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El instituto me irritaba. Lucas estaba sentado enfrente de mí. Y mordisqueaba un sándwich.

-¿Cómo estas ahora?

-Igual o peor que antes-No tenía ganas de hablar con él. Pero tampoco podía echarle. Aunque estaba apunto de golpear y gritarles a todos.

-Come y listo.

-¿Crees que es así de fácil? Es mucho peor. No tienes idea de lo que es. O como se siente.

-¿Cómo es, como se siente?

-Horrible. Mirar la comida y arrojarla a la basura. Y si la digieres vomitarla. Además tu conciencia. No puedo explicarlo. Y nunca sabrás como es hasta que pasas por eso.

-Suena muy triste. Yo no soportaría no comer.

-Es hermoso sentir la panza vacía. Y verte más delgada día tras día. No sabes que mal que la pase en el hospital, comiendo para poder salir de allí. Quería vomitar toda esa mierda, pero también quería volver a casa.

-Nadie quiere que te mueras. Pero te estas matando ¿lo sabes?

-Lo sé.-Comencé a jugar con mi cabello deprimentemente. De repente Adán, Marina, Camila y Sara se acercaron a nosotros.

-¿Están de novios? La loca enferma y el estúpido dominado.-Dijo Adán.

-Invesil. Son todos unos pedazos de mierdas inservibles, me arrepiento de haberlos conocidos. Los mataría si pudiese. Siéntanse orgullosos por lo que me convirtieron.

-Cállate loca. Si vos te fuiste, nos abandonaste. Tu te marchaste y no te importo nada. ¿Ahora te haces la victima? Jodete. Nosotras quisimos estar a tu lado. Te lo tienes merecido.-Dijo Marina, cruelmente.

-Me alejé antes de que sea tarde.

Tomé mi mochila y me puse de pie. Ya era hora de irse a casa. Cuando di un solo paso, Camila se puso delante de mí.

-Me has humillado. Te estas llevando la atención de todos. Te mereces todo este dolor.

-Puta.-Le dije.

Entonces la empuje y me eche a correr en dirección al portón de salida. Pero los pasos de Marina eran más rápidos y me alcanzó velozmente.

Estaba agitada y demasiado agotada. Así que me acorralaron. Lucas apareció.

-Déjenla. No la molesten.-Pero Adán se giró y le incrusto un fuerte puñetazo en la nariz, dejándolo sangrando.

¿Dónde esta Benjamín? Comencé a preocuparme. Tenía ansiedad y estaba apunto de llorar. El debía estar a esta hora aquí.

-Cobardes.-Dije con tanto odio cargado en mi mirada y voz.

-Salgan de aquí Pendejos.-Benjamín tomó a Marina y a las demás, empujándolas, lejos de mí. Lucas estaba en el suelo limpiándose la sangre.

Pero Adán le izo frente a benjamín. A lo que Adán respondió, tomándolo del buzo gris.

-Déjalo idiota-le grite y empuje a Adán. Este me toma de las manos y me proporciona un cachetazo violento. Entonces le escupí en la cara. Y me reí.

-Deja a Emma. –Entonces Benjamín cerró su mano y le pego un puñetazo con la mano derecha, luego con la izquierda y lo tiró al suelo. Dándole una piña tras otra.

No lo detuve, gozaba de ello. Marina y las otras dos, no se acercaron más. Miraban el episodio horrorizadas.

Tomé a Benjamín del brazo y lo alejé del estúpido de Adán. El cual articulaba unas palabras intendibles. Tenía sangre en su boca y nariz.

♣Adolescentes destruidos☩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora