Hi, Winchester [Supernatural]

42.- Bye, Winchester (¡Gracias por leerme!)

Primero de todo y como siempre, gracias por leerme y por llegar hasta el final de las aventuras de Kat, Meg y los hermanos Winchester. Espero que os lo hayáis pasado tan bien leyéndolas como yo escribiéndolas, porque sinceramente, es una de las historias menos serias y en las que más me he dejado llevar por la improvisación.

También es lo primero que escrito en primera persona y con un tono más liviano. Solo he querido alejarme un poco de muchos fanfics de Supernatural con los que me he encontrado y hacer algo un poco más divertido y poco serio.

No está de más decir que las referencias a lugar de Inglaterra, Escocia, Irlanda, Canadá y Estados Unidos son reales, así como las de  mitologías griegas, nórdicas y celtas. Hace tiempo que quería tocar el tema de la mitología celta y Escocia en alguna historia y Hi, Winchester ha sido la excusa perfecta para ello.

Además, en lo personal, me ha hecho relajarme en estos meses de confinamiento cuando necesitaba evadirme de lo que pasaba en el mundo exterior. Y eso lo he logrado gracias a toda la serie de Supernatural. He devorado la serie en pocos meses, gracias a la insistencia de mi pareja. Él se pensaba que yo sería totalmente Team Dean y mirad, le ha salido el tiro por la culata. Adoro a Dean pero me temo que siempre seré Team Sam. Se siente, chorbo mío. 🤭

Por último pero no menos importante, le dedico Hi, Winchester a dos de mis mejores amigas, fans también de Supernatural y oyentes de mis penas y ralladas varias. Y lectoras pacientes de mis mierdas.

A MaryHalfaminute, que siempre me recuerda porqué escribo y que me apoya cada día enviándome audios cantándome canciones de Queen. La conocí a través de Wattpad y fue el mejor regalo del 2019. Ya no puedo imaginarme la vida sin ella, sin sus locuras, sin sus escritos, sus chistes y su manera de tomarme el pelo. Por desgracia, es Team Dean. ¡No podía ser perfecta!

A MartaGibert0 que a la pobre la he enganchado a Supernatural y la hago sufrir y comentamos los capítulos durante horas mientras nos emboligamos por antros y arreglamos el mundo juntas. Lleva soportándome casi 20 años, que se dice pronto. Ella es mi jerk y yo soy su bitch y la quiero como a una hermana.

Y dicho esto, mejor nos vamos a tomar una última copa en el Roadhouse y continuamos las aventuras en otro sitio. Siempre a bordo de un Impala del 67, claro.

¡Gracias por leerme!