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Pasaron pocos meses luego del nacimientos y al fin había llegado la primera navidad de Sam —apodo que todos le decían desde que nació. Esta vez pasarían la noche en su casa y sus padres vendrían luego. Su hijo ya tenía tres meses y por supuesto aún no podía hablar, pero verlo intentarlo era lo más tierno para Thomas y Nicole a punto de sacarles una sonrisa a ambos. Ahora ella se encontraba en el sofá con Sam en sus piernas mientras lo sujetaba, hablaba con él diciéndole lo bonito que era o quién era el bebé más bonito de todos haciéndolo reír a tal punto de contagiarle su risa, música para los oídos de Thomas quién reía desde la cocina al escucharlos mientras terminaba la cena para cuando la familia llegase. Al cabo de media hora estaban todos juntos allí. 
Sus familiares estaban emocionados al ser la primera navidad del niño quien usaba un pijama enterizo de osito que lo abrigaba bien y además le daba un aspecto más tierno del que ya tenía. Todos cenaban mientras que Sam estaba en su silla alta a la vez que Nicole le ofrecía papilla.
Si bien a la mañana siguiente abrirían los regalos, después de la cena sus abuelos no se resistieron y le obsequiaron varios juguetes y ropa nueva para él. Al finalizar el postre se marcharon todos. Ya era la hora de dormir para los tres así que acomodaron la cocina y se marcharon. Cuando Thomas iba a dirigirse a su habitación se topó con la hermosa escena de Nicole meciende suavemente a Sam mientras le cantaba la canción que a él le había dicho antes que naciera. Se quedó observando el dulce momento mientras se apoyaba en el marco de la puerta con una sonrisa en sus labios al mismo tiempo que escuchaba la melodiosa voz de Nicole mirando a su Sam quien se estaba quedando dormido.

''You'll be in my heart
Yes, you'll be in my heart
From this day on
Now and forever more.
You'll be in my heart
No matter what they say
You'll be in my heart, always''

Cuando finalmente se durmió besó con delicadeza su cabeza y lo recostó en su cuna, al girarse se topó con Thomas aún sonriéndole.

—Eres la madre más bella y dulce que un niño pudo tener.

Ella se sonrojó a la vez que sonreía.

—Estoy muy feliz de que haya disfrutado su primera navidad.

Él la abrazó y junto se dirigieron a su habitación. Ella se enredó en su torso mientras el acariciaba su espalda suavemente para besar su frente luego.

—¿Sabes qué pienso? Eres la mejor madre y la mujer más maravillosa.

—Y tú eres el padre más dulce y guapo que haya visto.

Ella levantó una ceja indicándole como si fuera una señal lo que tenía en mente a lo que luego de un beso se puso en marcha, mientras que afuera la nieve decoraba el vecindario junto al frío, en su habitación parecía que el verano había llegado y el calor también.

Por una corazonadaWhere stories live. Discover now