XVII

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Cuando Alpha despertó se dió cuenta de que estaba en un colchón sucio y apestoso.

No

No era el colchón lo que olía mal, era la frazada café sobre ella. Se dió cuenta que no estaba en la Reserva y el miedo la invadió pero se controló, escuchó pasos y se hizo de ella dormida nuevamente.
No quería pensar en que le harían si estuviera despierta, además debía averiguar el lugar en donde se encontraba.

-¡Camina 616!-Chilló alguien ruidosamente.

Era un voz humana y, por lo que estaba escuchando, empujaba a alguien. De pronto el ruido de una jaula o celda se abrió proyectando un sonido irritante para sus sensibles oídos.

-ella...-si voz se escuchaba dudosa.

-si 616, por tu buena conducta el jefe te hizo un regalito y te trajo una hembra para que la hagas tu sucia perra o como ustedes dicen, compañera.-Ahora esa voz cambio a una asquerosa y lasciva.

Alpha sabía que hablaban de ella, por los sonidos de su pisadas al acercarse a ella y como cerraban bruscamente la celda lo sabía. Ella iba a ser la "sucia perra".

- no mates a esta.- dijo el humano para luego irse de allí.

Siguió fingiendo estar dormida hasta que ya no escuchaba al humano. Sintió como alguien la olfateaba y luego escuchó una grave voz.

-sé que estás despierta, hembra, no te haré daño.

Y ella le creyó, sabía que no le iba a hacer daño. Abrió los ojos y lentamente se dió vuelta para encararlo, notó que le dolía el cuerpo como la mierda.

-hola... ¿616?- dijo suave mientras gemía de dolor.

-¿donde te duele? Huelo a sangre seca.-dijo el macho preocupado.

-me cayó un muro encima, así que me duele todo el cuerpo.-Dijo Alpha recordando lo que le sucedió por un arrebato de celos.

-¿Un muro? Déjame revisarte, hembra.-la preocupación se notaba en la voz del macho.

-Alpha, mí nombre es Alpha.-Dijo sonriendo aunque algo tímida.

El macho se quedó quieto, no podía ver su expresión bien porque estaban en la oscuridad.

- Eres de afuera, de la ONE. Escuché de la ONE algunas veces cuando los técnicos me llevaban a hacer los experimentos.-Dijo sorprendido y algo emocionado.

-Entonces sabes que hay esperanza ¿No?-Dijo feliz, al menos sabían que tenían una familia afuera.

-¿Lo hay? Todos esperamos que lleguen pero aún no llegan.

-tardan un poco pero con mí presencia aquí te aseguro que vendrán.

El macho asintió y este se acercó a ella. Alpha notó lo guapo que era. Ojos azules con motas café rojizo, su cabellos era largo, negro y con algunos risos, era alto como toda especie y era de tez bronceada. Tendría la edad de su tío Vengance.

Vengance...

Una tristeza se apoderó de ella al recordar que su macho la había engañado. Pero una parte de ella quería creer que lo había malinterpretado, que Vengance solo la amaba a ella y que ella había visto mal, tenía esa mínima esperanza en su corazón.

-¿Que?- dijo el macho revisando.

-nada.

-Sé que no es nada, dime Alpha, ¿Que pasa?- dijo el quitandole las zapatillas y ella gimió.- está hinchada, hay que elevarla.

Él movió algo y supo que era una silla, apoyó su pie allí para bajar la inflamación.

-Cuentame-Dijo insistente el macho.

Alpha. Nuevas Especies. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora