(***)
Las risas de ambas primas resonaba en todo la cabaña, Mabel había rentado películas muy buenas, la mayoría era de amor y romance, y las otras eran de comedia. Petición de la joven azabache.
Se la estaban pasando muy bien, Mabel quería estar más tiempo con su prima, sabía que en cualquier momento el triangulo volvería por venganza ante ellos. Y como él había dicho, se llevaría a su prima, el ya conocía su punto débil.
Por otro lado. El castaño sólo observa el techo con total aburrimiento, mientras escucha las carcajadas de ambas chicas que se encontraban en el piso de abajo. Cerró los ojos y lanzo la pequeña pelota al aire para agarrarla en su mano una vez cayera.
—¡BILL, REGRESAME MI CUEPRO! —Grito una molesta vocecita conocida para Bill. Frunció el ceño sin abrir los ojos.
—Cállate niño pino. —Gruño entre dientes─ Ya pasamos por esto antes, deja de llorar.
El gemelo seguía maldiciendo a Bill quien hizo oído sordo ante las palabras que salían de la boca del castaño. Dirigió su mirada a la cama de Mabel, en la pared había fotos y una carta; La cual llamo su atención.
Se levantó bajo la mirada confusa de Dipper, Bill camino hasta donde la carta se encontraba, la tomó y la examinó
Supo exactamente de quién se trataba la carta, a un lado de esta había una fotografía de amabas primas de pequeña estatura y edad. Dejo de mirar a las diminutas chicas y leyó la carta;
"¡Hola Mabel!
Tengo muchas cosas que contarte. Hoy he conocido a un hombre quien es muy serio si me lo preguntas, estuvo hablando con mis padres, quizás estén organizando mi fiesta de cumpleaños que es en una semana, ¿Te imaginas, todo lleno de luces y cosas deliciosas para comer? Ojala pudieras venir, me haces muchas falta, ¡ah sí! ¡Dile al Nerd ese que lo quiero, y espero volver a ganarle en uno de los juegos de Mesa!
PD: Los extraño. Encontré esta fotografía en la caja de recuerdos que hicimos la última vez que viniste.
02/10/2019"
Bill leyó atentamente la carta. Con solo tocar la nota pudo presenciar el recuerdo exacto de el día que fue escrita, aun se preguntaba él porque sus padres le habían ocultado del hecho de que se iban a divorciar, la mantuvieron que ilusiones que nunca cumplieron. El recuerdo fue interrumpido por el sonido de la puerta. Bill dejo la carta donde estaba y se giro, Mabel estaba ahí y lucía seria, el demonio simplemente metió sus manos a los bolsillos y resoplo.
"Ella ya lo sabe..."
Algunas mechas escapaban del cintillo morado que estaba en su cabeza. El castaño observó a su "Gemela" con seriedad. Aun que al demonio no le interesaba ocultar su descontento por ser descubierto tan rápido, debió verlo venir.
—Eres un Maldito... —Murmuró. Alzó la cabeza con enojo observando el cuerpo de su Gemelo siendo poseído por el demonio que los atormentaba sin cesar— ¡Se que eres tu Bill Chiper!
El castaño alzó una ceja y sonrió de lado, junto sus manos aplaudiendo en el acto, mientras sonreía con diversión. Luego llevo una de sus manos a su cabello echándolo hacia atrás, dejando a la vista la marca en la frente que tanto odiaba Pinetre.
—¡Debo reconocerlo Estrella Fugaz lo has descubierto! Pero... —Dice dejando de sonreír, para luego mirara a la Castaña con aquel brillo amarillo tan característico de un gato— ¿Qué ganas con saberlo? No eres capaz de golpear a tu propio gemelo niña.
"─¡Mabel te está provocando, no lo escuches!" Grito Dipper hacia su gemela, pero nadie podía escucharlo y ya no tenía marionetas para controlarlas, y comunicarse.
—¿Que le hiciste a Dipper? —Chillo. Se acercó a él amenazadoramente. Lo que provocó una sonrisa por parte del demonio.
—Digamos..., que tome prestado su cuerpo. Viejos tiempos ¿No? —Contesta de forma juguetona. Mabel frunce el ceño, Aprieta los dientes y se acerca a su "hermano", lo toma de la camisa y lo atrae a hacia ella en una acción amenazante.
El castaño sonrió malicioso. Enojar a Estrellas Fugaz es más fácil de lo que Bill recordaba.
Se acercó a él oído de Mabel, ignorando su acto amenazante, un escalofrío recorrió a la castaña. Miedo e impotencia, fue lo que sintió.
—Vamos Estrella fugaz, ¿no es lo que quieres? —Dijo el castaño con un tono escalofriante. Río antes de continuar— Golpéame, y hazme saber cuánto me odias Estrellas fugaz.
El chico continuaba diciéndole cosas a la Castaña, incitándole a golpear el cuerpo de su hermano. Dipper trataba de hacer entrar en razón a Mabel, pero esta no escuchaba más que las palabras de Bill.
—Cállate...
Al escucharla continúa diciendo cosas más ofensivas. Mabel apretó los puños en la camisa de Dipper. Si que tenía ganas de golpear a Bill.
—¡He dicho que te calles maldito Dorito mal nacido! —La chica se abalanzó sobre el cuerpo de su Gemelo y golpeó su mejilla.
Bill, quien se estaba alimentado de las emocione negativas de La Castaña reía como frenético mientras le decía que continuará y se desquitara todo lo que quisiera. Mabel golpeaba constantemente la cara y pecho de su hermano, con la ligera esperanza de que esto le afectara al demonio.
Luego de algunos golpes más Mabel dejó de hacerle daño, su casquilla cubrió sus ojos. Esta se encontraba en el regazo de su hermano mientras soltaba algunas lágrimas.
Bill observó el techo completamente serio y lleno de moretones. Amaba el dolor humano, y sentirlo era muy placentero para el, pero ya se había aburrido de molestarlos.
Faltaba muy poco para que un nuevo Raromaguedon comience. Y está vez ya sabía que a haría.
Mientras este se estaba preparando, haría sufrir a la Familia Pines, los alejaría de la joven y luego, se la llevaría y la haría su esclava. Pensó que sólo le serviría para liberarlo, luego le diría quien era, así lo odiaría y la haría sufrir igual que su familia.
Pero la familia Pines fue tan estúpida, que le borraron la memoria. Ahora la azabache podría serle de ayuda más adelante. Claro, eso fue lo que pensó, no estaba en sus planes tener la maldita obsesión de tenerla a su lado.
Bill salió del cuerpo del Dipper, y este volvió a su cuerpo sintiendo un gran dolor en su cara.
—Mabel...
Esta levanta la mirada y sonríe al ver a su gemelo de vuelta. Lo abrazo mientras se disculpa por haberle pegado.
Cuando Dipper intenta buscar a Bill con la mirada este ya no estaba, era raro que Bill se fuera. En un pasado este haría que el chico pino estuviera al borde de la muerte.
Decidió ignorar eso por ahora y pedirle a Mabel que lo ayudara a recostarse.
(*)
Por otro lado. Una azabache se encontraba durmiendo plácidamente en su habitación. Ya casi eran las doce de la noche, y esta usualmente se acostaba temprano.
En la oscuridad de la habitación una nota yacía en la mesita de noche de la azabache. Era una invitación, una invitación para un encuentro en lo más profundo del bosque. No había un nombre, tampoco había nadie en la habitación. ¿Quién había dejado una nota en su habitación?
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M ᴇ ɴ ᴛ ɪ ʀ ᴀ s [#1] ©
Fanfiction𝘾𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙖 ✔️ Los sueños son el mejor analgésico, sobre todo cuando quieres escapar de la realidad. Harías lo que fuera, incluso si un extraño demonio te ofrece un trato bajo dulces mentiras. #1 - 𝗚𝗶𝗱𝗲𝗼𝗻 |04/09/2020| #1 - 𝗣𝗮𝗰𝗶𝗳𝗶𝗰...