Diez años después...
"Querida Ángela:
Sé que aún faltan dos semanas para vernos, pero no puedo dejar de sentirme entusiasmado y nervioso. La necesidad de volver a abrazarte, besarte, acariciarte me tiene loco. Ya no puedo soportar más el estar tan lejos de ti. Estos años han sido un suplicio para mí, te he extrañado a horrores, anhelando que volvamos a reencontrarnos para nunca más separarnos. Creo que siempre te he mencionado mis sentimientos a través de los correos, por lo que no es necesario de que te sorprendas cuando llegue y te bese hasta el cansancio.
Te quiero,
Nicolás."
Es imposible no formar una sonrisa boba en mi rostro al darme cuenta de que mi Nicolás no ha cambiado nada durante estos diez largos años. Él sigue siendo tan tierno, dulce, atento, y con eso solo ha logrado que cada día lo ame más, esperando ansiosa su regreso y añorando el momento en que volveré a probar sus labios.
— ¿Será solo un beso? —oculto mi rostro con mis manos al sonrojarme— Cielos, ¿Qué rayos estoy pensando?
Desde que él se fue a Alemania, nunca hemos dejado de enviarnos e-mails, comunicarnos por teléfono, enviarnos fotografías solo hasta cierto tiempo y es que preferí estar en la incógnita para sorprenderlo cuando me vea en persona. Lo único malo es que yo también me he quedado con la espina de saber que tan guapo se ha vuelto. —<<Necesito verlo ya>>— Y no solo para envolverlo en mis brazos, sino también para agradecerle porque si no fuera por él, no habría podido sobrevivir con las dos brujas de mi hogar.
Porque una cosa es estar feliz con Nicolás y la otra, la verdadera situación de mi casa que fue yendo de mal en peor.
— ¡Ángela! —es la voz de Camile quién entra a mi habitación y se ubica a mi lado con esos aires de diva que no le quedan— Se acabó tu tiempo.
—Acabo de prender mi laptop. —me quedo concentrada en la pantalla— ¿No tenías uno?
—Sabes perfectamente que está dañado, así que muévete de una buena vez... —se queda en silencio, me percato de que está de chismosa en mi correo. Lo oculto— ¿Acaso ese era un correo de Nicolás?
—No. —miento.
— ¡No me vengas a ver la cara de estúpida! —exclama tan fuerte que casi me deja sorda— ¡Tienes prohibido enviarle mensajes a mi prometido! ¿Lo oyes? ¡MI PROMETIDO!
—Mientras él siga negándose... —la miro con una pequeña sonrisa de satisfacción— No es nada tuyo.
Camile aprieta los puños mientras yo continúo navegando por el internet. Mi relación con ella no ha cambiado nada, sigue siendo una chica malcriada, caprichosa, que piensa que el dinero puede con todo...
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"En algún lugar del cielo" (Libro I)
Teen FictionPara Ángela, la vida siempre ha sido injusta con ella. No solo tiene que lidiar el que su padre haya vuelto a casarse y que además, le este dando una hermanastra sino que también, tiene que despedir al chico de quién está completamente enamorada... ...