— ¡Ya atravesó el portal! ¡Estén preparados! — se escuchó a uno gritar.

— ¿Que estará pasando?— me dije y fui a ver la ventana.

  A la distancia se veía como se llevaba una pelea entre varios osos y un desconocido de abrigo blanco. Fue acabando con los de la distancia poco a poco, siguiendo su camino hasta el puente frente a la torre ¿Será que viene a rescatarme? Esa pregunta se posicionó en mi mente viendo cómo seguía luchando contra ellos.
  En un momento lo tiraron al agua, lo cual me preocupo, pero arrastró a sus contrincantes y comenzó a golpearlos desde alli de una manera certera, acabando con ellos y con las pirañas que estaban en el agua.
  Todo quedó en silencio mientras el se dirigió al interior de la torre, yo me quedé en mi lugar estaba emocionada por conocer a la persona que salvo de esos osos.
  Y así apareció frente a mi un chico de pelo blanco y máscara de oso, ¡Es el chico de mis sueños! Literalmente, tenía una espada verde en su mano y atrás suyo una aparato que me estaba apuntando.

  — Hola, gracias por salvarme. — dije timidamnete. Pero pareció no escucharme.

  En cambio abrió el cofre que tenía, susurró algo y saco la llave.
Se aclaró la garganta y hablo algo nervioso.

— Hola doncella, vengo a salvarla, me han dicho que usted estaba en apuros, ¿Si?.— le estaba por responder y siguió hablando. — Y la invitaría a mi casa si quisiera usted salir de ésta locura de lugar. — dijo mirando a la ventana y volteo a verme otra vez. —Aunque usted es libre de decidir lo que quiera, puede venir a karmaland y vivir ahí en el pueblo o se puede venir conmigo en una casa bastante decente.— hablaba bastante rápido y no le entendía algunas cosas, así que tome aire y le dije.

— ¡Eres mi héroe! Te estaré infinitamente agradecida, te esperaré en el mundo de Karmaland. — ¡¿Que?! Eso no era lo que quería decir, ni siquiera se que es karmaland.

  Luego de eso el bajó, la vista se me puso negra y un pequeño rectángulo gris se hizo presente que decia:

— Teletransportando...

.............................................................

Y aquí está el capítulo tres con mucho amor.

14/04/2020

Adiós Amores.