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Capítulo 26

¿Y a esta qué le pico?

La mueca de disgusto de una de las chicas de Hufflepuff de séptimo año llamó la atención de la muchacha, esta la observaba desde el corredor por donde ella ahora caminaba. De arriba a abajo la despreciaba sin siquiera conocerla... bueno, en realidad Lily sabía perfectamente que eso no era cierto, si bien nunca había intercambiado palabras con aquella rubia, era evidente que todos en Hogwarts conocían a los hermanos Potter porque su apellido era... legendario.

Se ve de la mierda.

Su amigo a su lado perteneciente a Ravenclaw tampoco guardó sus comentarios, la juzgó de la misma manera que aquella chica.

Lily a veces detestaba tener aquella habilidad, de poder ver dentro de la cabeza de los demás porque en momentos como este, momentos de vulnerabilidad, le era imposible no hacerlo. Su concentración divagaba en sus inseguridades y ahora estaban por encima del límite.

Que vergüenza... agradezco no estar en su lugar.

Alguien tenía que ponerle los frenos, le llego la hora.

Potter... siempre siendo el centro de atención, no importa que haga.

Viéndose así, no es tan linda después de todo.

Ahora entiendo por qué Scorpius la rechazó.

Lily cerró sus ojos sintiendo como su labio comenzaba a temblar preso de la mezcla de angustia, vergüenza, nervios, pena... eran tantas las emociones negativas que sentía en aquel momento que escuchar todos esos comentarios flotando en su cabeza, no ayudaba para nada su situación.

Los corredores de Hogwarts se sentían tan ajenos a ella que Lily ya no reconocía su lugar en lo que siempre había llamado un segundo hogar.

Estudiantes que caminaban en dirección opuesta sonreían burlonamente al verla porque todos se habían enterado de lo sucedido y aunque ella creyó que sus sentimientos eran un secreto que solo compartía ahora con sus amigos, al parecer la devastada expresión que había puesto al ver a Scorpius y su nueva novia la había delatado ante muchos en Las Tres Escobas y ni hablar de todo el llanto que vino después.

Se sentía avergonzada, completamente humillada por exponerse tan patéticamente, y aunque por su orgullo no le gustaba demostrárselo a las personas a su alrededor, aquel día no podía evitarlo.

Arrastró los pies en dirección a la sala común, no estaba de ánimos para cenar aquella noche en el gran comedor, así que con sus libros en mano, evito todos los comentarios que escuchaba tanto a su alrededor como en su cabeza y subió las escaleras que en aquel momento cambiaban de dirección.

Llego al pasillo y al ver que nadie rondaba por ahí, sintió el alivio recorrer todo su cuerpo. Pero esa paz no duró mucho más porque al doblar en la primera esquina, la muchacha se encontró con el peor personaje que podría arruinar su horrible día.

Peeves aburrido ya que todos se encontraban en el gran comedor, flotaba en el aire dando vueltas sin rumbo alguno.

Lily creyó que no la había visto, y aliviada soltó el aire que de repente había retenido dentro por tanto tiempo. Pero la paz no le duró mucho ya que en el momento en que puso un pie en aquel pasillo, Peeves la detectó como si tuviese una mira en sus propios ojos en busca de su próxima víctima.

—¡Pequeña Pote popo teee! —se burló de ella en un cántico que le aturdió los oídos.

—Por favor Peeves, no tengo un buen día —le suplicó tratando de evitar el contacto visual con el poltergeist ya que una vez que lo hacía, estaría realmente perdida.

𝐿𝑖𝑙𝑦 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 | 𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora