𝟘𝟛

480 29 2
                                    

Capítulo 3

La bienvenida de Peeves

En cuanto llegaron a la estación del pueblo de Hogsmade, todos bajaron sus pertenencias junto con sus baúles de las rejillas sobre los asientos y por los pasillos fueron saliendo. Fuera Lily y Rose se encontraron con Hagrid quien como rutina les daba la bienvenida a los nuevos de primer año y los acompañaba en su llegada en bote por el lago negro.

Hagrid las saludó a ambas con su enorme y pesada mano y una cariñosa sonrisa que las chicas devolvieron con un saludo amistoso. Lily solía ir a visitar a Hagrid a su cabaña después de clases cada vez que podía, Rose solía acompañarla, a veces Albus y Teddy. Aquello le recordó que todavía no había saludado a Teddy aunque prácticamente se la pasaba en su casa ya que su padre Harry era su padrino.

—¡Lily, Rose! —Louis les llamó la atención, un carruaje las esperaba para guiarlas hacia el castillo—. ¡Vamos!

Las chicas con sus baúles aún con su hechizo de levitación, apresuraron el paso hacía el carruaje, Lily no se dio cuenta pero al pasar tan rápido, no notó a Scorpius junto con Albus y un chico más llamado Neil Carlson que ocupaba uno de los puestos de cazador en el equipo de Slytherin. Scorpius la siguió con la mirada mientras terminaba de comer una manzana, ya no escuchaba lo que Albus decía, su atención estaba en la pelirroja subiendo con su gato al carruaje.

Matthew y Daniel las ayudaron a subir sus cosas para luego cerrar la puerta detrás de ellos y sentarse junto con los demás. Dentro todos aguardaban intensamente la llegada al castillo, la noche había caído y se escuchaba desde la poca claridad que había dentro del carruaje, como el estomago de Louis rugía del hambre.

—¿No te bastaron los cinco pastelitos de caldero que te comiste en el tren, Louis? —le preguntó Lucy a su hermano haciendo reír a la mayoría.

—¿O las cuatro varitas de regaliz? —agregó Roxane con una sonrisa.

—¿O las ranas de chocolate? —le preguntó Rose continuando con el jueguito.

Louis las fulminó con la mirada para nada contento mientras llevaba sus manos hacia su barriga la cual volvió a rugir todavía más fuerte que antes.

—Es como un agujero sin fondo... —se quejó Louis y entonces Daniel se acercó a su estomago para escuchar más de cerca.

—Hay como una tormenta ahí dentro... —se rió Daniel volviendo su respaldo hacia su asiento.

—¿Una tormenta? —lo miró gracioso Matthew—. ¿Solo eso?

Lily estaba perdida viendo a través de la ventana del carruaje, no los estaba escuchando, su atención estaba en el camino hacia el castillo, en la luz de la luna que iluminaba sin dificultad los arboles a su alrededor, el bosque prohibido al que tanto Lily deseaba volver a entrar y es que todo lo que tuviese un nombre de advertencia como "prohibido" a ella le daban más ganas de hacerlo, de romper esa regla y no podía evitarlo. Entonces, intentando ignorar sus pensamientos, la muchacha volvió a ver a sus amigos, fue entonces cuando notó como Matthew observaba a Lucy con una sonrisa a pesar de que esta se la pasaba hablando con Roxane y Rose, no hacia falta leer la mente de Matthew para entender lo que estaba sucediendo allí, lo mismo que había ocurrido con Teddy y con Victore, desde hace mucho tiempo antes de que sean novios, Lily sabía que se gustaban y había sido sin querer, todavía no dominaba su habilidad de legeremancia y un día entro en la cabeza de Teddy y vio todo lo que sucedía ahí dentro, cosas que hubiese querido borrar y cosas bastante interesantes, una de ellas era su atracción por una de sus primas.

Entonces el carruaje se detuvo, para Lily el viaje solo había durado unos segundos. El primero en bajar había sido Louis quien hambriento su alegría iba cada vez más en aumento mientras la imagen de Hogwarts se hacía presente a sus ojos, de él y de todos. Lily solo bajo a Salem en sus brazos, y se detuvo como todos los demás a ver el enorme y llamativo castillo.

𝐿𝑖𝑙𝑦 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 | 𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora