11. Chat Blanc

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MEMORIA EN BLANCO

Le costó gran parte de su mesada pero al fin Marinette tenía ese tinte de fantasía, lavable, que tanto quería: Blanco albino.

Se colocó de él hasta la mitad de su cabello como mechas pero el resultado era el que quería, unas bonitas mechas blancas en su lindo cabello azabache, ahora suelto. Oyó la trampilla del tragaluz abrirse y vio como Chat Noir hacía acto de presencia en su habitación nuevamente.

—Hola Marinette—. La saludó. —¿Ya entraste en años?—. Bromeó.

—Muy gracioso; es tinte de fantasía color blanco albino, hace mucho que lo quería comprar ¡Y al fin es mío!

—¿Puedo probar?—. Preguntó él haciendo ojitos tiernos a su amiga.

—Por supuesto minino, no hay problema—. Aceptó Marinette. —Es lavable así que no tendrás problemas luego.

—Se oye bien para mí.

Durante los siguientes 45 minutos o más ambos adolescentes se divertían colocándole el tinte al héroe felino y viendo qué tal le quedaba al final, llevando al héroe a quedarse con su cabellera rubia completamente blanca.

—Te queda increíble—. Elogió la Dupain-Cheng.

—Lo sé, está demasiado genial, creo que ahora soy un gato albino.

—Espera, falta algo.

Marinette se dirigió hacia su mesa de costura donde recordaba haber dejado una camiseta blanca que iba a personalizar pronto pero en ese caso servía para acompañar la nueva apariencia de su compañero y amigo. Le entregó la camiseta a su contrario y él sin problemas se la puso, solo teniendo que acomodar el cascabel después que había quedado dentro.

—Eres el ying y yang en forma de gatito—. Bromeó Marinette.

El héroe después se miró al espejo contemplado su nuevo aspecto.

—Si la máscara y las orejas fueran blancas y mis ojos fueran... no sé ¿Azules? Complementaria el atuendo a la perfección, y así nace el nuevo Chat Noir... ¿O debería ser "Blanc"?

—¿Blanc...?—. Cuestionó Marinette en un susurro casi inaudible, retrocediendo unos pasos, perturbada al escuchar aquella simple palabra.

Sintió como sus piernas empezaban a flaquear, como todo su cuerpo empezó a tener escalofríos y sus labios temblaban horriblemente, y en su cabeza, los recuerdos de su más difícil batalla en todo su tiempo de heroína regresaban como dagas afiladas.

"¿Mi Lady?"

Escuchó la voz de él de pronto. Y más de las frases que había dicho empezaron a llegar.

"¡Me darás tu Miraculous!"

"¡Ahora rompiste algo más que mi corazón, Marinette!"

"¡Dame tu Miraculous para que todo vuelva a ser como antes!"

"Nuestro amor dejó el mundo así, mi Lady"

Aquello la desgarraba, la estaba matando.

"Todo era perfecto hasta que Hawk Moth descubrió todo"

El Caballero Negro y su PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora