being my boss. [J.JK]

Capítulo 30: Vas a cansarme.

Mierda.
Miré a Taehyung con demasiados nervios. Si Jungkook me pillaba, probablemente estaría muerta.

-Jungkook va a venir, necesito que le digas que no me has visto. Te quiero, ya te lo explicaré.-dije dándole un beso en la mejilla a Taehyung.

Salí del despacho y miré a ambos lados.
Con suerte, me encontré a Jimin, el cual se dirigía al despacho de Taehyung con unos papeles.

-¡Jiminie! Necesito que me ayudes.-dije con rapidez.

-¿Qué pasa?-preguntó, curioso.

-Acompáñame.-dije, agarrando su brazo.

Lo llevé hasta las escaleras y juntos comenzamos a bajar.
No dejó de mirarme con confusión hasta que llegamos al último escalón, entonces se paró en seco y me pidió una explicación sobre lo que acababa de ocurrir.

-Jungkook está buscándome, y por razones que más adelante te contaré, no quiero que me encuentre.-dije agitada por todas las escaleras.-Mi turno terminará en una media hora, así que me iré dentro de muy poco.-dije, mirándole.

-Y, ¿qué tiene que ver esto conmigo?-dijo, sin entender nada.

-Me hubieses servido de excusa si nos llega a pillar. Podría haberle dicho que me habías distraído dándome estos papeles y que por eso no vi su mensaje.-dije sonriendo.

-Entonces, ¿me has usado?-dijo él, haciéndose el ofendido, bromeando.

-Tal vez.-dije riéndome.-Gracias por ayudarme, te quiero.-dije dándole un beso en la mejilla para despedirme.

-Un momento, realmente tengo mucha curiosidad de saber porqué te persigue el CEO. Además, ¿para qué huyes? No sé qué has hecho pero te aseguro que será peor cuando te vea mañana.-dijo él, con toda la razón del mundo.

-Lo sé, tienes razón. Pero fue mi primera reacción, estaba muy nerviosa.-dije rodando los ojos,-Y ya te diré de que se trata, tú solo sé un poco paciente, no es fácil de digerir.-dije, pensando en Jungkook y yo.

Jimin se quedó en shock, supongo que imaginándose que podría ser.
Me despedí de él y miré el reloj, quedaban veinte minutos para irme, exactamente. Me acerqué a un pequeño rincón donde habían sitios para sentarse y descansar, así que me senté y cogí mi móvil.

Jungkook: será mejor que me digas dónde estás, ahora mismo.

De repente, comenzó a llamarme.
Antes de atender su llamada, le mandé un mensaje a Jennie diciéndole que viniese a recogerme, que era urgente. En cuanto se lo mande, agarré la llamada.

-¿Diga?-dije, nerviosa.

-¿Diga?-dijo sarcásticamente.-¿Dónde estas, T/n?-dijo, y se notaba el desespero en su voz.

-Fuiste tú quien decidió ignorarme y te dije que si salía por esa puerta ya no me verías más hasta mañana. Tú te lo has buscado así que, no te diré donde estoy.-dije, aún sabiendo que eso le molestaría más.

-¿Estás dándome una lección o algo?-dijo en un tono burlón.-Deja de jugar y dime en qué parte de esta puta empresa estás antes de que tu turno acabe.-dijo, con la misma voz de desespero de antes.

-Lo siento, jefe. Mañana nos veremos.-dije y colgué el teléfono.

Todo ese poder y valentía con la que hablé se debía a que en medio de nosotros había un teléfono.
Si esta conversación la hubiésemos tenido cara a cara, probablemente los nervios no me hubiesen dejado siquiera expresarme con total claridad, como suele pasarme siempre.

Jungkook: ¿colgarme la llamada? ¿En serio? Mañana te quiero media hora antes en el trabajo, será mejor que seas puntual y no me hagas enfadar más todavía.