M ᴇ ɴ ᴛ ɪ ʀ ᴀ s [#1] ©

11

—3 Días después.—

(***)

Las noches pasaban y la relación del rubio y la azabache se fortalecía, o por lo menos eso creía ella. No podía parar se pensar el muy cómoda que se sentía con el rubio, con tan solo un contacto de miradas, el estomago de la chica se apretaba. Una sensación rara pero agradable,

—Oye Bill. —Lo llamo.

Bill solo respondió con un quejido. El se encontraba recostado en un sillón mirando al techo con los ojos cerrados, sus manos detrás de la cabeza. Ella solo se acercó a él y se inclinó para verlo mejor, tapándole la luz que iluminaba el rostro de Bill.

—El otro día encontré un libro muy extraño en mi cama, tenía una mano en medio así que, quizás es el libro que buscas. —Anuncio. Se había sentado a un lado del chico y observo atentamente como reaccionaria ante lo que dijo. Un hormigueo se sintió en sus dedos.

Abrió uno de sus ojos y la observo. No se movió, solo alzo la comisura de sus labios y sonrió, su ojo brillo ligeramente.

—¿Ya lo encontraste? —Preguntó fingiendo asombró.

Se levantó Repentinamente quedando a escasos centímetros de la cara de la adolecente. Esta se puso roja como tomate, se alejo unos centímetros de él, se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

—S-Si, Apareció en mi habitación el otro día...

—Oh, Haces un excelente trabajo mi querida ________. —La mencionada se giro con una sonrisa. Sentía que por primera vez estaba haciendo algo bien.

Sin saber realmente lo que tramaba el triangulo humanoide.

Un aura celeste rodeada a la chica, quien se elevó unos metros del suelo. Ella quedó confundida y observó a Bill quien mantenía su sonrisa maliciosa. La oji verde fue empujada en dirección al rubio, una vez estuvo lo bastante cerca del cayó al piso Repentinamente. Golpeándose la cabeza.

—Bien______, Ahora tendrás que recitar algunas palabras que salgan aquí. —El libro apareció en su mano. Ella quedó aún más confundida.

Sabía que eso serviría para liberar a Bill, pero ¿Era necesario hacerlo ahora?

Nunca se lo habia preguntado antes.

El aura simpática del rubio cambió drásticamente a una oscura perversión la azabache estaba asustada, no sabía con exactitud lo que pasaría una vez que liberará al Bill. No pasaría nada malo ¿verdad? Después de todo son amigos. ¿No?

—B-Bien... —Tomó el libro en sus manos. Este se abrió solo y las páginas pasaron hasta llegar a una en especial, en la cual decía "advertencia No leer" —Oye Bill, esto dice que no hay qu-

—¡No me importa lo que salga en el maldito libro, vas a leerlo te guste o no. —! Rugío. _______cerró los ojos ante el enojo que fue expulsado hacia ella.

La azabache se encogió en su lugar, comenzó a recitar las primeras líneas, y mientras lo hacía sentía como su cuerpo pesaba y dolía, pero aún así, sus labios no se detenían. Se aferro al libro intentando aguantar el dolor en su cuerpo.

En Gravity Falls, fuera del sueño, había una tormenta muy intensa formándose, el viento corría tan fuerte que fácilmente podría llevarse a alguna persona -Por suerte nadie estaba fuera a esa hora- La familia Pines observar todo con asombró y confusión.

—¿Esto es normal tío Ford... ?

—Pará nada, Ciento una energías negativas formándose en el aire.

Un grito desgarrador se escuchó dentro de la cabaña, las tres personas entraron alarmados encontrándose con su tío Stan retorciéndose de dolor en el piso. Se sujetaba la cabeza con desesperación, y sus gritos hacían que le doliera aún más la cabeza.

—¡Dipper, esto seguro es obra de Bill! —Exclamó Mabel desesperada.

—C-Como..., es posible.

(*)

Mientras tanto, el cuerpo dormido de la azabache estaba sangrando por la nariz. Se removió con brusquedad sobre la cama inconscientemente.

En su mente Bill estaba más que emocionado, por fin podría salir de la mente de ese viejo, Lo que más anhelaba estaba justo frente a sus ojos y su cuerpo comenzaba a llenarse de materia oscura. Estaba resurgiendo.

Una vez que terminó de recitar todas la palabras, tiro el libro lejos de ella y se arrodilló en el suelo. Se apretó el estómago y unas ganas enormes de vomitar la invadieron.

—Mi querida_______. Gracias por hacer esto posible. Un demonio tan poderoso como yo no podría seguir en ese lugar tan horrible en el que me encontraba.

Ella lo observó con temor y una clara repulsión, ya no parecía un joven encantador, ahora era una joven con una apariencia de Asesino serial, un psicópata de alto nivel.

Sus ojos se pusieron llorosos, intentó alejarse de él, pero unas cadenas aparecieron en sus muñecas, las cuales estaban conectadas al piso. La chica intentó moverse, pero nada la ayudaba, un fuerte apretón en su mentón, la obligo a quedar cara a cara con el demonio, porque ya no podía verlo como un amigo.

Su pecho dolió por la traición. Siempre fue usada y ella como estúpida cayendo en sus mentiras.

—Eres tan inocente, y eso es lo que más me gusta del corazón humano. —Se burlo en su propia cara. En otras palabras diciendo que ella era débil.

La chica se zafó bruscamente y lo miró con odio.

—¡Tú, Me Engañaste todo este tiempo! ¿Verdad? -—scupió con enojo. Sus ojos verdes claros se oscurecieron, el enojo la estaba invadiendo— ¡Me usaste, nada de lo que me decías era verdad, Maldito manipulador!

El rubio se sorprendió por el brusco cambio de la adolescente, aun que no negaría que este lado de ella lo provocaba, hasta un punto insoportable, querer llevársela. Eso le frustrada bastante, no entendía la necesidad de llevársela y mantenerla con el únicamente en sus brazos. Bill gruño.

—Escúchame bien mocosa, No sé qué clase de brujería me hiciste como para tener la necesidad de mantenerte a mi lado. —El Rostro de______ Ardió una vez dijo eso, pero no perdió la compostura— Vas a venir conmigo.

—¡Estás loco, Eres Un Maldito demente, Suéltame! —La tomo de los muslos y la puso en su hombro. Ella pataleo aun con las manos atadas a las cadenas celestes.

El joven río frenéticamente, sus leves colmillos sobresalían dándole un aspecto mucho más macabro.

—Y que esperabas querida, ¿Flores y una muestras de gratitud? —Volvió a reír—. Para tu mala suerte no conozco esas palabras tan estúpidas.

—Te odio...

Ha Bill no le importo, mientras la tuviera con él, no le importaba si ella no odiara o no. Camino hacia una puerta, si la cruzaban, ella caería dormida, el podría tomarla y llevársela. Pero nuestra protagonista no se lo iba a permitir. Se removió bruscamente.

─¡No me voy a ir contigo, voy a despertarme! ─Amenazo.

─Ni se te ocurra.

─Oblígame... ─Gruño.

Cerró los ojos e ignorando las amenazas de Bill, quien la removí y le decía que no lo hiciera, era su sueño y ella podía controlarlo. Abrió los ojos en su habitación, su cuerpo dolía, pero aun así se sentó en la cama.

Toco su nariz la cual sangraba, miro la yema de sus dedos con el líquido carmesí. No pudo contenerlo más y simplemente se puso a llorar. Lloro por creer en un demonio. Lloro por ser tan estúpida y lloro por que se había encariñado con él a tal punto de que le gustaba, y se dio cuenta en ese preciso momento.

Se dejo abrazar por la tristeza y el dolor de la traición.