Bien dije que asistir a este evento iba a ser un gravísimo error.
No solo debía seguir lidiando con la presencia de mi estúpida hermanastra, sino también ahora con la de su padre.
Rodrigo Sánchez.
Aquel hombre de casi sesenta años el cuál no deja de abrazar a su "Princesita". Ahora que lo conozco y estoy a unos pasos de ellos, puedo notar que tiene mucha similitud con Camile, y es que los dos tienen el cabello color negro, los ojos del mismo color y diría que la nariz del mismo tamaño. De seguro, sus personalidades también son idénticas, aunque fácilmente ella se asemeja más a la bruja de mi madrastra.
—Me emociona tanto que estés aquí, papá. —él la suelta de sus brazos y acaricia sus mejillas— Tenía tantas ganas de verte.
—Yo también, cariño. —sonríe— ¿Te ha gustó el evento que preparé para ti?
—No.... ¡Me encantó!
—Cada uno de los detalles fueron exclusivamente preparados para una princesa como tú.
—Lo sé. —Camile me lanza una mirada, esbozando esa estúpida sonrisa triunfante— Quién como yo que tengo un padre que se preocupa por mí, me engríe, y de seguro cree en mí, ¿No?
—Por supuesto, mi amor. —besa la mano de su hija— Es más, quisiera que me digas... ¿Quién demonios es esa chica que casi se atreve a golpearte?
Los dos posan sus ojos en mí, y es como si estuviera viendo el infierno arder. Aquel señor me estudia desde los pies hasta la cabeza, hace una mueca de repulsión y qué ganas de darle una bofetada. Así sea mayor que yo, no tiene porque mostrarme el desagrado que siente hacia mi persona, aunque prácticamente siento lo mismo por él.
—Ella es...
—Soy Ángela Ruiz...—la corto— Hermanastra de su princesa.
—Y el motivo por el que Nicolás Quecedo no quiere casarse con mi hija.
—Entonces, ¿Estaba pretendiendo que no me conocía?
—Tú nombre es tan desagradable que es fácil de recordarlo.
Ignoro sus palabras y continúo con lo que inició.
—Si el Joven Quecedo está en contra de su matrimonio arreglado, es porque de seguro, no siente nada por ella. ¿No ha pensado en esa posibilidad?
— ¿Cómo te atreves...?
—Es fácil tacharme de culpable cuando usted debería aceptar ese hecho y no seguir detrás de los berrinches de su hija.
— ¿Qué dijiste...?
— ¡Señor Sánchez!
El extranjero aparece, ubicándose al medio de los para darle un apretón de manos. No sé si está cubriéndome de ser "Ahorcada" por ese sujeto o solo no quiere empeorar más la situación del hotel. Rayos, olvidé de que todos están en las manos de ese hombre y yo bien contestándole, siendo una malcriada de lo peor.
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"En algún lugar del cielo" (Libro I)
Teen FictionPara Ángela, la vida siempre ha sido injusta con ella. No solo tiene que lidiar el que su padre haya vuelto a casarse y que además, le este dando una hermanastra sino que también, tiene que despedir al chico de quién está completamente enamorada... ...