30.- Purríncipe

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1990.


30.- Purríncipe

El móvil de Marinette tintineó rompiendo el silencio de la madrugada, abrió los ojos con pereza buscando a tientas el teléfono para poder mirar lo que le habían mandado. "Adrien" leyó en la pantalla. Se incorporó bostezando y desbloqueó el teléfono.

El maestro cree que hacer trabajar a mi padre un tiempo con los prodigios es un buen castigo. No sé, me parece absurdo y peligroso, después de lo que ha hecho el que esté cerca de un prodigio me pone nervioso. Imagina lo que puede hacer si se hace con uno de ellos y lo usa como lo hizo con el de la mariposa.
A Nathalie no la ha castigado, le ha encargado que se quede en casa y se asegure de que todo siga funcionando.
La verdad es que no me apetece tenerla cerca, aunque estoy seguro de que su intención era buena. Ella está enamorada de mi padre, lo sé, se le nota. También sé que es una buena persona, pero me siento traicionado y no sé si podré mirarla a la cara.

Marinette deseó poder explicarle porqué cuidar de los prodigios podía ser un castigo, pero era una de esas cosas de las que un guardián no debía hablar, Fong se lo había dejado muy claro. Y, aunque Adrien no lo viera, a Nathalie también la había castigado al separarla de la persona a la que amaba, no les dejaría estar juntos durante el tiempo que durase el castigo sobre Gabriel.

Adrien estoy segura de que el maestro sabe lo que hace y que no dejará que ocurra nada malo. Creo que deberías preguntarle qué implica ese castigo para quedarte más tranquilo.

Él le contestó casi al momento.

No creo que vaya a contestarme con algo que no sean evasivas. Supongo que sabes algo que yo no y que no puedes contármelo.

Marinette sonrió iluminada por la pantalla.

Lo siento, ojalá no tuviese que callarme contigo. Es una norma de los guardianes, si la rompo me quitarán a Tikki y tú perderás a Plagg.

Adrien escribió largo rato.

Lo comprendo, princesa. Durante estos días he entendido muchas cosas, no sólo que era un idiota incapaz de ver que te tenía delante.
He entendido por qué te apartabas de mí y te cerrabas tanto ante la idea que mezclar nuestras identidades civiles con las de héroes. No era consciente de todo lo que te rodeaba, de la responsabilidad que cargabas sobre los hombros y que no podías compartir con nadie, me aparté de ti creyendo que estabas molesta conmigo.
Perdóname, te estoy arruinando la fiesta y no te dejo dormir.

Ella se apresuró a contestarle.

No arruinas nada. Tengo muchos días para dormir. ¿Quieres que hablemos? Puedo salir al balcón.

La respuesta llegó al instante.

No, tranquila. Descansa, princesa.

Marinete deseó poder transformarse en Ladybug e ir hasta su casa, pero no podía, si alguna de las chicas se despertaba y no la veía en la cama o regresar del baño despertarían a sus padres y se armaría una buena.

De acuerdo, hablaremos por la tarde. Duerme, lo necesitas.

La fiesta que habían preparado para ella las chicas se alargó más de lo que Marinette habría esperado y deseado. No podía evitar estar ansiosa, quería ver a Adrien y hablar con él, saber cómo estaba y reconfortarlo, pero dejarlas plantadas sería feo.

Las despidió exhausta a última hora de tarde y se dispuso a darse una buena ducha caliente antes de ir a ver a Adrien. La alerta akuma de su móvil la obligó a cambiar de planes.

Marichat en mayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora