IX

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-¡Alpha!

Alpha se rio mientras se escondía entre las ramas y la altura del gran sauce en donde estaba. Era su lugar favorito en toda la Reserva. El viejo árbol de más de 60 años tal vez estaba en un lugar donde hay muchas flores silvestres de colores azules y violetas, las mariposas solían jugar allí, había muchos otros árboles y un poco más allá estaba el río cuya agua tan cristalina brillaba con el sol. La imagen parecía mágica, era un lugar hermoso y era el lugar secreto de su tío Ven y de ella, Alpha lo había descubierto en una de sus aventuras de expedición por la Reserva, se había dado cuenta que la naturaleza era su mejor amiga. Vengance y Valiant había insistido en que entrenara sus instintos ¿Que mejor que perdiéndose en la naturaleza?

-¡Alpha!

Ups... La voz de Vengance se acercaba más, Alpha se quedó escondida en su lugar sin moverse y controlado su respiración, las hojas del árbol camuflaba su aroma y había tomado en cuenta la dirección del viento para esconderse tal y como su padre le había enseñado.

"No me encontrarás, tío."

Sonrió con maldad  mientras miraba al gran macho tratando de encontrarla. Alpha se detuvo a mirarlo con atención, su tío había cambiado físicamente o eso le parecía: se había dejado crecer por petición de ella, se veía más grande y varonil con el cabello azabache, los ojos de su tío la atraía más que nada siempre que los miraba, además de su peculiar color entre marrón y verde un poco dorado, su mirada reflejaba amor y tristeza a veces, aún recordaba cuando hace unos meses le preguntó por su cabello.

Flashback

Alpha estaba sentada almorzando en la casa de Vengance, su tío había cocinado pasta con salsa blanca y pollo, era una nueva reseta que él había aprendido y pidió a su pequeña que lo acompañe, algo que vino bien ya que Justice y Jessy tenían que ir a Homeland por unos conflictos con la prensa y no querían que Alpha se viera afectada. Desde que empezó hablar, aún con dificultades, ellos estaban menos nerviosos en dejarla con otras especies, confiaban en Vengance demasiado como para dejarla dos días con él.

-¿Y que te parece, mí rosa blanca? ¿Está rico?- un tanto nervioso.

-¡Si!- contestó con emoción mientras devoraba la comida.

-me alegro, la hice para ti.-beso la coronilla de la pequeña y procedió a comer.

-¿Ti...io?-dijo con dificultad Alpha captando la atención del macho, y se aclaró la garganta.-¿Porr qi...ue t..ú no po...der tennner... cabbelio?-señaló su cabeza.

Vengance entendió la pregunta pero aún no sabía cómo explicar aquello, decidió decirle la verdad a su cachorra.

-hace mucho tiempo tenía a alguien especial que me acariciaba el cabello, ella amaba jugar con él.-sonrió al escucharlo.-pero cuando ella murió, yo me quedé muy triste y decidí que no quería recordar aquello, así que me rapo la cabeza para que no crezca, al principio fue por el dolor ahora lo hago por costumbre.

Alpha asintió y pensó en aquello, luego tomó la mano de Vengance.

-yo...M..e gu...s...tarrrr...ver..rr c...abelio en ti, yo... Querrrr er...jugar co...con él. Tú verrrrte mej...orrr.

-¿Quieres que me lo deje crecer?-preguntó dudoso de haberla entendido.

Alpha asintió y Vengance lo pensó mejor. Se había propuesto superar la pérdida de su compañera y últimamente ya no la recordaba con dolor, a veces le hablaba a la nada fingiendo que era a ella quién hablaba,  era menos solitario hacerlo. Ahora su pequeña quería que se dejará crecer el cabello, los recuerdo de Marcile vinieron a su mente pero los espantó rápidamente, esos recuerdos no tenían nada que ver con este agradable momento. Miró a su pequeña quién comía a gusto y se imaginó a ella jugando con su cabello con sus delicadas y suaves manos, lo estaría acariciándo y enterrando sus largo y blancos dedos mientras él  la hacia ge....¡No! Esos pensamientos pervertidos de nuevo volvían a él, su polla se endureció de nuevo y él se sintió enfermo. Desde que Alpha había espantado a Melody ese día en la cafetería, en su cabeza rondaba la duda de ¿que habrá querido decir con "mío"? Mío... Esa palabra se metía en su cabeza siempre, antes de dormir, desde aquel día la voz de su pequeña gruñendo "Mío" provocaba excitación y vergüenza a la vez.
Ya había pasado un año desde que Alpha había llegado a sus vidas, era una "cachorra" en mentalidad y comportamiento pero se estaba volviendo toda una hembra en cuerpo y para él, quién pasaba todo el tiempo con ella, se había vuelto un poco complicado pasar por alto aquello, incluso su aroma era más dulce cada día a veces tenía la impresión de que lo seducía.

Alpha. Nuevas Especies. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora