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Capítulo 21

Unos días en la enfermería

Lily despertó y esta vez no lo hizo en el campo de juego, por el contrario se sintió mucho más cómoda sobre lo que parecía ser un colchón, pero no era el colchón de su habitación, ni las sábanas, ni la almohada o la frazada.

Abrió sus ojos y lo primero que vió fue una cortina que separaba su cama del resto que se avecinaban a su alrededor. Se encontraba en la enfermería, ya no llevaba su uniforme de quidditch, este colgaba en una de las sillas próximas a su camilla, ahora llevaba ropa mucho más cómoda, era su pijama.

Lily entre medio de un parpadeo miró a su alrededor y notó que sobre la mesa continua a su cama se encontraban unas cuantas golosinas de Honeydukes, y en una de las cartas junto a estas firmaba:

"Mejorate pronto super estrella, te estaremos esperando en la sala común"

—Roxanne, Xenia,
James, Fred, Dan y Matt.

Lily sonrió al ver la letra desastrosa de su primo Fred, si había algo que él no sabía hacer, eso era escribir como una persona decente.

Entonces, escuchó a alguien a su derecha atrayendo su atención por completo. Lily desvió su mirada hacia el intruso de la enfermería, y espero encontrarse con uno de sus hermanos, quizá James o Albus, pero no... no era el caso.

Scorpius comía descaradamente una de las varitas de regaliz que sus amigos le habían dejado como regalo entre tantos dulces, sentado en una de las sillas junto a su camilla esperaba a que abriese los ojos.

—Te comes mis dulces —se quejó Lily al verlo alzar la vista con esos intensos ojos grises que le dieron aquel escalofrío repleto de vergüenza al traer los recuerdos de la noche de aquella fiesta.

En los labios de Scorpius se formó una sonrisa que logro que el estomago de Lily comenzara a saltar incomodándola gracias a sus nuevos sentimientos hacia él, una combinación entre el odio, el rencor y una sensación de atracción que no pudo describir con simples palabras.

—Es lo mínimo que puedes darme después de hacer guardia toda la noche —le dijo este mordiendo una de las varitas.

Lily notó lo desarreglado de su uniforme, su cabello blanco despeinado, su camisa fuera de sus pantalones y su jersey sin mangas por encima de la misma, incluso su insignia de Perfecto no estaba alineada como siempre, ahora se encontraba dispareja sobre su pecho, algo que un perfeccionista no soportaría.

—¿Tú haciendo guardia? Si, claro... —Lily no le creía—, de todas maneras, yo no te pedí nada.

—No creas que lo hago por ti, Albus me lo pidió —Scorpius la miró con tal intensidad que a Lily le dieron ganas de ir al baño—. Tus hermanos creen que alguno del equipo de Ravenclaw se metería en la enfermería mientras dormías.

Y eso si podía creerlo, después de lo sucedido dudaba que los miembros del equipo rival hubiesen quedado contentos con los resultados, mucho peor luego de la pelea en el campo en la cual tampoco salieron victoriosos.

—¿Cuánto te pago? —le preguntó Lily sabiendo que él no haría aquello gratis, ni mucho menos teniendo que ser ella a quien cuidaría.

Scorpius bajó la vista hacia las varitas de regaliz, parecía ofendido, algo impropio en él que Lily no pasó por alto, últimamente Scorpius no parecía ser el mismo de siempre y eso desde hace unas semanas atrás.

—Nada —confesó.

—¿Nada? —exclamó ella sorprendida—. No te creo, ¿qué te ofreció? Dime.

𝐿𝑖𝑙𝑦 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 | 𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora