16.- No molestar

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 804.


16.- No molestar

Alya llegó a casa de Marinette temprano, con su portátil bajo el brazo, sentía mucha curiosidad por lo que había llevado a Marinette a enviarle un mensaje de madrugada pidiéndole verse. Se encerraron en su cuarto dejando colgado un cartelito en la puerta de "no molestar" escrito en rotulador rojo.

—¿Qué es lo que se está quemando? —preguntó Alya divertida.

—Anoche estuve hablando con Adrien.

Alya se mostró sorprendida, aunque era bastante natural que Adrien buscase a Marinette para sincerarse, en la situación actual parecía extraño sobre todo porque Adrien era una persona prudente y tenía más amigos con los que hablar.

—E-eso es genial chica, ¿qué te ha contado?

—Bueno, fue un poco raro y parecía algo más cómodo hablando conmigo, y...

—Adrien está pasando por un muy mal momento, no se lo tengas en cuenta si se comporta de un modo extraño.

—Me ha dicho que quería volver a empezar conmigo.

—Creo que esa es la mejor idea que podría haber tenido —declaró Alya emocionada con ello—. Volver a conoceros es perfecto, te hará bien.

Era un gran paso para los dos, una forma de reiniciar una amistad y tal vez aquella relación amorosa que se había perdido en el limbo. Adrien y Kagami, Marinette y Luka, habían sido dos relaciones pasajeras en las que flotaba el fantasma del otro, era algo tan evidente para todos que parecía una broma que los dos afectados fueran incapaces de verlo. Nino y ella siempre habían esperado que Adrien dejase a un lado ese miedo cerval a perderla y aceptase sus propios sentimientos, tal vez todo aquello sirviese para que ambos avanzasen.

—Adrien y tú erais grandes amigos.

—No siento como si fuera así.

—Dale tiempo, y dátelo a ti también.

Alya encendió su portátil y se conectó a internet. Abrió un blog dedicado en su integridad a Adrien al que sólo se podía acceder si tenías la contraseña, el administrador era Wayhem lo que significaba que toda la información era veraz y respetuosa, le parecía una buena ayuda para que dejase de moverse a ciegas.

—El blog lo lleva un amigo de Adrien, te voy a enviar el enlace y te dejaré mi usuario y contraseña, aunque creo que tú también estás suscrita —explicó apuntándole en un post-it los datos de acceso—. Creo que saber un poco de su vida te ayudará a conectar con él de nuevo.

—En realidad yo esperaba que me hablases de otra persona.

Dejó de escribir para mirarla con curiosidad temiendo conocer la respuesta. Cerró la tapa del portátil con un suspiro.

—Tú dirás.

—Chat Noir, me gustaría saber más cosas de él porque es increíble y...

—¿Intentas decirme que te has enamorado de Chat Noir?

—Sí, creo —musitó meneando la cabeza—. Estoy un poco confundida.

—Marinette, sé que es alguien interesante, pero es un superhéroe y no podrá decirte quién es de verdad.

—¡Lo sé! Y lo entiendo, es un desastre.

—No estoy segura de que lo entiendas. Nunca podrás verle sin su traje de superhéroe, ni podrá explicarte cómo le ha ido el día en su trabajo civil o tener un relación real y sincera con él.

—Tú sabes muchas cosas sobre ellos —rebatió moviendo las manos nerviosa.

—Pero no sé quién son en realidad, no sé nada sobre sus vidas civiles y así debe ser —explicó Alya colocando una mano sobre su hombro—. Piensa que eso podría poner en peligro a sus familias y amigos, si alguien quisiera hacerles daño atacaría a todo aquel fuera importante para ellos.

»Y aunque él te dijera quién es y tú no se lo contases a nadie, podrían llegar hasta a ti y ¿qué pasaría entonces?

—Sería un estorbo.

Alya sonrió.

—No, no lo serías, pero sí un blanco fácil y Chat Noir no querría eso para ti.

—¿Qué voy a hacer?

—Podrías empezar por relacionarte con los demás de nuevo. A Luka le encantaría verte, está muy preocupado por ti, ¿te gustaría que fuésemos a verle?

—Sí, de acuerdo ¿mañana?

—Mañana, genial, hablaré con él —respondió cantarina—. ¿Vamos a su casa o prefieres que venga él aquí?

Marinette permaneció en silencio unos minutos, no se sentía segura fuera porque todo era diferente, edificios que ya no estaban, fachadas de un color distinto... Le ponía nerviosa, pero no podía quedarse encerrada para siempre en su cuarto.

—En su casa, supongo.

—¡Fantástico! Pasaré a recogerte así no tendrás que ir sola. Luka estará encantado.

—Y ahora, háblame más sobre Adrien.

Alya volvió a levantar la pantalla del portátil y lo colocó sobre los muslos de Marinette.

—Prepárate porque estás a punto de presenciar una master class sobre nuestro amigo Adrien.

Escuchó atenta a su amiga mientras le explicaba un sinfín de detalles sobre la vida de Adrien Agreste y esquivaba alguna fugaz pregunta sobre Chat Noir.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! De nuevo algo corto con Alya velando por Marinette y Adrien y esa relación que flota en el aire, pero no se define nunca.

Marichat en mayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora