being my boss. [J.JK]

Capítulo 3: Todo tuyo.

Me desperté con el sonido de la alarma, ese que tanto odio.
Como cada mañana, me levanté y me duché. Cuando terminé, salí del baño y me dirigí al armario para ver que me pondría ese día.

-Hoy conoces a tu jefe. Debes dar una buena imagen.-dije hablando en voz alta conmigo misma.

Decidí ponerme un vestido de color negro, ajustado, que llegaba por las rodillas. Era muy sencillo ya que no tenía estampados, era simplemente liso de color negro. El vestido era de manga larga, pero ese día hacía un poco de frío así que decidí ponerme un abrigo de color beige que era como una americana pero larga hasta las piernas. Me puse unos tacones negros y me maquillé de forma natural.
Me miré al espejo en todos los ángulos posibles.

-Perfecta.-dije viendo lo bien que estaba.

Salí de mi casa tan rápido como pude ya que si no se me iba a hacer tarde. No me dio tiempo a desayunar, pero me tranquilicé pensando que allí podría tomarme un café.
Al llegar, entré y me acerqué a los empleados de recepción.

-Buenos días, ¿dónde se encuentra...?-me quedé callada unos segundos, recordando que ayer aquella mujer no me dio su nombre.-Joder.-dije en voz baja.

-¿Qué necesita?-dijo el chico del mostrador.

-Es que no recuerdo el nombre de...-dije sabiendo que nunca me lo dijo.-¡IU!-dije de repente.

-La señorita Jieun está en la décima planta, en su despacho.-dijo el amablemente.

-¡Gracias!-dije yendo al ascensor.

Subí lo más deprisa que pude e intenté averiguar cual era su despacho.

-Perdona, ¿buscas a alguien?-dijo una voz detrás de mi.

-Si.-dije volteándome.

Era un chico alto, de cabello moreno y piel lisa. Vestía todo de negro y tenía una mirada que intimidaba mucho.

-Sí, busco a Jieun.-dije, casi sin palabras por su presencia.

-Ella está ocupada ahora. ¿Para que la necesitabas?-dijo él, con voz grave.

-Soy nueva. Comencé ayer a trabajar y me dijeron que hoy me ayudarían a...-el me interrumpió.

-¿De qué trabajas?-dijo el sin apartar su mirada de mí.

-Soy secretaria, pero no sé de quien.-dije, aunque sonaba como una broma.

-Ya se quien eres.-dijo el, sonriendo.

-¿Lo sabes?-dije confusa.

-Eres la secretaria de Jeon.-dijo él.-Ven, te acompaño.

¿Jeon? ¿Quién es Jeon?
Me dispuse a seguir al chico.

-¿Como te llamas?-dije, con timidez.

El se rió por mi voz.

-Pareces una niña tratando de hacer amigos.-dijo mientras se reía de mi.

-Si lo dices por mi altura, no me hace gracia y si lo dices por preguntarte como te llamas... Solo trataba de ser amable.-dije seria y molesta.

-No te enfades.-dijo el mirándome con una sonrisa.-Me llamo Taehyung, Kim Taehyung.

-Taehyung.-dije repitiéndolo mientras le miraba.-Me llamo T/n, T/n T/a.

-Encantado, T/n.-dijo el mirándome.

Nos montamos en el ascensor y no dijimos nada hasta llegar arriba. Nunca había estado en este piso, pero era sin duda el mejor que había visto. Todo alrededor de nosotros eran ventanas enormes que te dejaban ver una vista de 360º de la ciudad.

-Es increíble.-dije acercándome a una de las ventanas.-¿Dónde estamos?-dije sin dejar de admirar las vistas.

-En el último piso. En este piso solo se encuentra el despacho de tu jefe... y mi jefe.-dijo él mientras se acercaba a mi, con la voz baja en lo último que dijo, haciendo que no le escuchara del todo.

-¿Por qué harían un piso para alguien tan insignificante como mi jefe?-dije mirando a Taehyung mientras soltaba una pequeña risita.

-Tú insignificante jefe es el CEO de la empresa, pequeña.-dijo él mirándome.

-¿¡QUÉ?!-dije sin creerlo.

Él se rio de mi cara y de repente se escuchó la única puerta de aquella planta. Sentí como mi corazón comenzó a latir de forma descontrolada, pensé que en algún momento me daría un ataque al corazón.
Taehyung y yo miramos a la puerta con rapidez y, después de tantas curiosidades e imaginaciones sobre cómo sería, lo vi.
Tenía el pelo negro y un poco largo, tenía las facciones de la cara marcadas duramente como, por ejemplo, su mandíbula y sus ojos eran grandes y perfectamente rasgados. Era alto, mucho más alto que yo y se notaba que le gustaba hacer ejercicio.
Iba vestido con una camisa blanca básica de botones, un pantalón de traje negro y unos zapatos negros también. La camisa estaba abrochada en la manga, un poco más arriba de su muñeca y dejaba ver cómo en uno de sus brazos tenía muchos tatuajes.

-Dios.-dije en voz baja, ni siquiera dejando que lo escuchara Taehyung.

Su figura imponía mucho, se notaba que era siempre el dominante en cualquier ámbito. Era una de estas personas que da miedo en la primera impresión, y no se si era por su cuerpo, porque era el CEO o porque los rasgos de su cara estaban muy marcados y dejaban ver un tono enfadado.
El sonido del ascensor me sacó de todos mis pensamientos y al mirar, vi a IU saliendo de él con algunos papeles.

-Jungkook.-dijo ella, que ni siquiera había notado nuestra presencia.

¿Jungkook? Ella se acercó a él y de un momento a otro, vi como le daba un beso en los labios con naturalidad.

-¿IU es novia del CEO?-dije en voz baja, acercándome más a Taehyung para que solo me escuchara él.

-¿No lo sabias?-dijo él mirándome.

-Pues no.

IU le entregó unos papeles al jefe después del beso y se dio media vuelta para irse, pero...

-¡T/n!-dijo IU mirándome.

El jefe levantó la mirada y sus ojos se quedaron fijados en mi.
Sentí como mis piernas comenzaron a temblar y me sentí débil solo con saber que su mirada estaba puesta en mi.

-Supongo que ya sabes quien es tu jefe.-dijo ella mirándome.

-Sí, lo aca-acabó de ver.-dije y sin darme cuenta tartamudeé.

Me sentí la persona más ridícula del mundo.

-En fin, me voy que tengo trabajo que hacer.-dijo mirándonos a Taehyung y a mi.-Hasta después, amor.-dijo con la vista en su novio.

IU se fue y sentí un completo silencio incómodo.

-Entra a mi despacho.-dijo el jefe mirándome.

Él entró antes que yo y me quedé fuera con Taehyung por unos minutos. Su voz era grave, pero delicada a la vez. La afirmación de si impone o no se reafirmó cuando habló.

-Todo tuyo, pequeña.-dijo Taehyung invitándome a entrar y dándose la vuelta para irse.

-¡No!-dije en voz baja con miedo a que el jefe me escuchara, mientras agarré su brazo.-No me dejes sola.-añadí.-Y no me vuelvas a llamar pequeña.

-No puedo entrar contigo.

-Tengo miedo.-dije y me reí de mi propio comentario, haciendo que el también se riera.

-T/n, si lo haces esperar será peor. Además, cuando se enfada parece otra persona.-dijo él, asustándome incluso más.

Dicho esto, se fue.
Trate de unir todas mis fuerzas y entrar, pero me costó mucho. Ya lo he dicho, pero soy una persona muy tímida y sensible, y si a eso le sumas que la persona que tengo enfrente es muy intimidante, es mil veces peor.
Después de haberme mentalizado, caminé por la planta hasta llegar a su despacho. Lo único que se podía escuchar eran mis tacones acercándome a donde estaba él.
Justo cuando estaba frente a la puerta, toqué y entré.