17.- Balcón

359 49 29
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1696.


17.- Balcón

Chat Noir se quedó inmóvil sobre la azotea del edificio adyacente al de Marinette, Alya estaba de pie frente a la puerta cargada con una bolsa. Marinette apareció sonriente, se preguntó qué iban a hacer. Alya rodeó los hombros de Marinette con el brazo y avanzaron.

Las siguió saltando por las azoteas, tenía curiosidad por saber a dónde iban. Era un avance que Marinette saliera de casa por propia voluntad, pero no podía evitar ponerse un poco nervioso por ello, aunque ya no hubiesen akumas. Oyó el susurro del Sena que se movía con pesadez cruzando la ciudad y comprendió adónde la llevaba Alya. Luka se había hecho con un barco que permanecía amarrado al lado del de su madre, siempre decía que era mejor que un apartamento, porque si se cansaba de un sitio sólo tenía que dejarse arrastrar por la corriente y echar amarras en otro punto sin tener que meterlo todo en cajas de cartón.

Luka estaba sentado en la cubierta tocando la guitarra distraído, era un buen tío, si Marinette estaba con él estaría bien, aún y así se quedaría por allí para asegurar su regreso sin incidentes hasta casa.

Alya la empujó con suavidad por el paseo junto al Sena, parecía tan emocionada porque hubiese accedido a verse con Luka que no se atrevía a decirle que la estaba poniendo nerviosa. Se oía una guitarra. Alya se detuvo frente a un barco pintado de azul y la aferró por los hombros.

—¿Hay alguien en casa? —alzó la voz logrando que las notas de la guitarra cesasen.

—Hola chicas —saludó dejando la guitarra apoyada contra el respaldo de la silla y levantándose para ayudarlas a subir a bordo.

Le tendió la mano a Alya que la aferró con fuerza y subió con seguridad a pesar del suave vaivén de la nave. Alargó la mano hacia Marinette que se quedó inmóvil mirándola con curiosidad, tenía las uñas pintadas de negro. Luka sonrió y bajó del barco de un salto.

—Instalaré una escalerilla más segura para tu próxima visita, lo prometo —musitó recordando que las primeras veces había pasado miedo al subir, no había pensado en ello—. Deja que te ayude, ¿estás lista?

Marinette asintió sintiendo que le faltaba el aire con aquella cercanía tan repentina. Pasó un brazo por su cintura y se agachó para colocar la mano tras sus muslos, con un movimiento certero la alzó en brazos y ella rodeó su cuello instintivamente con las mejillas rojas.

—Prometo que esta nueva primera vez no acabaremos en el agua —musitó Luka con cierta diversión.

—¿Quieres decir que nos hemos caído antes?

—Sólo una, culpa mía por no prestar la debida atención a mis pies.

Subió la escalerilla sin problemas, la dejó en el suelo de madera con cuidado y volvió a tenderle la mano.

—Soy Luka, hermano mayor de Juleka —dudó un instante—. ¿Te acuerdas de Juls, verdad?

—Sí, me acuerdo de ella.

—Sólo nos ha borrado a los últimos en llegar —soltó Alya con una risita mal disimulada—. No le causamos una gran impresión —añadió haciendo que Luka riera también.

—¡Alya!

—¡Es broma, chica! Relájate, estás muy tensa.

Marinette empezaba a preguntarse si aquel encuentro era una buena idea, se notaba que Luka y Alya eran buenos amigos, se sentía un poco como una intrusa en ese barco.

Marichat en mayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora