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El gran salón estaba completamente vacío y un gran eco resonaba en las paredes al pronunciar ''¿Hola? ¿Hay alguien?''. Las paredes blancas al igual que el piso lo hacían pensar que estaba en el cielo, no sabía cómo habría pasado eso pero lo sentía así. Entonces, en el centro del salón visualiza a Nicole, quien le sonreía y le extendió su mano para que él la tomara. Anonadado, la toma y así comienzan a bailar cuando una música delicada y dulce como un piano sonó de fondo. Bailaban por todo el salón sin dejar un rincón, estaban cerca, pero él no le importaba pues no estaba nervioso, estaba seguro al tenerla en esa dichosa distancia. Sentía plenitud al tener su sonrisa tan cercana al igual que su aroma, el tocar su piel con firmeza mientras bailaban. Su corazón estaba emocionado por tanta dicha y entonces, se detienen a la mitad de la sala. Sus miradas siguen intactas, clavadas.

—Nicole, hace tiempo he querido decirte esto, pero nunca encontré el momento apropiado para hacerlo. Ahora estando aquí los dos juntos creo que me atrevo a confesar que estoy loco por ti. Comprenderé si tus sentimientos no me son correspondidos, pero no podía ocultarlo más y seguir guardándomelo en el corazonada.

—Esperé tanto para que me dijeras eso, Thomas, pues mis sentimientos por ti son los mismos. Estoy loca por ti. 

Sus emociones estaban a flor de piel.

—Bésame, Thomas. Solo, bésame de una vez.

Y entonces sintió que si estaba muerto entonces estaba en el cielo correcto pues no estaría en el cielo incorrecto. Sintió un calor en el pecho. La tomó de sus mejillas y tocó sus labios contra los suyos...
Despertó. Observó al rededor de sí mismo para darse cuenta que todo había sido un sueño, un producto de su imaginación mientras dormía y nada más.  Se frustró al pensar que la había besado y confesado abiertamente sus sentimientos por ella, pero que al final de cuentas no había sido más que una fantasía de su mente. Su corazón latía como un loco aún tal como en el sueño, como si hubiese sido real en verdad, ahora volviéndose a rendir entre sus sábanas llevó los dedos hacia sus boca pensando si alguna vez podría besar el cielo con sus labios o quedaría intrigado para siempre. 

Era muy temprano por la mañana y debía dar clases así que se levantó a desayunar y luego de esto se dirigió al trabajo. Para cuando debía salir finalmente, visualizó a Nicole a la distancia con sus clientas siendo tan sonriente y amable como siempre. Sonrió al recordar la noche anterior de su cena juntos y el sueño que habría tenido logrando que sus mejillas se encendieran levemente. Recordó lo bella que se veía con ese vestido y la imaginación que en parte podía darle con él. Aún seguía mirándola con una sonrisa boba en su rostro y ojos brillosos, no sabía si era lo de esa noche la razón de no animarse a hablarle o si era algo más como el sueño, por ejemplo. 
Estaba decidido a cruzar la calle para saludarla hasta que entonces un colega lo interrumpió para hablar de los toques finales para el festival de principio de Mayo ya que sus alumnos bailarían, entonces y sin remedio, volvió a ingresar a la escuela para discutir los detalles. 
Una vez listo y todo decidido, saludó nuevamente a sus colegas y se retiró al fin a su casa pero cuando miró hacia la florería estaba cerrada. Sintió algo de tristeza pues luego de anoche no la había visto o hablado siquiera. Regresó a su casa pensando en muchas cosas, sobretodo entre tantas, en ella.

Por una corazonadaWhere stories live. Discover now