✨Capítulo 34✨

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Dicen que el día se ve más nublado y gris porque es así como tu corazón te hace sentir, porque eres consciente de los sucesos tristes que abarcarán hoy y que lastimosamente no podrás hacer nada para revertirlo

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Dicen que el día se ve más nublado y gris porque es así como tu corazón te hace sentir, porque eres consciente de los sucesos tristes que abarcarán hoy y que lastimosamente no podrás hacer nada para revertirlo. El hombre que amo le dará el sí a otra en el altar, unirá su vida con la de ella mientras que yo fugaré a otro país para nunca más volver. No soy capaz de verlo con su nueva familia, los recuerdos serían desgarradores, así que el lazo que teníamos será roto para siempre.

Hay un lazo más fuerte que siempre los unirá, Angie.

—Pero él nunca lo sabrá.

Me digo a mí misma y miro mi pancita. Me tomo unos segundos en acariciarla para luego mojar mi rostro, esperando que las ojeras de la mala noche desaparezcan.

Ayer decidí abrirme con mi ex - jefa y Sole. Les conté el porqué de mis precipitadas decisiones, mi situación infernal con las brujas y la indiferencia de mi padre. La presión de la madre de Nicolás y finalmente, su engaño. Algo que me hubiera gustado omitir porque se supone que "Una persona que ama, no lastima".

Salgo del baño y escucho un par de golpes en mi puerta.

—Adelante.

El extranjero entra, trayendo un vaso de agua junto a una pastilla.

—Tu vitamina.

—Gracias. —la tomo de golpe y continúo acomodando mi ropa en la maleta.

— ¿Son todas tus cosas?

—Así es. Al contrario de usted, yo no ando desperdiciando lo poco que gano en miles de vestidos.

—Ya no me compro trajes.

—Ajá. —escucho como ríe bajo— ¿A qué hora saldrá el avión?

—A las nueve, pero debemos estar allí dos horas antes. —asiento— Tienes tiempo de sobra para empacar todo lo que necesites.

— ¿La primera parada es Alemania no?

—Sí. Tengo que hacer unos negocios ahí durante un par de semanas. —él chequea su celular— Mientras tanto puedes ir averiguando lo que quieres estudiar. ¿Le pediste los datos a la Señora Elena?

—Si. —sonrío un poco— Se emocionó cuando se lo pregunté.

—Eres buena y debes aprovecharlo al máximo.

Y eso es lo que haré.

Mi nueva meta es abrir mi propia empresa de pasteles en algún futuro. Debo lograr que mi hijo se enorgullezca de mí. Nunca más la estúpida Ángela para que así, él o ella se sienta seguro conmigo.

—Por cierto, ¿Se lo dijiste a tu padre?

—No y no creo que lo haga, ¿Por qué?

Sergio extiende su celular, mostrándome el nombre de mi padre en su pantalla.

"En algún lugar del cielo" (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora