8. No me digas qué hacer

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INSOPORTABLE

¿Cómo habían llegado a esa situación? Era la pregunta de ambos adolescentes en ese momento.

Pasaba lo siguiente, aquella noche le tocaba patrullar a Chat Noir solo, pero gracias a una tormenta eléctrica tuvo que buscar un lugar donde refugiarse, solo que no esperaba que ese lugar fuera la habitación de la persona que él considera más insoportable que conoce: Bridgette Dupain-Cheng.

Por otro lado, la chica de largas coletas ahora se cuestionaba su propia humildad y amabilidad, pues de no serlo, no estaría atrapada con su irritante compañero. Ella lo consideraba bueno, y amigable.

¡Hasta cierto punto!

Pensaba que era otro de sus compañeros el que se encontraba fuera en esa noche de tormenta y decidió ayudarlo ya que es peligroso estar afuera, solo que no pensaba que se trataba de Chat Noir.

—Si así tratas a tus invitados, imagino que no debes recibir muchas visitas—. Murmuró el héroe de brazos cruzados, pero de todas maneras su contraria lo escuchó.

—¡¿Quién te crees para hablar así de mí?!—. Lo acusó Bridgette. —¡No me conoces, y si estás aquí es porque es muy peligroso estar afuera! ¡Deberías agradecerme que no eres gato frito!

—¡Preferiría mil veces ser gato frito a estar aquí! ¡Me largo!

Chat Noir caminó hacia una de las ventanas de la habitación listo para largarse de ese lugar pero apenas abrió la ventana el fuerte viento que había impulsó la lluvia hacia el rostro del muchacho quién pronto cerró de nuevo la ventana y volteó su empapado rostro hacia la chica que lo miraba con el ceño fruncido y de brazos cruzados.

—Te lo dije—. Habló ella.

—¡Estoy mojado, no frito!

—¡Da igual, idiota!

—¡A mí no me gritas!

—¡Es mi habitación, mi techo, hago lo que yo quiera! ¡No me digas que hacer!

—¡O no, tú no me digas qué hacer a mí!

Muchos minutos de gritos después...

El rubio y la azabache estaban sentados  cada uno a un extremo de la habitación mirándose enfadados tratando de evitar gritar otra vez ya que misteriosamente alguien le había lanzado a ambos hilos de coser de la de coletas, con aguja incluida, después de que su nivel de griterío sobrepasó los límites máximos.

Chat Noir volteó con la mirada hacia algunas partes de la habitación para verificar que no hubiese alguna clase de fantasma que lo quisiera lastimar con más hilos u otro material de costura.

—¿No piensas irte a dormir?—. Preguntó él tratando de sonar lo más calmado y tranquilo que podía, mientras se repetía "Actitud Félix" en su cabeza.

—Hay un superhéroe adolescente en mi habitación, en una noche de lluvia donde no se puede salir; prefiero mil y un veces quedarme despierta a tratar de pegar un ojo—. Mencionó ella volviendo a estirar la liga elástica en su muñeca antes de soltarla y que está golpeara contra su piel, dejándole una marca roja.

No iba a sucumbir al sueño.

—Tonta—. Susurró Chat y tan pronto como se burló de Bridgette, una tela amarilla cayó sobre su cabeza, asustándolo.—¡Hay, por favor!

Bridgette se rió por aquello, para luego a ella también caerle la misma tela amarilla.

Eso y tal vez mucho más los ayude a repertar el sueño de cierta kwami roja.

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Técnicamente esto es BridChat, pero tenía problemas para la trama de esterero hasta que estos dos llegaron a mi cabeza. Y auque sea BridChat, sigue siendo un Marichat :p

El Caballero Negro y su PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora