Si bien dije que por un segundo la suerte se puso de mi lado, ahora debo decir que aquella mención solo atrajo algo peor.
Hace dos días estaba saltando de alegría porque Armando logró convencer a su tía de darme un puesto en su empresa, no sé cómo lo hizo, pero eso era lo de menos. Tenía un trabajo, iba a poder hacer mis prácticas y no en cualquier lugar porque el hotel de la Señora Valverde era el más prestigioso de la ciudad. No tenía idea en como decírselo a mi padre, estaba segura de que no lo iba a tomar nada bien, sobre todo porque su mujer iba a dar un grito al cielo y ni qué decir de su hija, esa era capaz de enterrarme viva. Pero ya nada importaba, yo solo quería graduarme y de paso, saber cuál eras los reales motivos de la aparición tan pronta de la mamá de Nicolás.
Y hablando del Rey de roma, como dicen la felicidad no dura para siempre y el no saber nada de él en estos tres días eran la prueba de ello. Le he enviado un millón de correos, lo he llamado hasta el cansancio en donde solo me responde el maldito buzón de voz. No sé qué rayos está pasando, no comprendo el motivo de su desaparición y quiero preguntárselo a Nando.
[Deje su mensaje después de la señal]
— ¡De nuevo, maldita sea!
Estoy en un punto en donde ya estoy frustrada, estresada. Me urge escuchar su dulce voz, que me diga si está bien o no porque temo a que algo malo le haya pasado. Es difícil entender que él no quiera escribirme o llamarme, es el más intenso de los dos, así que descarto el que no quiera saber nada de mí.
Podría seguir marcando su número, pero en una hora debo verme con Nando para firmar mi contrato.
— ¡Necesito tu laptop, otra vez!
Como siempre mi hermanastra demuestra su falta de educación, entrando a mi habitación como si fuera un bar en dónde entras y sales cuando se te da la regalada gana. Ganas no me faltan de echarla a patadas porque estoy con un genio de los mil demonios.
Ni siquiera yo misma me aguanto.
—Que tu madre te compre otro. Total, tienen mucho dinero.
—Ya te he dicho que todo lo que tienes, es mío. —ella chequea cada rincón de mi habitación en busca de la máquina— ¿Dónde está?
—Lo escondí. —agranda los ojos— Es mío y puedo hacer con eso lo que yo quiera. —sonrío un poco— Cielos, me salió tu papel.
—Eres una...
Tengo el presentimiento de que se abalanzara sobre mí, pero al verla inhalar y exhalar el aire me hace caer en cuenta que está poniendo de su parte para relajarse. Ese tipo de actitudes me hace temblar, nunca la había visto así y no sé si solo está actuando para tomarme con la guardia baja.
—Es una lástima que no pueda responder el correo de Nicolás. —dice encaminándose hacia la puerta.
— ¿Correo de Nicolás? —lo menciono, ella voltea y asiente— ¿Crees que voy a creérmelo?
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"En algún lugar del cielo" (Libro I)
Roman pour AdolescentsPara Ángela, la vida siempre ha sido injusta con ella. No solo tiene que lidiar el que su padre haya vuelto a casarse y que además, le este dando una hermanastra sino que también, tiene que despedir al chico de quién está completamente enamorada... ...