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Había un gran cartel de feliz cumpleaños colgado cerca de una larga mesa con muchas sillas, también muchos invitados conocidos de sus padres que él saludó y familiares presentando a Nicole aunque aún no encontraba a sus padres y entonces se encontró con Arthur. Entre risas se abrazaron de manera fraternal dándose palmadas en la espalda hasta separarse.

—Querido amigo, quiero presentarte a mi hermosa novia, Nicole.

Ella y Arthur estrechan sus manos con una sonrisa en sus rostros.—Era cierto de que es hermosa como me habías dicho hace meses —Nicole se sonroja.

—Y aún sigue en pie lo que te había dicho.

—Espero que así sea.

—¿Y qué es eso? —preguntó confundida.

—Más adelante lo sabrás —ella lanza una sonrisa conformándose con la intriga y una pausa corta se genera—. Oye, amigo, ¿has visto a mis padres?

—Están en la cocina, pero...

Entonces, como por arte de magia, éstos se aparecen en la conversación entre ellos dos y Nicole cerca. Thomas se dirige hacia ellos para abrazarlos a la vez que sus padres le desean feliz cumpleaños al unísono. Al separarse Thomas toma la mano de Nicole para traerla junto a él y frente a sus padres.

—Mamá, papá, quiero presentarles a alguien muy especial para mí —acerca a Nicole tomándola de la cintura con delicadeza—. Ella es Nicole, mi novia.

—Es un placer conocerlos , Sr. y Sra. Wickman —dijo con su dulce sonrisa estrechando la mano de ambos padres, quienes parecían felices de la sorpresa.

—El placer es nuestro, querida. Nos alegra saber que Thomas finalmente haya conocido a una joven tan bella y encantadora.

—Gracias, aunque creo que la suerte la tengo yo —rieron.

—Espero que sean muy felices juntos.

Thomas se sentía feliz, lleno de alegría. Sus personas favoritas se habían conocido y pensaba que el cumpleaños 27 era hasta ahora el mejor de todos. Continuaron hablando entre los cuatro un poco más y por momentos Arthur aparecía en la conversación; sonreía al verla hablar alegremente con sus padres. Ahora alejado un poco de ellos hablaba con su amigo.

—¿Qué piensas de Nicole?

—Ya me cae mejor que tú —ríe un poco. Pausa—. ¿Te preocupaba la reacción de tus padres respecto a ella?

—Algo, más que nada por la diferencia de edad, pero parece no ser un problema para ellos.

—Vamos, son pocos años aunque parezcan más. Lo que importa es que sean felices, Thomas.

—Gracias por tus palabras, amigo —le da unas palmadas en el hombro junto a una sonrisa. Siempre sabía qué decirle.

Horas después antes de que marcaran la medianoche Thomas se puso al pie de la mesa observando su pastel con las velas encendidas al mismo tiempo que todos le cantaban el feliz cumpleaños; cerró los ojos pensando en sus deseos y apagó las velas escuchando los aplausos de todos. El pastel estaba delicioso y luego de tomar una taza de café acompañó a Nicole a la casa. Sus padres les agradecieron por venir y así al despedirse de todos se marcharon. 
No fue un viaje largo y cuando no se dieron cuenta entre su conversación habían llegado. La llevó hasta la puerta.

—¿La has pasado bien, o te sentiste incómoda en algún momento o...?

—No. Me encantó haber ido —respondió con una sonrisa—. Además, conocí a tus padres y también pasé el primer de muchos cumpleaños junto a ti, mi hombre perfecto.

—¿Por qué lo dices? —se acercó a ella con una mirada pícara.

—¿Acaso no tienes intenciones de que así sea? —él asintió.

Se despidió de ella con un beso y se dirigió a su casa pensando que la noche había sido perfecta, su felicidad no le cabía en el cuerpo, nunca pensó lo maravilloso que podía ser cumplir años.


Por una corazonadaWhere stories live. Discover now