Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 718.
07.- DisfrazAl regresar a casa lo primero que hizo fue enchufar el móvil para cargar la batería. Ver a Alya y a Nino preocupados por Adrien le había hecho darse cuenta de que era un idiota rematado por no dar señales de vida. Se puso al día contestándole a todo el mundo con mensajes cortos de disculpa y agradecimiento, asegurándoles que en unos días hablarían, pero que por el momento necesitaba un poco de espacio. Sus amigos lo habían comprendido. De manera inconsciente había estado buscando un mensaje de Marinette que, por supuesto, no había llegado porque no era la Marinette de siempre.
Cenó en su cuarto lo que le había preparado Sabine antes de marcharse, su comida era mejor que la de cualquier restaurante de lujo o chef con estrella Michelin. Plagg y Tikki acabaron con lo poco que dejó, al menos empezaba a recuperar el apetito.
Se sentó en la cama para seguir con la lectura del diario de Marinette, lo había estado leyendo casi como si fuese una droga. La esencia de la persona que era estaba allí atrapada, la echaba de menos. Deslizó los dedos por la página.
Aquí vamos con otro día en la vida de la torpe de Marinette. Cuando me levanté esta mañana tenía la esperanza de tener un día tranquilo, poder estar con mis amigos, coser un poco y trabajar otro poco en alguno de los proyectos que tengo, pero nada de días tranquilos para Marinette.
Y es que hoy me ha pasado algo extraño. Sé que eso tampoco es muy novedoso porque soy un desastre, pero me he dado cuenta de algo, así que, a partir de este punto este diario va a estar escrito para ti, Chat Noir.
Detuvo la lectura sorprendido preguntándose qué había cambiado y por qué. Acarició la página de nuevo como si con ello pudiese tocar el alma de Marinette y transmitirle su apoyo.
No estoy preparada para hablar de ello ahora mismo, pero tranquilo, Gatito, lo escribiré más adelante. Es que aún estoy temblando.
Déjame explicarte otra cosa a cambio para que me perdones. He luchado mucho contra ello, si has llegado hasta aquí ya sabes que he estado enamorada como una idiota de Adrien Agreste y que no he tenido mucho éxito, así que estoy intentando olvidarle. Bueno, eso no era lo que quería decirte. Con lo que ha ocurrido me he dado cuenta de que me empiezas a gustar, chico con el disfraz de payaso. Te has convertido en alguien imprescindible, siempre estás ahí cuando te necesito, siempre tienes la palabra adecuada o el gesto que necesito cuando estoy a punto de rendirme.
Ríete de mí si quieres y si me lo preguntases lo negaría, pero tus bromas me ayudan a llevar la presión tanto como me sacan de quicio. También me ayudan a olvidarme por un rato el dolor de un amor no correspondido.
Chat Noir, no cambies nunca, da igual lo que te digan, sigue siendo como eres, porque así eres perfecto.
—Tendrías que habérmelo dicho, Marinette.
Pero no podía recriminárselo, en aquel entonces creía que estaba con Luka y él ni se daba cuenta de nada, no paraba de repetirle que eran buenos amigos y le hablaba de la chica que le gustaba, aunque se refiriese a Ladybug, Marinette, no tenía forma de saberlo.
¿Sabes qué, Gatito? Esto va a ser un desastre, estoy segura, pero supongo que no es algo que se pueda evitar. ¿Cómo lo has hecho para manejar tus sentimientos hacia Ladybug con tanta facilidad? Mírame estoy hablando como si estuviéramos frente a frente en una cafetería charlando de nuestras intimidades. Creo que debería dejarlo aquí, lo único que estoy haciendo es cavar mi propia tumba, pero es que todo esto me sobrepasa.
—Adrien, tienes que dormir —susurró Tikki.
—Me acostaré enseguida, Tikki, sólo quiero leerla un rato más.
—Está bien, buenas noches.
—Buenas noches.
"Chico con el disfraz de payaso" aquello le había molestado antes de que intercambiasen sus prodigios y comprendiese la carga sobre sus hombros. Hacer bromas había sido siempre una válvula de escape, a lo mejor si la recuperase podría ayudarla.
Adrien dejó el diario sobre la mesilla de noche y apagó la luz antes de estirarse en la cama. Intentaría dormir y con suerte ninguna pesadilla le acosaría desde las sombras.
Fin
Notas de la autora:
¡Hola! Hoy toca un capítulo corto. Hay varias entradas del diario de Marinette a lo largo de este reto que ayudan un poco a conectar lo que ha pasado hasta el punto actual.