Karmaland NPC: Nieves

Capítulo 39: Una cita incomoda 2/2

Narra Rubius

  Nos sentamos en nuestros respectivos lugares junto al balcón, dónde Rubén comenzó a decirle muchas cosas lindas a Nieves, aunque para el no eran encerio, para mí si. Ese día estaba un poco nervioso, siempre sale algún imprevisto y la idea de casarme todavía no me quedaba muy clara.

— Nieves, aunque tú no lo creas llevamos años juntos, me has acompañado en mis mejores y peores momentos, no podría tener una mejor compañera para estar conmigo todos los días de mi vida. Yo ... ¡¿Que hago con la armadura puesta?! — dijo a lo cual Nieves se comenzó a reír y yo con ella, — Perdón, bueno, Por ti, ni tengo miedo de comerme una mina ahí afuera, porque se que siempre estarás para protegerme. Te acuerdas cuando te perdí, y estabas mamadisima tu contra cincuenta zombies, todos los golpes que te diste al volver y la perdida de memoria que sufriste, eso fue parte de nuestra historia. Así que Nieves, ¿Te casarías conmigo?
 
— No puedo esperar para comenzar nuestra vida juntos.

  Festejó unos buenos minutos mientras escuchaba reír a Nieves. Hasta que apretó un botón que no me esperaba en absoluto. "Procrear"
  En eso, saque un cristal de mi bolsillo, no podía creer que tan pronto íbamos a tener un hijo o hija, ese cristal (guardado por defecto en el inventario interno) se lo di a Nieves, haciendo que está empezará a girar muy rápido para así formar al bebé, y salió un hermoso niño con cabello naranja-dorado y ojos verdes. Pero el inventario externo estaba lleno, así que lo puse en mi propio inventario.

— Nieves ¿Sabes que cómo cura, solo puedo tener relaciones para tener un hijo? — hablo de sus incoherencias un rato más, y le dió una armadura de diamantes en la que concordamos que Nieves se veía hermosa.

— ¿ Puedo verlo? — dijo Nieves en un susurro, mientras le pase a Nuestro bebé, que raro que suena eso, yo con un bebé.

— Perdiste a bebé joby... Espera ¿Se llamaba joby?

— ¿Eh cómo? Vamos a casa haber si está nuestro hijo. — bajamos hasta casa pero ni había nada.— Vamos a rezar a los dioses Nieves.

  Luego de eso no hay mucho que contar, rezo un rato, vino Alexby,mataron al pingüino que me había dado Luzu, no sé lo merecía pero igual me caía mal, siempre me mordía y perseguía cuando lo intentaba alimentar, pero Nieves si se puso mal por la noticia, ya que Marcelo se solía acercar a ella por el frío que emanaba. Y un rato después salieron todos los externos del servidor, dejándonos a todos en paz por unos días.

— Y bueno... — Le dije a Nieves una vez sentados en la sala con el bebé en brazos

— Bueno...

.............................................................

Perdón por la demora, ando castigada.

Adiós Amores