𝐿𝑖𝑙𝑦 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 | 𝐵𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝐻𝑜𝑔𝑤𝑎𝑟𝑡𝑠

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Capítulo 25

Solo déjenme llorar un poco

Lily abrió la puerta de Las Tres Escobas, necesitaba aire fresco, se estaba ahogando ahí dentro. Pero no era por el humo, no era por el olor a cerveza y la cantidad de magos y brujas que había sentados en aquellas mesas. No... era por culpa de él.

La angustia... nunca se había sentido de aquella manera. Si había estado triste, había llorado, se había estresado y gritado, ¿quién en su sano juicio no había pasado por algo tan común como aquello?

Sin embargo, lo que ella sentía ahora mismo, esa opresión en su pecho, ese disgusto en su estómago, el vació que dentro de ella la carcomía de pies a cabeza, era muy diferente a cualquier tristeza que alguna vez le hubiese dado.

Lo que sentía era una enorme decepción, el pesar que generaba ese agotamiento en su cuerpo. Lily sentía que no podía mantenerse de pie, Lily no podía pronunciar palabra, sus labios temblaban a causa de la angustia que subía por su garganta.

Nunca se había sentido así de mal en su vida... y todo... todo por un amor no correspondido.

Era la primera vez que al sentir algo por alguien y aceptar ese hecho para que luego la decepción del rechazo la golpease como una fuerte cachetada de realidad.

Tal vez ella se había equivocado, tal vez había malinterpretado todo lo sucedido. Sus discusiones eran solo eso, peleas, no significaban ninguna insinuación como todos habían creído, era la realidad que ella había cegado por un encaprichamiento.

Lily para Scorpius solo era la hermana de Albus, la hermana que le llevaba la contra, la hermana que siempre rondaba por la casa cada vez que él visitaba a su mejor amigo en vacaciones, la hermana que no le gustaba su presencia.

La hermana molesta de su mejor amigo...

Él no la quería, no del modo que ella necesitaba. Quizá si se preocupaba un poco a veces, como la vez que se quedó a su lado en la enfermería cuando la golpearon con esas bludgers en el partido de quidditch, pero solo porque su hermano se lo había pedido y Scorpius... Malfoy haría lo que fuese por Albus, no por Lily.

¿Cómo había sido tan tonta?

—Ey Lily —James junto con Fred llegaban con unos cuantos dulces de Honeydukes en sus bolsillos a excepción de los que ya se habían comido—. ¿Quieres unos bombones explosivos?

Lily sabía a quien si dárselos, le gustaría ver como explotasen en su boca.

Sin embargo, no fue capaz de decirlo. Por el contrario, la muchacha alzó la vista hacia los chicos y no pudo aguantarlo mucho más.

Sintió el ardor en sus ojos volverse mucho más intenso, el color de sus mejillas teñirse en un llamativo rojo haciendo juego con su cabello. La angustia subió hasta llegar a su boca esta vez y no fue capaz de retenerla.

Lily estalló en un desgarrador llanto frente a su hermano mayor y su primo.

Las lágrimas saltaron de sus ojos en gran cantidad llamando la atención de ambos. Lily no quiso mantenerse de pie un segundo más y arrimándose hacia ellos, se dejó caer sobre sus pechos. La muchacha con sus brazos extendidos los rodeó a ambos y se sostuvo de sus abrigos con mucha fuerza.

—Oye... no, tranquila... ¿qué sucede? —Fred llevó su mano hacia su cabello para acariciar su cabeza en un intento de calmarla—. Lily... ¿por qué lloras?

Fred alzó la vista y se encontró con la de James quien cumbre del pánico, lo observó con sorpresa. Sus ojos bien abiertos eran la evidencia de su impresión al respecto.