15.- Loki en Midgard

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Ya he asumido que compartimos ciudad con un dios nórdico, vale. Lo que no acabo de asumir es que además el tío viva en un pedazo de edificio con pinta de ser caro de la hostia, justo al lado del Tower Bridge.

-O sea que además de ser un dios, es un pijo.- suelto, contemplando el edificio al salir del Impala.

-Yo de ti no lo llamaría pijo a la cara, no es tan comprensivo como yo.- dice una voz con acento escocés a nuestras espaldas y todos pegamos un mini respingo al ver aparecer a Crowley de la nada.

-¿Es que conoces a ese tipo?- pregunta Dean. Crowley, con las manos enfundadas en su abrigo, se encoje de hombros.

-Somos dos chicos malos y de vez en cuando nos tomamos un té juntos.

La cúspide de la maldad, sí. Crowley nos aparta del portal del edifico y toca el número del ático en el interfono. Como la tonta que soy me pregunto si Loki habla inglés. La respuesta me llega enseguida a través del aparato.

-¿Sí?

Pues sí, lo habla. Y con acento británico exquisito. Un momento, ¿no me suena de algo esa voz? Miro interrogante a Megan, que también tiene la misma cara de tarta pasada que yo ahora mismo.

-Crowley.- responde el rey del infierno.

Sin más, un sonido indica que la puerta principal del edificio se abre. El recibidor es aún más ostentoso de lo que esperaba, portero incluido. El tipo saluda a Crowley con una pequeña reverencia.

-Pues sí que vienes a menudo, Crowley.- lo pica Sam.

-A diferencia de vosotros, cenutrios, yo sí que cuido mis amistades.

-Especialmente si estas pueden reportarte beneficios, ¿no?- completa Dean.

Tomamos el ascensor hasta el ático y aprovecho para echar un vistazo más a Sam a través del espejo del aparato elevador. Él me devuelve la mirada y una pequeña sonrisa, como si quisiera darme ánimos.

En la última planta del edificio nos espera una puerta semiabierta y seguimos a Crowley al interior del apartamento. Meg cierra la puerta cuando todos estamos dentro.

Digamos que los gustos de Loki para la decoración son un poco barrocos, por decirlo así. Muchos muebles antiguos (y seguro que valiosos, de esos que te cobran una pasta en los anticuarios), muchos objetos pretenciosos que no sirven para nada, decoraciones doradas y un montón de cosas que solo deben acumular polvo. Vamos, que no es mucho de comprar en Ikea.

-Tienes que estar verdaderamente desesperado para acudir a mi, Crowley.- dice una voz sibilina desde el fondo de la casa. A mi esa voz me suena de algo, os lo juro. Seguimos a los chicos por el pasillo hasta entrar en un espectacular salón que parece sacado de un palacio de película.

Loki está sentado en una butaca con un vaso de whisky en la mano, mirándonos con una sonrisa torcida y maliciosa. Megan y yo nos asomamos entre las espaldas de los Winchester para echarle un mejor vistazo y...

-Mierda, hostia puta.- exclamo, escondiéndome detrás de Sam.

-Joderjoderjoder.- confirma Meg, haciendo lo propio detrás de Dean.

No me puedo creer lo que acabo de ver. Tiene que ser una broma. Otra más desde que me he despertado por la mañana.

-¿Qué estáis haciendo?- pregunta Dean, apartándose. De repente Loki nos descubre y levanta una ceja, aparentemente divertido.

-¿No os conozco, a vosotras?

-¿Qué? ¿A nosotras? Que va, para nada.- digo yo, fingiendo normalidad. Megan está al borde del desmayo.

Hi, Winchester [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora