Capítulo 10: Estoy bien.

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Sí, obvio que está mal, T/n.
Jungkook es solo tu jefe, además, ¿quién sin ser IU podría ser capaz de soportar una relación con alguien como él?

-Tampoco tengo intenciones.-dije con seguridad de nuevo, después de que se alejara.

-¿Intenciones? ¿De qué? ¿De ser mía?-dijo mirándome.

-Sí.-dije de brazos cruzados.

-Tranquila, haré que cambies de opinión antes de que te des cuenta.-dijo riendo con superioridad.

Rodé mis ojos aún con los brazos cruzados.

-Te dije que no volvieras a hacerlo.-dijo mirándome enfadado.

-¿De qué hablas?-dije, viendo cómo se acercaba de nuevo.

Mientras se acercaba a mi, di algunos pasos hacia atrás, intentando mantener la distancia para no ponerme nerviosa de nuevo. Él siguió caminando en dirección a mi lentamente, hasta que choqué contra la estantería y me quedé parada mirándole.

-Te dije que no volvieras a rodarme los ojos.-dijo él, acorralándome.

-No fue para ti.-dije mirándole, nerviosa.

-¿Encima lo niegas?-dijo agarrando mi cintura, sujetando mi cuerpo para evitar hacerme daño en el mueble que tenía a mis espaldas.

-Se me olvidó.-dije sintiendo su respiración frente a mi.

-Una sola vez más y habrán consecuencias.-dijo él, aún sin apartar su mano de mi cintura.

Asentí e intenté alejar mi cuerpo.
Justo al tratar de alejarme, una parte de la estantería se clavó en mi costado y comenzó a dolerme muchísimo.

-Joder.-dije, con dolor.

-¿Estás bien?-dijo Jungkook.

-Si, no es nada.-dije tocando la parte en la que me di con una mueca.

-Déjame ver.-dijo él, agarrando mi mano.

-Estoy bien, jefe.-dije mirándole, tratando de no preocuparle.

-No voy a dejar de insistir, así que será mejor que me dejes verlo.-dijo él, mirándome con seriedad.

Noté como me escocía la parte que me dolía, y supuse sin haberla visto que se trataba de algún rasguño creado por la madera de la estantería.

-¿Puedo?-dijo Jungkook, mirándome mientras agarraba mi camisa, para saber si podía subirla y mirar la herida.

-Sí, cla-claro.-dije nerviosa, mientras notaba mis mejillas ardiendo.

-Tranquila, no voy a verte nada. Quizá la próxima vez, pero para entonces quiero que sepas que no voy a pedirte permiso para levantarte la...-dijo haciéndome sonrojar aún más.

-¡Jefe!-dije, bajándome la camisa y tocándome la mejilla aún ardiente.

-Es una broma.-dijo él, sonriendo.

Levantó con suavidad mi camisa, lo suficiente como para que pudiese ver de que se trataba el dolor y sin levantarla tanto como para verme completamente. Noté como uno de sus dedos se acercaba a la zona y me eché un poco para atrás.

-No voy a hacerte daño.-dijo mirándome, apoyando una de sus manos en mi cintura y con la otra acariciando la zona dolorida.-Tienes un rasguño bastante enrojecido.-dijo mirándome, aún sin bajar la camisa.-Siéntate, pediré que traigan algo para curarlo.

-No hace falta, seguro que el dolor se me pasará en unos minutos.-dije quitándole importancia.

-T/n, deja de ser tan molesta y siéntate en el sofá.-dijo, en una orden.

-¿Dejarás de decirme que tengo que hacer en algún momento?-dije, mientras me sentaba.

-Lo haré cuando aprendas a cuidarte tú sola y a dejar de pensar en los demás antes que en ti.-dijo mirándome serio.

Bajé la mirada y me limité a esperar.

-Sí, necesito algo para curarla, me da igual lo que sea.-dijo él hablando por teléfono.-Sí, de acuerdo, gracias.

Colgó y me miró desde su mesa.

-¿Sigue doliendo igual que antes?-preguntó.

-Sí, eso creo.-dije levantando mi camisa de nuevo con total confianza para mirar la herida.

Casi se me sale el corazón por la boca en el momento en el que sentí sus manos en mi piel desnuda, incluso si solo fue para mirar una herida y tocarla por encima. Después de aquello, sentí la confianza suficiente como para levantarla las veces que hiciese falta, siempre y cuando no mostrara nada más, claro.

-Oye.-dije mirándole.

-¿Qué?-dijo, con el mismo tono seco de siempre.

-¿Puedo preguntarte una cosa?-dije, mientras acariciaba la herida para calmar el dolor.

-Depende.-dijo él, sentándose a mi lado.

-Ayer bebí demasiado y no recuerdo mucho de lo que ocurrió, pero... te recuerdo a ti.-dije bajando la mirada.-Estabas conduciendo y yo solo recuerdo haberme pasado el camino mirándote.-sonreí avergonzada.-Solo me gustaría que me dijeras que pasó.

Él me miró y agachó la cabeza.
Cualquiera diría que soy idiota por haberle sacado el tema de la fiesta, después de todo el enfado que tenía y probablemente aún tiene, pero por suerte no se lo tomó mal.

-Llegué a la discoteca y les vi a los cuatro. Parecías ocupada besándote con Taehyung, pero aún así notaste mi presencia. Cuando salieron, mandé a Taehyung y a Jimin a coger un taxi y a IU y a ti las subí a mi coche. No ocurrió nada, simplemente las llevé a casa y me aseguré de que no les pasara nada.-dijo en un tono neutral.

-¿Entonces no ocurrió nada fuera de lo normal?-pregunté alegremente.-Que alivio.-dije en un suspiro.

-Bueno, si por fuera de lo normal te refieres a que acariciaste mi mano, me pediste si podías tocarme la cara, te pasaste todo el viaje mirando mi mandíbula y por último, me abrazaste... entonces si.-dijo él mirándome con seriedad.

-¿¡Qué?!-dije mirándole.-¿Te abrace? ¿Te pedí tocarte la cara? ¿Te acaricié?-dije sin creérmelo.-Lo siento, lo siento mucho, seguro te incomodé... No quería hacerlo, fue sin querer.-dije mirándole.

-Me dieron ganas de dejarte en medio de la carretera, pero algo de mi entendió que simplemente estabas borracha.-dijo elevando sus hombros con indiferencia.

-Me alegro de que no lo hicieras.-dije riéndome.

Él se quedó mirando la herida que aún seguía al descubierto pues olvidé bajarme la camisa.
Estoy más que segura de que no le importo ni siquiera un poco al jefe, pero pude notar en esta vez que me hice daño el instinto que tiene de cuidar a los que están a su alrededor. Es de esas personas a las que no le importa si no le caes bien, si estás mal simplemente va a querer cuidarte y protegerte.
Traté de inclinarme hacia delante, pero sentí como el rasguño se estiró aún más, causándome mucho más dolor del que sentía antes.

-¡Ay!-dije agarrando la herida con dolor.

-¿Qué ha pasado?-dijo mirándome preocupado, por primera vez así lo sentí.

-Me duele, siento que escuece.-dije con una mueca de dolor.

-Aguanta un poco, en unos minutos más llegarán con lo que necesitas para curarlo.-dijo él apartando mi mano de la herida.-Si la tocas con tanta fuerza, es peor.-dijo mirándome como si fuera idiota y me hizo reír un poco.

being my boss. [J.JK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora