Aún no me siento completamente segura de lo que estoy haciendo. No hablo el de haber buscado a Nicolás, sino de mostrarme embarazada delante de su primo. Temo a que este siga apoyando a su tía, qué es lo más probable, y se vaya corriendo a contarle el chisme. Creo que es algo de lo que tendré que arriesgarme, Armando era el único que podría ayudarme en estos momentos.
Él luce sin poder creérselo.
— ¿Esto es una broma? —ahora se torna molesto— Porque déjame decirte que no tiene nada de gracia.
—Claro que es una broma, comí frejoles el día de hoy.
— ¡No jodas!
— ¿Crees que estaría aquí para jugarte una broma pesada?
— ¿C-como es qué...?
—No estoy para darte clases de Educación sexual. —lo tomo de las manos— Necesito ver a Nicolás.
— ¿Quieres adelantar tu saludo de felicitaciones por su matrimonio?
—No va a casarse.
—Lo hará... —se suelta de mi agarre y chequea su reloj de oro blanco— exactamente en diez minutos.
— ¡Él me ama a mí! ¡Y yo a...
— ¡Ahórratelo! —grita— El amor que le profesabas se evaporó al momento que decidiste juntarte con Sergio Torres. ¿Esperabas que te ayudara? ¡Pues no lo haré!
El idiota de Armando se acomoda mejor el traje y se da la vuelta, dispuesto a dejarme sola. Sabía que no iba a ser fácil convencerlo, pero como ando en modo terca, no voy a permitir que me dé la espalda.
Me interpongo en su camino.
— ¿No vas a ayudarme? ¡Bien! —digo firme— Estoy segura de que a otras personas les interesaría saber más del futuro presidente, su pronta esposa y la madre de su hijo.
— ¿Qué?
— ¿Cuánto crees que paguen los reporteros por unas fotos de mi embarazo? —modelo frente a él. Su expresión se torna incrédula— ¿Mucho dinero?
— ¿Estás loca?
—No, solo estoy desesperada, así que...
Ahora soy yo la que se encamina de regreso a la entrada del hotel en búsqueda de todos los medios que andan esperando enfocar el matrimonio del único heredero de Yolanda Valverde de Quecedo. Me desabrocho más el abrigo y...
El primo de Nicolás me toma por la muñeca y me arrastra, adentrándome en ese dichoso lugar. He logrado mi cometido, solo me falta saber en dónde está... ¡Mierda! ¿Serás estúpida, Ángela? Conoces este hotel como si estuviera ubicada en la palma de tu mano. Si la recepción es en el piso cuatro, eso significa que los dos están en...
—Eres una demente. —me recrimina Armando— ¡¿Por qué demonios te expondrías de esa manera?!
—Estoy dispuesta a todo por él. —me mira serio— Si, ya sé que la jodí al alejarlo e irme a vivir al departamento del extranjero, pero ¿Qué opciones tenía? Si tú, su madre y las brujas de mi madrastra y Camile me hacía la vida imposible, oponiéndose a que seamos felices.
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"En algún lugar del cielo" (Libro I)
Teen FictionPara Ángela, la vida siempre ha sido injusta con ella. No solo tiene que lidiar el que su padre haya vuelto a casarse y que además, le este dando una hermanastra sino que también, tiene que despedir al chico de quién está completamente enamorada... ...