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Pasadas unas semanas y otros chequeos médicos llegaron a la segunda y última ecografía ya que Nicole tenía cinco meses casi y medio. Una vez con la obstetra observaban al bebé. Lucía más gran que la última vez, además parecía muy inquieto el bebé lo que entre ojos brillosos de Thomas los hizo reír; todo estaba bien.

—¿Les gustaría saber el sexo del bebé?

Ambos se miraron por un momento y entonces le asintieron con una sonrisa. No tardó mucho cuando al fin emitió su respuesta: ''es un niño''. La cara de Thomas se iluminó al igual que la de Nicole. Iban a tener un niño, un lindo y sano niño. Comenzó a titubear repitiendo lo que la obstetra y besó a Nicole quien tenía una expresión de felicidad en su rostro. Le agradecieron por todo y al tomar la ecografía ya impresa se fueron a casa. Nicole ya había conseguido el formulario de certificado de maternidad, pues ahora no iría a trabajar hasta que el bebé naciera aunque sea la dueña de la florería, pero sabía que su madre se encargaría de ésta en su lugar mientras que Thomas pediría la baja de paternidad el próximo mes para que a partir del parto tenga al menos dos semanas, a diferencia de Nicole que sería de un año.
Ya les habían comunicado a sus seres queridos la noticia del sexo del bebé y su emoción era tal como la de ellos dos. Ahora ya en la cama charlaban sobre el bebé, la panza de Nicole era más grande que las últimas semanas. Ahora sabía que tendría un hijo. Comenzaron a buscar nombres que combinaran bien con el apellido, pero ninguno les terminaba de convencer por el momento. Además tenían en mente muchas cosas como por ejemplo el cuarto extra que tienen al lado de su habitación para ir preparándolo para la llegada del bebé, así que planearon ir de compras ese fin de semana para tener todo listo. También planeaban comprar la ropa y juguetes y así continuaron por un tiempo. Entonces una pausa abrupta de parte de Nicole se presentó. No se movía, Thomas la miró algo confundido y en eso ella toma su mano y la coloca en una parte de su vientre. Aún con su confusión por ello se quedó en silencio y entonces lo sintió, su hijo pateaba y luego otra vez y otra más. Thomas miró a Nicole con los ojos llenos de amor mientras que una sonrisa dulce se lucía en su rostro contagiándola, era una sensación única y hermosa, hasta estremecedora también.
Besó los labios de Nicole y así permanecieron un tiempo, para después hablarle a su hijo mientras le hacía caricias en su vientre y pequeños golpecitos se sentían cuando Thomas o Nicole le hablaban y así se quedó dormida mientras tanto, él le contaba lo mucho que lo amaba y a su madre sumado a historias de los dos, como si le contara un cuento para dormir.

Por una corazonadaWhere stories live. Discover now