Capítulo 27: Me necesita.

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Él abrió los ojos sorprendido de lo que dije.
Cuando razonó, soltó una pequeña risa con ternura y dejó los papeles a un lado. Cruzó sus brazos mientras seguía aún apoyado en su mesa.

-¿Por qué piensas eso?-dijo él, mirándome.

-He visto que las chicas son experimentadas y...-dije, aún con la cabeza baja.-Déjalo, no tiene importancia, olvida lo que pregunté.-dije sonriendo, para quitarle importancia.

Puse un mechón de pelo detrás de mi oreja y arreglé mi falda.
Iba a caminar para ir de nuevo a mi mesa, pero su voz me frenó de golpe.

-Ven aquí.-dijo él, a secas.

-¿Qué?-dije sin esperarlo.

-He dicho que vengas.-dijo de nuevo con ese tono tan dominante.

Jugué con mis dedos tímidamente antes de acercarme.
Caminé hacia él sin cruzar nuestras miradas, tratando de evitar el contacto visual. Cuando estaba lo suficientemente cerca, noté su mirada fija en mi.

-Mírame.-dijo, con el mismo tono de antes.

Levanté la cabeza con un suspiro y miré directamente a sus ojos.

-¿En serio crees que cogería a otra secretaria?-dijo él, con un tono serio.

-Olvida lo que dije. Debes mirar por la empresa y yo no hago bien mi trabajo, de hecho ni siquiera debería estar aquí, yo... soy licenciada en Derecho.-dije, sin dejar de mirarle.-Además, esas chicas son geniales. Mira, saben más de dos idiomas, podrían incluso acompañarte al extranjero...-dije agarrando los papeles y mostrándoselos.-Ella incluso tiene años de experiencia en la secretaría y es un poco mayor, tal vez podría darle un aire de responsabilidad a la empresa.-dije mirándole, dándome cuenta de que tenía una sonrisa en su boca.-Solo quiero que no le vaya mal a la compañía, además yo seguiría trabajando aquí en la sala con los demás abogados y podría ayudarla en cualquier cosa que necesit...-él me interrumpió.

Me interrumpió con un beso.
En pocos instantes, sentí sus labios junto a los míos y sus manos agarrando mi cara. Agarré su camisa por el costado y la apreté para evitar que se moviese y dejase de besarme. Sonrió en mitad del beso y mordió mi labio inferior.

-No voy a moverme, princesa.-dijo, notando como sujeté su camisa.

Me alejé de sus labios, pero me quedé aún a pocos centímetros de su cara.
Le miré como si fuese la última vez que lo hacía. Sus manos se colocaron en mi cintura, sujetándome más cerca de él mientras seguía apoyado en su mesa.

-¿Me interrumpiste porque soy un poco pesada o porque no querías darme la razón?-dije, pegada a su cuerpo con una pequeña risita.

-Ambas.-dijo, mirándome con una sonrisa.-Me molesta que pienses que voy a elegir a otra secretaria.-dijo él, haciéndome profundamente feliz, en el interior.

-Yo quiero quedarme, pero sé que es mejor pensar en la empresa.-dije, jugando con su pelo.

-La empresa sigue estado bien contigo aquí.-dijo él, mirándome.

-Quizá estaría mejor si yo simplemente me voy a trabajar de abogada.-dije, con algo de verdad.

-Quizá estaría mejor si te callas y dejas de decirle al CEO lo que tiene que hacer.

Dejé de jugar con su pelo y le miré.
No estaba enfadado, pero se mantenía firme en la idea de que yo debía seguir siendo su secretaria. De hecho, en parte era bueno para mi pues yo nunca quise dejar de serlo, pero sé que una secretaria más experimentada sería mejor en todos los sentidos y tal vez era mejor mirar por la compañía.
Me alejé un poco de él y me crucé de brazos por su respuesta. Él no dejó de sujetar mi cintura.

-¿Ahora te has enfadado?-dijo él, sonriendo.

-No, pero no me gusta que me malinterpretes. No trataba de decirte que hacer, solo decía mi opinión.-dije, aún de brazos cruzados.

-Entonces, ¿tu opinión es que quieres irte?-dijo él, serio.

-No.

-Si quieres hacerlo, hazlo.-dijo haciendo su pelo para atrás, mientras apretada su mandíbula molesto.

Solo de ver cómo apretaba su mandíbula quise que estuviésemos solos por un momento.
Jamás pensé que este hombre podría generar tantos deseos en mi, ni siquiera se me pudo pasar por la cabeza cuando le conocí. Me acerqué a él y le di un beso rápido.

-No quiero hacerlo.-dije, en un susurro rozando sus labios.

-Tampoco te hubiese dejado hacerlo.-dijo sonriendo.

De repente, oímos la puerta del ascensor y ambos nos separamos.
Nos quedamos mirando a la puerta, esperando que la persona que había subido entrase por la puerta del despacho. Casi se me sale el corazón por la boca cuando oí los pasos, menos mal que pudimos escucharlo y no nos pillaron.
La persona tocó a la puerta y Jungkook le dijo que pasara, así que eso fue los hizo.

-Buenos días, señor.-dijo una empleada que ya conocía de antes.-Buenos días, T/n.-dijo ella con una sonrisa que yo también le devolví.

-¿Ocurre algo?-preguntó Jungkook, con confusión.

-Venía a comentarle dos cosas.-dijo ella con formalidad.-La primera es que queríamos recordarle el equipo más cercano y yo que la semana que viene tendremos la cena opcional, pero famosa, donde se reunirán muchos más empresarios, nos gustaría que fuese este año. Usted y T/n, por supuesto.-dijo ella, sin dejar de sonreír.

-No creo que...-dijo Jungkook, pero le interrumpí.

-Iremos. La semana que viene no tiene una agenda muy apretada, jefe.-dije, mirándole.-Será un placer ir.-dije, dirigiéndome a la chica.

-Genial, entonces.-dijo ella, contenta.-Lo segundo se trata de T/n, si no recuerdo mal uno de los empleados la busca.-dijo ella, tratando de recordar el nombre.-Creo que se trata de Taehyung.-dijo ella.

-Ah, sí, dígale que en unos minutos estoy en su despacho. Muchas gracias por avisar.-dije, con una sonrisa.

La empleada se marchó y Jungkook me miró.
Me acerqué a mi mesa para coger mi móvil personal y un papel que necesitaba.

-No vas a bajar.-dijo él, mirándome serio.

-Lo siento, tengo que hacerlo.-dije mirándole, mientras arreglaba mi ropa.

-¿Taehyung manda más que yo?-dijo él, en tono burlón.

-Me necesita. Será algo de trabajo, no merece la pena que te pongas celoso.-dije, con razón mientras me acercaba a él.

-No estoy celoso.-dijo él, mirando a otro lado.

Me reí ante su gesto y quise molestarlo.
Ya sabía de sobra que si estaba celoso, pero me encantaba molestarle cuando estaba así.

-Vale, entonces discúlpame si vuelvo un poco tarde, quizá el trabajo nos lleva a algo más a mi novio y a mi.-dije sonriendo con picardía.

-Solo reza para que no me entere que ese cabrón te ha tocado.-dijo él, casi en un susurro.

-Solo trato de avisarte, quizá entre documentos y papeles termino encima de...-él me interrumpió.

-Como sigas así en el único sitio en el que terminarás será sobre esta mesa, sin ropa y debajo de mi.-dijo, con confianza.

Me quedé mirándole fijamente con una sonrisa al ver cómo le había molestado.
Arreglé mi camisa, cogí los papeles con firmeza y me acerqué a la puerta, pero antes de irme le dije una última cosa para enfadarlo.

-Creo que, para lo que voy a hacer, estaré más cómoda si me recojo el pelo, ¿no?-dije, haciendo como que lo ataba.

-¡T/n!-dijo él, con celos.

-¡Es un broma!-dije riéndome, arreglando mi pelo y saliendo del despacho.

being my boss. [J.JK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora