Introducción

56 9 0
                                    

Todas aquellas personas que tienen pensado leer esta historia deben tomar en cuenta y ser conscientes de que esta no es la típica historia que se le contaría a un niño para irse a dormir, o la típica historia de amor llena de tragedias y dramas que te harían llorar con solo prestar tu tiempo a un par de capítulos. En esta historia se narran escenas que pueden parecer muy bizarras o morbosas que no son aptas para personas demasiado sensibles, luego de esto, si gustas seguir leyendo: deberás hacerlo bajo tu propio riesgo. Sin embargo, y antes de continuar, deben saber que aunque esta historia no es basada en hechos reales, está inspirada en personas que sí lo son, personas a las que aprecio y les debo tantas cosas, entre ellas: mi infinita gratitud y lealtad... las personalidades de estas personas, su tipo de relación con los demás personajes, lo que dicen, lo que hacen, lo que piensas, lo que recuerdan, cuando ríen, lloran, aman y se entregan a los placeres carnales en el arte más divino del libertinaje; la mayoría de las escenas que se narran en esta novela, son, como ya he dicho: inspiradas en personas y sucesos que ocurrieron de maneras muy diferentes a como se narra en la realidad.

Por otra parte, "El Diamante Negro" no se diferencia del todo de otras historias, puesto a que, como muchas otras, ésta busca dar una expectativa de la vida y el mundo real: no todo es felicidad y sonrisas, pero tampoco todo es tristeza, disgustos y agonía, no siempre hay finales felices y no siempre hay finales tristes. No existen los héroes reales ni las personas que se atrevan a serlo, muchas veces las personas sentimos ser especiales, diferentes, únicas y poderosas frente al mundo, y sin embargo usamos eso solamente por nuestro bien, porque "¿a quién le importa lo que le ocurra a otras personas con las que ni siquiera hemos tenido una conversación directa? O ¿a quién le importa que un vagabundo viva en la calle pidiendo limosnas todos los días para poder sobrevivir un día más?". El mundo está lleno de personas crueles y escasea de personas bondadosas, abunda la corrupción y la arrogancia, existen muchas personas a las que no les importa maltratar al puro o al débil para quedar bien con alguien más, para tener más "poder" ante los demás, para envenenar sus almas, o simplemente por gusto, solamente para lastimar a seres humanos que no merecen sufrir de tal manera, de los que no se diferencian más que en el nombre o el apellido, la edad y la personalidad, porque, después de todo: todos los humanos somos iguales, si tú sufres por culpa de alguien más ¿entonces esa persona no merece el mismo sufrimiento?, ¿por qué herir? ¿Por qué matar? ¿Por qué burlarse de los demás? Si al final todos venimos de la misma raza, todos nacimos de la misma forma y todos moriremos tarde o temprano. Por ese lado pienso que la justicia no existe en el mundo, una persona que asesina merece el mismo destino, ningún castigo que no sea la muerte le da una lección al sujeto que cegó la vida de alguien más. La persona que ayuda merece ser ayudado cuando necesita serlo, y los que mandan a los demás también deberían ser mandados, de otro modo ¿de qué sirve ser iguales si hay gente que vemos como "superiores"? Un niño no se diferencia de un hombre solo por ser un menor, aunque tengan colores de piel diferentes, aunque tengan sangre distinta, aunque tengan gustos distintos; cada ser en el mundo es único como persona, pero igual al resto como "humano", y cada quien debería ser tratado como tal, no como una basura. "La inteligencia es lo que traza la corta línea que nos diferencia a nosotros los hombres de los animales", pero, si seguimos atacándonos unos a otros, si seguimos dañando el planeta en el que vivimos, si seguimos dejándonos guiar por "superiores", si no hay justicia verdadera, entonces no somos tan diferentes a ellos ¿cierto? Porque, los animales también temen, sienten, sufren, sobreviven, y sin embargo, nunca he visto a un león atacar a otro sin ningún motivo lógico, entonces, que nosotros lo hagamos ¿no nos haría más inferiores a ellos?

La vida, no obstante; no está hecha para vivir sufriendo eternamente, de otro modo no podría llamarse una "vida", sino una tortura, y ¿qué sentido tendría vivir siendo torturado? Vivir es reír, jugar, amar, llorar, correr, bailar, cantar, comer, gozar, dormir, soñar, avanzar, sonreír, temer, sobrevivir... ¿a quién le importa el futuro, a quién le importa cómo moriremos o qué nos depara la muerte, si un cielo o un infierno? Lo importante es vivir el presente sin preocuparnos del pasado o el futuro, vivir siendo felices, sin arrepentimientos, sin ver hacia atrás, avanzar y seguir adelante, cometer errores y aprender de ellos, tomar decisiones y seguir adelante aunque sean las correctas o las erróneas, después de todo: es imposible saber cuál es la respuesta correcta.

El Diamante Negro | Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora