Capítulo 36: Es culpa tuya.

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Me desperté por culpa de la luz que entraba en aquella habitación.
En un principio parecía buena idea tener un ventanal frente a tu cama, pero descubrí que no lo era del todo a la hora de despertar. Me moví un poco entre las sábanas y me di la vuelta, para encontrarme con Jungkook aún dormido. Sonreí al verle y me levanté de la cama con un poco de mala gana.
Estuve buscando mi vestido por unos cuantos minutos y no lo encontré, así que decidí ponerme la camisa negra que traía anoche Jungkook. Me quedaba como un vestido pues me llegaba a la altura de las rodillas, pero no me importó. Me puse frente el espejo e intenté arreglar un poco el pelo revuelto que llevaba.

-¿Cómo habrá gente que se despierta tan guapa como si nunca hubiese dormido?-dije en voz alta hablándome a mi misma mientras seguía mirando mi reflejo.

Una vez ya estaba más o menos bien, me dirigí al baño.
Hice todo lo que tenía que hacer y salí. La verdad es que me sentía un poco incómoda con mi cuerpo y tenía algunas molestias, supuse que sería por lo de ayer.
Me acerqué de nuevo a la habitación y me quedé apoyada en el marco de la puerta, viendo como Jungkook se despertaba lentamente.
Su cara de recién despertado, su pelo revuelto, su abdomen descubierto, todos sus tatuajes... puedo asegurar que es exactamente el chico en el que piensas cuando te dicen "prototipo ideal".
De repente, me miró y sonrió un poco cegado por el sol que entraba.

-¿Qué haces ahí?-dijo con la voz más grave y ronca por el despertar.

-Nada...-dije, entrando en la habitación con una sonrisa.

Me senté a su lado en la cama, mirándole sin decir nada aún con aquella sonrisa.

-No sabía que te verías tan bien con mi camisa.-dijo, rompiendo el silencio.

-No encontraba mi vestido, así que no tuve otra opción.-dije, mirándole mientras acomodaba mi pelo a un lado.

-También podrías no haberte puesto nada.-dijo, haciéndome reír.

De un momento a otro, sus manos agarraron mi cintura y él se acostó, poniéndome encima de él.
Sonreí por el movimiento tan inesperado y por estar sentada justo encima de sus bóxers. Puse mi dos manos en su abdomen marcado para apoyarme y lo miré sin dejar de sonreír.

-¿Cómo puedes verte tan jodidamente preciosa encima de mi?-dijo, sin dejar de mirarme.

-Deja de decir esas cosas.-dije, tapando su cara con mis manos mientras me reía.

-Es culpa tuya. Deja de ser así o no iremos a trabajar hoy, estás advertida.-dijo, apretando mis muslos.

-Es verdad. Tenemos que ir a trabajar.-dije, olvidándolo por un segundo.-Vamos, tenemos que prepararnos.-dije, quitándome de encima suya y levantándome de la cama.

-Joder...-dijo al ver que aparté.

Se levantó y admiré su cuerpo desde lejos.
Tan solo tenía sus bóxers puestos y pude ver incluso sus cuadricep tonificados. Frotó sus ojos un momento y se acercó a su armario, cogiendo unos pantalones negros, como no. Se los puso y se quedó sin la parte de arriba a pesar de haber escogido una camisa blanca.

-¿Me ayudas a encontrar mi vestido?-dije, moviendo algunas almohadas.

-Está debajo de la cama.-dijo, saliendo de la habitación.

Me agaché y miré.
Efectivamente, estaba debajo de la cama, de hecho, se asomaba un poco desde abajo. No sé si fue peor la confusión preguntándome como él lo sabía o la emoción de por fin haberlo encontrado. Agarré el vestido, los tacones y bajé a la sala de estar.

-¿Cómo sabias que estaba debajo de la cama?-pregunté, aún confusa.

-Por suerte, recuerdo todo lo que hago.-dijo, dándome a entender que fue él quien lo tiró ahí debajo y me acordé del momento exacto.

being my boss. [J.JK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora