2.- Chevrolet Impala del 67

1.5K 98 21
                                    

Codearnos con famosos, o semifamosos en este caso, no es algo nuevo para nosotras. Al menos desde que conocimos a Adam Red. Adam es como nosotras y como muchos de los que vivimos en Londres: nos buscamos la vida como podemos con las pocas habilidades que tenemos.

Ni Megan ni yo tenemos un trabajo fijo desde hace algún tiempo, pero Adam nos va sacando cosas de vez en cuando. Trabaja de relaciones públicas en una agencia en la que piden chicas que tengan cierta presencia, sepan servir copas, sonreír como tontas y ser discretas. La última vez que nos metimos en un fregado fue en la premiere de "Avengers", en la que teníamos que hacer de azafatas del evento.

Megan no paraba de mirar a Tom Hiddleston de reojo y suspirar como una adolescente, hasta que me harté de sus ojos de cordero degollado y me acerqué a Benedict Cumberbatch para proponerle un plan infalible. A este parecí caerle en gracia y aceptó. Supongo que teníamos que haber supuesto que la noche se iba descontrolar enseguida, pero nunca me imaginé que acabaríamos en un karaoke de mala muerte del Soho bebiendo ron entre risitas etílicas y mucho menos que Megan subiera a cantar una canción de Take That. Que la dejara hacer eso se había convertido en su reproche favorito desde hacía unos meses.

—¿De verdad? Kat...

—¿Qué? Tú has dicho que nos pusiéramos cómodas para ir a trabajar.

—Y tu vas cómoda para cargar cajas de cerveza con esa camiseta minúscula y esa minifalda, ¿no?

—Tenemos conceptos distintos de comodidad, cariño.

—Señordiosmíodamepaciencia.

La ignoro mientras me recoloco las tetas en el sujetador y me acabo de pintar los labios. Vale que tengo prohibido ligar con Jared pero eso no significa que no me pueda portar un poco mal. A nadie le va a dar un síncope si tonteo un poco con él. Me ahueco el cabello rubio, luchando por un trocito del espejo en el que Megan peina su media melena teñida de un oscuro morado berenjena.

Ella no viste tan escandalosa como yo, pero tampoco engaña a nadie. Sé que está estrenando esas botas verdes y esos tejanos negros muy ajustados.

—Si yo no puedo follarme a Jared, tu tampoco a Jensen, ¿estamos?— la aviso, antes de salir de casa en dirección al Olympia West.

—¿Quién ha dicho nada de follarse a Jensen?

—Mira, hemos visto suficientes capítulos juntas de Supernatural como para saber que babeas por Dean.

—¿Y quién no, coño? Ah bueno, tú, que prefieres al tontolnabo de Sam.

—¿Vamos a discutir otra vez por los Winchester?— me enfado y me cruzo de brazos. Megan me aparta de la puerta de nuestro apartamento para coger su bolso y tirarme el mío a la cara.

—Anda vamos, tolai. Que eres una tolai. Pero recuerda lo que me prometiste.

—Que siiiii. Estoy muy tranquila, me he masturbado antes en la ducha. ¿Recuerdas aquella escena de Sam en la temporada 6, sin camiseta, cuando no tenía alma? Pffff, qué manera de sufrir.

—Esa es una información que no necesitaba saber.— ríe Megan, de buen humor.

Vivimos muy cerca del recinto del Olympia West, donde se celebra la Supernatural Convention, en el distrito de Kensington. Y como es verano y hace un día sorprendentemente soleado, decidimos ir andando y disfrutando de un barrio que ambas adoramos y que ya es más nuestro que nuestras ciudades de nacimiento. Ninguna de las dos es londinense, pero nos conocimos en esta ciudad y aquí es dónde decidimos quedarnos.

En el recinto del Olympia West espera ya una cola larguísima de gente que asiste al primer día de la Supernatural Con. Hay chicas y chicos de todas las edades, desde crías muy jovencitas hasta hombres que pasan de los cuarenta tranquilamente.

Vamos a la entrada de personal autorizado, dónde enseñamos los pases de staff que la agencia de Adam nos ha proporcionado. En realidad no hacen falta, somos habituales en el Olympia West y ya hemos trabajado en varias convenciones de ese tipo. Nos conocen de sobras.

—¡Buenos días, preciosas!— nos saluda Ian, el responsable de coordinar el personal tras las bambalinas.— Al fondo a la derecha, como siempre. Enseguida estoy con vosotras.

Tengo muchas ganas de asomarme al recinto del Olympia para ver que hay preparado para esa convención en especial, así que le hago un gesto a Megan para escabullirnos un momento de los pasillos del personal y entrar en la zona pública. Ella no se resiste y sé que también le puede la curiosidad.

Tomamos la puerta B y accedemos al recinto, en que se ultiman los últimos preparativos para abrir. Hay un par de pasillos con puestos de merchandising variado, como figuras, ilustraciones, cómics y camisetas de la serie. También distingo a lo lejos un par de mesas preparadas para firmar autógrafos y el escenario principal dónde se desarrollará la acción.

Pero eso carece de importancia para mi cuando distingo algo que llama inmediatamente mi atención.

Acordonado por varios postes, en mitad de la exposición de diferentes artículos de vestuario y atrezo de Supernatural, hay un coche clásico americano de color negro, reluciente y espectacular. El jodido Chevrolet Impala del 67.

—Joder, Megan.

—Joder.— responde ella, a la que también le puede ese pequeño momento de fangirl.

En la exposición no hay más que un par de operarios, así que nos acercamos al coche con tanta reverencia como si estuviésemos delante del puto Papa de Roma. Es precioso. No, precioso es quedarse corto. Es la belleza hecha coche.

Los jodidos americanos sí que sabían hacer coches.

Me cuelo por debajo de los postes que acordonan el vehículo y acaricio la superficie del capó del Impala, mirando traviesa a Megan.

—Tú no sabes cuantas fantasías he tenido encima de este capó.

—Sí que las sé porque me las has contado absolutamente todas. Venga, que Ian debe estar ya repartiendo las planificaciones de la convención.

—Adiós, pequeño.

Antes de abandonar la zona pública miro el coche por última vez, deseando montarme en él y conducir en busca de un caso sobrenatural como hacen Sam y Dean en cada episodio. Puede que en mi caso le metiera un poco de mano a Sam, pero ese es otro tema.

¿Habéis escuchado alguna vez ese dicho de 'cuidado con lo que deseas'?

Pues eso.

Pues eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hi, Winchester [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora