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Todo había pasado malditamente rápido para Bill. No se explicaba el por qué______ estaba con los Pines.

Detrás del podía escuchar a los sobrevivientes del Raromagedon luchas contra sus demonios.

Aproximadamente, treinta minutos atrás, cuando Bill decidió atacar a los sobrevivientes. La azabache buscaba como loca por todas las habitaciones, en busca de su familia, rogaba a cada segundo que no les allá pasado nada malo.

Entonces llego a un pasillo oscuro, en el fondo había una puerta. La cual tenía una figura muy tétrica, dos calaveras se encontraban en sus costados, junto a un cartel el cual decía; "TORTURAS" algo le decía que probablemente estaban allí adentro, de todos modos sería lógico, Bill quería matarlos.

Abrió la puerta con lentitud, esta emitió un crujido perturbador. Estaba oscuro, se le dificultaba ver hacia el interior de la habitación.

—_____...— Un leve susurro hizo que los ojos de la azabache se humedecieran.

—Dipper...— Exclamo con ilusion.

—¿Qué,______?— Preguntó una voz femenina, bastante sorprendida.

Intento buscar la luz del lugar, pero no podía, todo estaba muy oscuro para que la azabache pudiera moverse fácilmente.

—No los veo ¿Saben dónde está la luz?— Pregunto la azabache ligeramente angustiada.

—Creo que está afuera...

La chica asintió. Salió del lugar y por las paredes busco la luz, pero no había ningún interruptor, entonces vio una de las calaveras, sus ceño se frunció al ver una gota de sangre en la boca de esta. Debía ser una broma.

Respiro profundamente, introdujo uno de sus dedos y automáticamente este la mordió, soltó un ligero gemido de dolor. Dentro de la habitación comenzaron a encenderse varias antorchas, rápidamente quito su dedo de ahí y fue en ayuda de su familia.

Extrañamente estaban bien, no tenían ni un solo rasguño. Tal vez Bill si pensó en sus sentimientos. Aun que, si tan solo supiera.

Dipper, Mabel y el Tío Ford estaban atados con cadenas, lo malo, no tenía las llaves. Miro a su alrededor en busca de algún objeto filoso, Entonces vio un hacha, sonrió para sus adentros, eso le serviría para romper las cadenas.

—Por favor cierren los ojos. —Los Pines obedecieron.

Con mucha fuerza rompió una de las cadenas, el primero en ser liberado fue Ford, luego fue Dipper y por ultimo Mabel. Una vez todos estuvieron liberados se abrazaron con fuerza agradeciendo internamente estar juntos otra vez.

—Pensé que no los volvería a ver. — Pronuncio la azabache con voz rota.

Dipper se separo del abrazo. Las miradas confusas de su familia no se hicieron esperar, Ford tenía una bagá idea del porque estaba tan serio, por otro lado las chicas no sabían porque estaba de ese modo.

M ᴇ ɴ ᴛ ɪ ʀ ᴀ s [#1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora