15. Amistad

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OTRO MÁS

Esa noche Chat Noir llegó un poco más tarde a su diaria visita con Marinette ya que tenía asuntos importantes que atender antes y por ende llegó algo tarde, demostrándole a la chica que de verdad el rubio apreciaba la amistad que ambos tenían.

Ahora estaban recostados sobre la cama de la chica, rememorando algunos de sus momentos favoritos desde que empezaron a frecuentarse de esa manera.

—Esta es una de las mejores amistades que tengo—. Mencionó ilusionado el héroe y su amiga lo observó curiosa.

—¿Y qué pasa con Ladybug?—. Cuestionó alzando una ceja algo curiosa pero manteniendo su sonrisa.

—También le tengo mucho aprecio a Ladybug, desde que nos enfrentamos al primer akumatizado juntos, en ese momento en que ella estaba muy vulnerable que creía no poder ser una buena heroína, fue gracias a mí que ella pudo levantarse y al final vencer, porque necesitaba ayuda, alguien que la alentara. Desde ese entonces, la amistad que tenemos ella y yo ha sido un lazo que no quisiera romper... a pesar que no podamos estar juntos de la forma que siempre he querido.

Marinette lo miraba después de lo que dijo con una mezcla de tristeza y agradecimiento. Sabía que ese anhelado sueño de él de que lleguen a ser algo siempre la dejaba mal porque él había intentado de mil y una maneras de tratar de conquistarla y aunque jamás admitiría en voz alta que ese gato mañoso sí le atraía, se sentía mal por causar tanta desilusión en él.

Más estaba agradecida que él apreciaba tanto la amistad que ambos habían forjado desde hacía un largo tiempo.

—¿Y nuestra amistad?—. Preguntó la chica y su invitado la miró con burla.

—¿Celosa?

—¡¿Yo?! ¡¿Celosa?! ¡Jamás!

Y de todas maneras no tendría por qué estarlo, si se trataba de su amistad con él en sus dos formas, pero como él no lo sabía, quería saber como tomaba su amistad con ella como civil.

—Si tú lo dices—. Rodó él los ojos mientras hablaba. —Contigo Marinette, a nuestra amistad le tengo un gran aprecio, ya que esa noche que Ladybug me dejó plantado me brindaste tu apoyo y a pesar de que yo en ese momento estaba algo pesimista, supiste como ayudarme a pesar de todo lo que estaba pasando.

—Tú y yo estábamos tristes y con el corazón dolido, así que nos ayudamos mutuamente para poder de alguna manera salir adelante de esa situación—. Mencionó ella. —Y aunque después de eso no nos vimos más, el destino en forma de bebé recién desakumatizado nos volvió a juntar.

—No te voy a mentir, toda esa experiencia fue extraña—. Comentó el ojiverde. —Pero después de todos lo malentendidos que causaste, pudimos hacernos amigos.

—Espera, ¿Malentendidos que yo causé?

—¿Quién de los dos se confesó de la manera más espontánea y sorpresiva de todas?

—¿Y quién siguió todo el drama por ser un glotón?

Tras aquello hubo un pequeño silencio donde ambos adolescentes se miraron desafiantes, se sentaron aún manteniendo la mirada hasta que no aguantaron y se rieron como los locos que eran.

—Admito que no debí ser tan impulsiva—. Se sinceró ella.

—Y yo aprender a no ceder ante la comida... aunque es muy poco probable—. Ahora él.

—Aunque tengo curiosidad—. Volvió a hablar la ojiazul. —Si mis padres no hubiesen llegado y tú tuvieras que darme una respuesta en ese momento ¿Qué me hubieras dicho?

—Bueno, al día siguiente, me sinceré de una forma clara para no romperte tanto el corazón, aunque no sirvió de mucho al final. Pero si te hubiese dicho una respuesta en ese momento lo más probable hubiese sido decir algo rápido porque la mamá del bebé Augusto debía estar preocupada y me quedaba poco tiempo de transformación.

—Entonces, ¿Qué hubieses dicho?

El héroe de la mala suerte colocó una de sus manos sobre el hombro de la azabache y le dedicó una sonrisa.

—Marinette, eres una chica asombrosa pero... eres solo una amiga.

Tras oír aquello el rostro sonriente de Marinette se tornó pálido y un ligero tic en su ojo izquierdo apareció.

¿Qué acaso todos los rubios de ojos verdes que conocería y a los cuales le tenía aprecio le dirían siempre esas estúpidas palabras?

El Caballero Negro y su PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora