31. Viaje en el tiempo

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CIENTÍFICO LOCO

Para otros sobre su mesa habían vasos con distintas cantidades de agua, pero para él eran distintas pócimas y químicos de diversos colores. Para otros el lugar era su habitación común y corriente, pero para él era su sala científica. Para otros era su closet, pero para él era su más reciente invento: Una máquina del tiempo.

Había inventado el viaje en el tiempo.

—¡Muajajajajajaja!—. Dijo el pequeño rubio de ojos verdes de cinco años de edad, creyendo que al reírse en aquél momento un fuerte relámpago aparición y se oyó tras de él. Dejaba volar su imaginación muy seguido. —Por fin la máquina está lista, ¡El tiempo me pertenece!

—Que no te oiga tu tía Alix, cariño, o podría molestarse—. Mencionó una mujer entrando en la habitación con un cesto mediano lleno de rompa limpia.

—No me importa—. Habló el niño.

—¿Qué dijiste Louis?—. Lo retó su madre.

—Nada mami...—. Dijo ahora nervioso el ojiverde.

Y la azabache ojiazul, sonrió ante ello. No debía molestarse tanto, después de todo Louis era solo un niño pero debía educarlo bien.

Aunque sin embargo el carácter de Marinette Dupain, ahora Agreste, seguía siendo el mismo de siempre.

La ojiazul caminó hasta el closet con el fin de guardar la ropa limpia de su hijo más pequeño, pero el infante se metió en su camino antes de que siquiera pudiese abrir la puerta.

—¡Alto mami, no puedes pasar!—. Advirtió.

—¿Por qué?—. Preguntó ella arqueando una ceja.

—Porque eso no es un closet, es una máquina del tiempo que inventé ¡Ahora el tiempo es mío!

Marinette sonrió por las ocurrencias de Louis, extrañaba eso de sus hijos mayores así que trataba de disfrutar lo máximo que podía tener a Louis de ese modo, así que se agachó a la altura del niño y dejó el cesto a un lado.

—¿Una máquina del tiempo? Qué curioso ¿Planeas viajar tú o qué?—. Preguntó la madre.

El pequeño ojiverde se dirigió hasta su cama y de allí tomó algo que estaba al lado de su almohada: El peluche de Chat Noir.

—Planeo enviar a este pequeño Chat Noir por el portal, para que viaje en el tiempo y regrese como un adulto—. Explicaba Louis.

Explicación que llegó a oídos de cierto rubio también ojiverde que pasaba por casualidad por el pasillo comiendo un muffin. Aquello dicho por su pequeño "igual" le interesaba.

Por otro lado, Louis y Marinette le dieron la espalda a un "portal" ya que el de cabellera rubia iba a preparar al héroe para el viaje que iba a realizar.

—Una botella con agua, un ratón de juguete y una galleta—. Mencionaba el niño mientras iba guardando cada cosa, a excepción de la galleta ya que...

—¿Esa es una de las galletas que hice hace rato?—. Cuestionó Marinette.

—¡Y está caliente!—. Gritó Louis arrojando la galleta al pequeño bolso verde donde tenía las otras cosas.

Ya después de aquello, cerró la mochila y la tomó de una mano mientras que de la mano contraria sostenía a Chat Noir.

—Muy bien Chat Noir, llegó la hora. Muy buena suerte aunque seas un gato negro. Confío en ti para que no hagas un desastre—. Decía Louis, mientras Marinette aguantaba las ganas de reír. —¿Algo que quieras decirle a Chat Noir, mami?

—Mucha suerte Gato tonto—. Dijo ella.

Louis abrió el "portal" y lanzó a él a Chat Noir junto con la mochila mientras Marinette hacía un saludo militar. Después de cerrar el "portal" madre e hijo quedaron viendo la puerta unos segundos antes de que la misma la tocaran por dentro.

—¡Funcionó!—. Celebró Louis.

—¿¡Funcionó!?—. Cuestionó Marinette asombrada.

¡Boom baby!—. Exclamó un adulto Chat Noir abriendo las puertas del closet.—¡Claro que funcionó!

—¡No puedo creerlo! ¡Soy un verdadero científico!—. Exclamó emocionado Louis. —¡Voy a contárselo a Hugo!

Louis salió corriendo de su habitación, dejando a su madre y al recién llegado superhéroe solos.

—¿Cómo se encuentra la tarde de hoy, Princesa?—. Preguntó el héroe haciendo una reverencia.

—Muy bien, gracias, ahora ¿Cómo te metiste al closet?

—Cuando escuché a Louis decir que traería al Chat Noir del futuro, no aguanté al imaginarlo triste si no pasaba—. Explicó el de traje negro. —Así que me escabullí cuando ustedes no veían y me metí al closet, y después salí de él... espera...

Pero el héroe no pudo detener a su esposa antes de que ésta soltara una sonora carcajada que retumbó en toda la habitación.

—¡Ahora todo tiene sentido!—. Exclamó Marinette antes de seguir riendo.

El héroe sintió que algo se rompía en su interior, así que antes de que toda su reputación se estrellara (si es que aún no estaba todo destruido) tomó las mejillas de la mujer y le plantó un beso en sus labios.

—Para que te quede claro que a mi silo me gustan las chicas, y que la única chica en mi vida eres tú, Marinette—. Mencionó él al separar el beso.

—Lo sé—. Mencionó ella, antes de robarle un beso a su esposo. —Aún así me divertiré por un rato.

Y volvió a reír, antes de tomar la cesta de ropa y entrar al "portal" y empezar a guardar la ropa de Louis. Chat Noir por otro lado sacó la galleta de su bolsillo antes de dejarla entre sus dientes, ordenar su destranformación y salir de la habitación aburrido.

Era un gato diva, pero le gustaban las chicas.

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¡Y de esta extraña manera terminamos el Mayo Marichat!

Quiero darles las gracias a todos los que han votado y comentado en los capítulos de todo este mes, me hicieron sonreír mucho y lograron que una de mis historias llegara a las 2k en un sólo mes ¡Con mi otra historia, "¿Sólo Amigos?" esa cantidad me tardé nueve meses!

Los amo un montonazo, ganaron mi cariño, ¡Un abrazo!

..Mystery..

El Caballero Negro y su PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora