13.- Nadie pone a Baby en un rincón

803 83 6
                                    

Tras la revelación de que al parecer compartimos ciudad con un dios nórdico, creo que es hora de irme a mi habitación, vestirme del todo y meter cuatro cosas en una mochila. Algo me dice que no voy a volver a nuestro piso en unos cuantos días.

Miro con pena la cama revuelta y pienso que hace unos horas en mi vida no habían ni Winchesters, ni titanes ni dioses. Solo cerveza y sexo y diversión.

—Ehmm... ¿Katherine?— a mi espalda está Sam, claramente bastante incómodo de estar ahí a solas, conmigo. No puedo culparle.

—Kat.— puntualizo, haciendo un gesto de invitación.— Pasa.

Sam entra en la habitación y cierra la puerta tras de si. Mira unos instantes en silencio como yo meto pantalones, camisetas y bragas en una mochila. ¿Meto condones? No, mejor no.

—Oye Kat, no recuerdo que es lo que pasó entre nosotros y quiero que sepas que yo no me acuesto con las chicas y luego paso de ellas. No soy como Dean.

—Ya lo sé. No me tienes que dar explicaciones. Además, me acosté con Jared, no contigo.

Decidme si esto no es raro de cojones. De verdad, para una vez que encuentro un tío divertido, guapo, empotrador y con mi mismo sentido estúpido del humor resulta que de repente se convierte en su alter ego en otro plano existencial y que además tiene que irse para luchar con titanes. Ríete tu de la mala suerte de Bridget Jones.

—Claro. Aún así...— veo que Sam mira las sábanas y el nórdico, hechos una bola. Se pone un poco colorado pero sonríe.— Al menos parece que lo pasamos bien.

—¿Hola? ¿Estás tonteando conmigo?

—¡No, no!— se alarma él, gesticulando con las manos.— No pretendía...

—Da igual, era broma, Jared. Digo Sam.

—Lo que venía a decirte es que no tienes porque venir con nosotros. Esta es nuestra vida pero no la tuya y entenderé perfectamente si cambias de opinión y decides quedarte. Dean, Castiel y yo nos encargaremos de solucionarlo todo.

—Está claro que si pudiste vencer a Lucifer y detener el apocalipsis, esto es pan comido para ti.

—¿Cómo sabes lo del apocalipsis?— Sam se sienta en el borde de la cama, en la que hace pocas horas él y yo estábamos en pelotas. Mierda, echo de menos a Jared. No me malinterpretéis, Sam es dulce y encantador, pero parece estar más triste y más preocupado. Vaya, que no está para hostias ni para ligoteos intrascendentes.

—Pues porque veo Supernatural, joder.

—Claro. Esto es muy raro.

—No tanto como ganarse la vida cazando monstruos, supongo.

—No, eso no.— sonríe.— Oye, ¿cómo alguien como yo ha conseguido ligar con una chica como tú?

—Perdona pero fui yo quién te sedujo, no tú.

—¿En serio? ¿Cómo lo hiciste?

Me siento a su lado y le relato rápidamente todo, desde que nos propusieron trabajar en la Supernatural Con hasta ayer por la noche. Sam se ríe despreocupadamente y de repente vuelve a parecer Jared. Ay, mis hormonas desatadas, que alguien les cuente que no va a haber más mamoneo.

—Hacía tiempo que no me reía así. ¿O sea que el mundialmente famoso 'método Kat'? No me sorprende que funcionara.— dice, mirándome. Siento el impulso de besarlo y tumbarlo en la cama y hacerle cosas poco cristianas y algo en su mirada, mitad seria mitad pícara, me dice que quizá tampoco le importaría demasiado.

Pero en ese momento entra Dean en la habitación y ambos nos sobresaltamos tanto que casi nos caemos de la cama. Me cago en mi puta vida ya.

—¿Dónde está Baby?

Por un momento creo que a Dean le ha dado un derrame cerebral porque no sé de que habla y parece completamente desquiciado, como si hubiera perdido a su hijo en mitad del parque. Entonces caigo.

—¿El Impala?

—¡Sí! ¿Dónde está Baby?— saca la cabeza por el marco de la puerta e increpa a Castiel y Crowley.— ¿No os habréis atrevido a dejar al coche en Estados Unidos? Indefenso, solo...

—El Impala está expuesto en la Supernatural Con.— respondo y Dean abre mucho los ojos con horror.

—¿Expuesto? ¿Cómo un mono de feria?— se lamenta con exageración.— Vamos a ir a buscarlo YA.

—Dean, ¿no crees que tenemos cosas más urgentes de las qué ocuparnos que ir a rescatar el Impala?— expone Sam, levantándose de la cama y hablándole a su hermano en tono conciliador, como se le habla a un loco que lleva un cinturón bomba pegado al cuerpo.

—¡No! Nadie pone a Baby en un rincón.— dice Dean muy serio, antes de salir de la habitación y para continuar quejándose sobre su coche. A mí me da la risa tonta con esa frase sacada de "Dirty Dancing".

Sam suspira en voz alta, resignado. Supongo que son muchos años aguantado a Dean y ya ni siente ni padece.

—Tu hermano es un verdadero coñazo.— le digo, cerrando mi mochila y echándomela al hombro.

—Tú lo has dicho, Kat.— me sonríe él.— Tú lo has dicho.

Bueno, a lo mejor sí que me voy a llevar un poquito bien con Sam. Ya veremos.

Eso sí, ¿alguien me puede decir cómo narices vamos a rescatar el Impala cuando ya debe estar empaquetado y camino de Estados Unidos?

Eso sí, ¿alguien me puede decir cómo narices vamos a rescatar el Impala cuando ya debe estar empaquetado y camino de Estados Unidos?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hi, Winchester [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora