LAS MANÍAS SON CONTAGIABLES
Una de las cosas más adorables que Chat Noir sabe de Marinette es una cosa: Cuando está diseñando o confeccionando, tiene la tendencia de siempre sacar la lengua. Ya sea solo la punta o la mitad de ella, Marinette siempre hacía ese gesto cada que estaba concentrada.
A veces cuando diseñada se le quedaba viendo en espera de que haga aquél divertido y tierno gesto, y cuando lo hacía le sacaba sonrisas enormes.
Para él, la chica azabache era una caja de sorpresas que cada que pensaba que lo había visto todo le salía con muchas ocurrencias más. Incluso se había dado una oportunidad que en un momento de inspiración había hecho su peculiar manía y él le había tomado una foto.
Sí, lo había correteado por la habitación cuando vio lo que había hecho pero valió totalmente la pena.
En fin ese día había querido aprender a tejer, teniendo la ayuda de la ojiazul, quien lo estaba guiando en cada paso para que no hiciera nada mal, y aunque hubo pequeños errores al inicio, el héroe había tomado ya un ritmo y lo estaba haciendo bien.
—Me sorprendes Chat—. Lo eligió ella. —Yo tardé mucho en aprender a tejer.
—¿Qué te puedo decir Princesa?—. Dijo él. —Soy bueno para muchas cosas, y hoy, se agrega tejer a la lista... ¡Au!
—Veo que debes aprender el gran arte de quitar el dedo del lugar en donde va a salir la aguja—. Comentó Marinette divertida.
—No me haces gracia—. Aclaró Chat mirando de mala gana a su instructora mientras detenía un momento su acción.
—Al fin y al cabo, ¿Qué planeas hacer?
—No tengo idea—. Respondió el héroe. —Una manta quizá, o una bufanda tal vez.
El rubio siguió con su acción, aún sin saber cuál será el fin de su trabajo pero decidió concentrarse en lo que hacía para no volver a lastimarse, y así probablemente hacerle un agujero al su traje. Simplemente, decidió concentrarse.
Mientras, Marinette revisaba unos mensajes en su teléfono en lo que miraba de tanto en tanto a Chat Noir, y en una de tantas veces, tuvo que abrir la cámara del teléfono y le sacó una foto a su amigo y compañero.
—¿Por qué me sacaste una foto, Marinette?—. Preguntó el rubio volteando a ver a la azabache.
—Los gatos a veces sacan la punta de su lengua inconscientemente, pero yo diría que las manías mías son contagiables—. Explicó Marinette.
Para después revelar a Chat Noir de él tejiendo, sacando ligeramente la punta de su lengua.
—Te vez muy tierno, minino.
Y en menos de diez segundos, la Dupain-Cheng ya estaba siendo correteada por el héroe felino, pero estaba feliz de que su tan ansiada venganza contra el ojiverde ya haya sido completada con éxito.
Aunque ahora, ya había un par de fotos de ambos, tomadas por el otro, haciendo el mismo tierno gesto, cosa que guardarían para el futuro y molestarse entre ellos.
¿Qué mejor que molestarse entre ellos?
—¡Marinette Dupain-Cheng, regresa en este instante!
—¡Oblígame teñido!
—¡Que soy natural!
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El Caballero Negro y su Princesa
FanfictionDos adolescentes que se conocieron por una situación peculiar. Dos adolescentes que son opuestos, pero juntos hacen una gran dupla. Dos adolescentes que se reunen en una habitación rosa, cuyas paredes guardan mil y un secretos de ambos. Un Caballero...